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Buenrollismo festivalero durante todo el año
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Buenrollismo festivalero durante todo el año

¿Será el hecho de salir de casa con los colegas para aventurarse en un camping que suele ser, más bien, una selva? ¿Serán las ganas de

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Buenrollismo festivalero durante todo el año

¿Será el hecho de salir de casa con los colegas para aventurarse en un camping que suele ser, más bien, una selva? ¿Serán las ganas de música al aire libre? ¿Será el subidón de ver en la misma jornada a varios de tus grupos favoritos sobre el escenario? ¿O será la dichosa pulserita de colores que te tienes que poner para poder entrar y salir de cualquier festival…? Seguramente todos estos y algunos más sean los ingredientes necesarios para dar con una fórmula que nunca falla a la hora de buscar la felicidad: irse de festival. Y es quien va se deja en casa los agobios y el estrés y sólo mete en la mochila la sonrisa, la energía y las ganas de pasarlo bien. El buen rollo, en definitiva.

¿Qué pasaría si ese estado casi espiritual pudiéramos mantenerlo durante todo el año? Más allá de las fronteras del camping o del recinto de conciertos, más allá del fin de semana en que se celebra el FIB, el Viñarock, el Monegros, el... Buen rollo todo el año, en todas partes.

Eso es exactamente lo que pretende conseguir la plataforma ‘365diasdefestivales.org’, que se autodefine como “una actitud con forma de plataforma on-line y pulsera” y que organizará pequeños conciertos sorpresa durante todo el año para que la gente no pierda el espíritu festivalero.

La idea nació cuando el creador de esta plataforma que se ha dado a conocer a través de Facebook, Nicko Nogués, se fijó en el Metro en unos chavales que aún conservaban sus pulseras de un festival que había terminado hacía días.

“La gente luce este tipo de pulseras como un accesorio cool y las muestran orgullosos en sus muñecas como emblema de lo bien que se lo han pasado allí. Me pareció que justo en los tiempos que corren, proponerles mantener esa actitud el resto del año estaría bastante bien”, explica Nogués. Y es que, en su opinión, esta actitud optimista puede no sólo servir de distracción para tiempos difíciles si no actuar como motor generador de ideas. “Es obvio que en estos tiempos, nuestra generación en particular y todos en general, necesitamos unas notas de positivismo. Porque si la música amansa a las fieras, también debería poder con la crisis”.

Así que tirando del hilo de este concepto Nogués se asoció con la diseñadora Carolina Rivera e impulsó esta “actitud-plataforma” a la que ya se han sumado sellos como Mushroom Pillow o Subterfuge Records y más de 1.800 personas en Facebook. Precisamente a través de esta red social se anunciarán los golosos conciertos ‘secretos’ que 365diasdefestivales.org pretende organizar. La veda la abrió elpasado 9 de agosto la cantautora malagueña Annie B. Sweet con un concierto que siguieron casi 600 personas de 23 países distintos a través de la red.  Del próximo…. Nada se sabe. Por algo son conciertos sorpresa…

“La idea esque haya apariciones inesperadas de artistas y grupos durante todo el año que nos ayuden a mantener la actitud festivalera. Dichas actuaciones se avisarán através de Facebook y serán gratuitas para todo el mundo. Además de los microconciertos, en el site se encontrarán una serie de playlists de Spotify con el cartel de la mejor música de este año de cada uno de los principales festivales. Todos suman para estirar al máximo esta actitud”, continúa Nogales.

Y por si alguno quiere subirse tanto al carro de la actitud festivalera para todo el año que necesita sentirla sobre su piel, este festival eterno también tiene pulsera. Por cinco euros no sólo ayudas a financiar el proyecto si no que vives en un festival interminable y luces muñeca colorida todo el año. Como dicen los padres de la criatura, un melódico placebo para luchar contra las crisis desde las ideas.

¿Será el hecho de salir de casa con los colegas para aventurarse en un camping que suele ser, más bien, una selva? ¿Serán las ganas de música al aire libre? ¿Será el subidón de ver en la misma jornada a varios de tus grupos favoritos sobre el escenario? ¿O será la dichosa pulserita de colores que te tienes que poner para poder entrar y salir de cualquier festival…? Seguramente todos estos y algunos más sean los ingredientes necesarios para dar con una fórmula que nunca falla a la hora de buscar la felicidad: irse de festival. Y es quien va se deja en casa los agobios y el estrés y sólo mete en la mochila la sonrisa, la energía y las ganas de pasarlo bien. El buen rollo, en definitiva.