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El verano más contradictorio de Cibeles: propuestas románticas ante el futurismo
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El verano más contradictorio de Cibeles: propuestas románticas ante el futurismo

El reflejo del pasado y el futuro en un mismo espectro es posible. No hay tinieblas que abrumen ni gritos desgarradores: Cibeles ha recuperado lo sublime

El reflejo del pasado y el futuro en un mismo espectro es posible. No hay tinieblas que abrumen ni gritos desgarradores: Cibeles ha recuperado lo sublime del romanticismo libre y descarnado ante el futurismo anti-clasicista de algunas propuestas. Los sueños son posibles en Madrid. Sin brumas, sin raciocinios. Diseñadores consolidados en el arte de la hebra, como Ion Fiz, Juana Martín o Nicolás Vaudelet, se han congregado en la segunda jornada de la cita con la moda y han mostrado al público el devenir de la industria para la temporada primavera/verano 2011.

La valenciana Elisa Palomino fue la encargada de abrir los desfiles con la suavidad etérea de su colección que permitió mitigar tanto dolor a su leitmotiv, la diosa Perséfone, rescatándola de los infiernos, en diseños que entroncaban en bordados tridimensionales y volantes. De sabor mucho más terrenal y urbano ha sido la colección de Ion Fiz, que ha vuelto a buscar la inspiración en el arte del patronaje de los grandes maestros franceses, con la suculenta repostería francesa como fuente Castalia de la inspiración.

Los colores nude y pastel, como el vainilla, el lavanda, el verde agua o el beige, comparten protagonismo con prendas de líneas rectas y cortes al biés, cinturas drapeadas, así como propuestas sin costuras como los culottes, que beben de la cultura tradicional del país galo. Para ellos, pantalones que se estrechan en su caída gravitatoria  y blazers, todo un must que se repite.

La barcelonesa María Escoté presentó su línea basada en el cuero y los tejidos con motivos de la iconografía cristiana, mientras que Martin Lamothe, con su directora artística Elena Martín a la cabeza, rescató la estética pop de los años 50. El futurismo llegó de la mano de Montse Bassons y su colección de ropa de baño en tejidos metálicos y negro, sin obviar la tendencia que sigue creando los print de leopardo y los triquinis con tintes salvajes y étnicos.

Teresa Helbig retomaba los desfiles a las 16: 00 horas con la sofisticación hecha mujer. Continuando con la línea romántica del día, que tan sólo rompió Bassons con sus biquinis futuristas, los vestidos recordaban a los de cualquier diosa del Olimpo de turno. Chaquetas ajustadas a la cadera con la ayuda de cinturones de cuero jugaba a la armonía y el concepto de femineidad.

El francés Nicolás Vaudelet se siente Camarón, y así deja constancia en su línea para la primavera/verano de 2011 entre espuelas, toques equestres y reminiscencias calé. El color albero y la reinterpretación del traje masculino conviven con espuelas y plumas. Así se las gasta el diseñador de El Caballo.

Juana Martín, Dolores Cortés, Antonio Alvarado, Guillermina Baeza y Carlos Díez también presentaron su colección en la jornada más contradictoria de Cibeles Madrid Fashion Week.

El reflejo del pasado y el futuro en un mismo espectro es posible. No hay tinieblas que abrumen ni gritos desgarradores: Cibeles ha recuperado lo sublime del romanticismo libre y descarnado ante el futurismo anti-clasicista de algunas propuestas. Los sueños son posibles en Madrid. Sin brumas, sin raciocinios. Diseñadores consolidados en el arte de la hebra, como Ion Fiz, Juana Martín o Nicolás Vaudelet, se han congregado en la segunda jornada de la cita con la moda y han mostrado al público el devenir de la industria para la temporada primavera/verano 2011.