El declive del Hotel Ritz de París: dos años de obras y 140 millones de euros

Coco Chanel sentía especial devoción por el Ritz de París. “Es mi hogar”, afirmó en una ocasión ante sus amigos. Curiosamente años después, en 1971, el icono de la alta costura moría en una de sus habitaciones.

El hotel Ritz es sin duda el símbolo de una época, de la elegancia superlativa y del decoro parisino. En sus estancias han dormido desde Ernest Hemingway a los duques de Windsor. Pero la crisis económica y la alta competencia hotelera en París ha obligado a que uno de los emblemas de la capital francesa deba cerrar este verano por reformas durante dos años con un desembolso de 140 millones de euros.

La competencia del hotel Ritz en París se ha visto incrementada estos últimos años. La apertura del Mandarin Oriental, en rue Saint-Honoré, y la del hongkonés Shangri-Lan, que cuenta con vistas a la Torre Eiffel desde sus terrazas, o la próxima apertura de The Peninsula, ha puesto en peligro el dominio de los hoteles tradicionales de París, entre ellos, el Ritz. Un riesgo que el hotel de la Place Vêndome no estaba dispuesto a atravesar.

Por eso, los dueños de este emblema parisino, que fue fundado en 1889 por César Ritz, han seguido su lema de “adelantarse a los clientes” y perpetuar su tradición de excelencia remodelando por completo el interior del hotel de las estrellas.

En principio, la idea del arquitecto  Didier Beautemps y del diseñador Thierry W. Despont, al frente de la coordinación de las obras, es ampliar el número de suites de lujo, que actualmente está en 159, ensanchar el salón de baile del Ritz e integrar las nuevas tecnologías en las rutinas del hotel.

Sus más de 450 empleados que trabajan en los pasillos del Ritz serán despedidos, previa indemnización, durante estos dos años que duren las obras. Sin embargo, la organización del hotel les garantiza el puesto cuando el nuevo Ritz reabra sus puertas en 2014.