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El Pigneto, la 'dolce vita' alternativa de Roma
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El Pigneto, la 'dolce vita' alternativa de Roma

No es el barrio más bonito de Roma. Tampoco el más elegante o el que tiene más monumentos. No está ni siquiera en el centro y,

Foto: El Pigneto, la 'dolce vita' alternativa de Roma
El Pigneto, la 'dolce vita' alternativa de Roma

No es el barrio más bonito de Roma. Tampoco el más elegante o el que tiene más monumentos. No está ni siquiera en el centro y, para llegar a él, hay que armarse de paciencia y sufrir el transporte público romano. Pese a todo esto el Pigneto es probablemente la zona de la capital italiana más viva y desenfadada. En los locales comerciales de sus sencillos edificios de dos o tres alturas se multiplican los bares de copas, restaurantes, tiendas peculiares y galerías de arte. Por sus calles conviven sin problemas los romanos con denominación de origen con los inmigrantes africanos o asiáticos llegados en las últimas décadas.

El Pigneto ha pasado de ser un arrabal polvoriento donde encontraba acomodo el proletariado más modesto a convertirse en el barrio de moda de Roma. En sus callejas y calles, partiendo de su arteria principal, la vía del Pigneto, el visitante palpa una efervescencia cultural y social difícil de hallar en otros distritos de una ciudad que demasiadas veces parece anclada en su glorioso y milenario pasado.

En esta zona del sureste de la capital se dan la mano el arte con las sandías a la venta en los puestos del mercado, el cappuccino y el cornetto de la mañana con los platos arriesgados y los cócteles de la noche, la contestación política con una peculiar manera de entender la dolce vita. El mejor símbolo de esta encrucijada tal vez sea el mural con el rostro de Jean Paul Sartre y una de sus citas existencialistas colgado al lado de una ferretería que expone en la puerta sus escobas y cepillos a la venta. Esta imagen da la bienvenida al paseante en el inicio de la vía del Pigneto. A partir de ahí se suceden a derecha y a izquierda los locales de restauración y de ocio, la mayoría con terraza para los días de sol, que en Roma son casi todos durante la mitad del año.  

No es el barrio más bonito de Roma. Tampoco el más elegante o el que tiene más monumentos. No está ni siquiera en el centro y, para llegar a él, hay que armarse de paciencia y sufrir el transporte público romano. Pese a todo esto el Pigneto es probablemente la zona de la capital italiana más viva y desenfadada. En los locales comerciales de sus sencillos edificios de dos o tres alturas se multiplican los bares de copas, restaurantes, tiendas peculiares y galerías de arte. Por sus calles conviven sin problemas los romanos con denominación de origen con los inmigrantes africanos o asiáticos llegados en las últimas décadas.

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