Toda seta es "boletus"
Allá por el año 1624, Francisco de Quevedo, que no perdía ocasión de, como diríamos ahora, darle caña a Luis de Góngora, publicó una obra en
Allá por el año 1624, Francisco de Quevedo, que no perdía ocasión de, como diríamos ahora, darle caña a Luis de Góngora, publicó una obra en la que satirizaba el culterano lenguaje del poeta cordobés, titulada "La culta latiniparla". Le puso, además, un subtítulo que no tiene desperdicio: éste (respetamos la ortografía original): "Catecisma de vocablos para instruir a las mugeres cultas y hembrilatinas". Para redondearlo, aclara que dedica el librillo a "doña Escolástica Polianthea de Calepino, señora de trilingüe, y Babilonia". Ahí queda eso.
Allá por el año 1624, Francisco de Quevedo, que no perdía ocasión de, como diríamos ahora, darle caña a Luis de Góngora, publicó una obra en la que satirizaba el culterano lenguaje del poeta cordobés, titulada "La culta latiniparla". Le puso, además, un subtítulo que no tiene desperdicio: éste (respetamos la ortografía original): "Catecisma de vocablos para instruir a las mugeres cultas y hembrilatinas". Para redondearlo, aclara que dedica el librillo a "doña Escolástica Polianthea de Calepino, señora de trilingüe, y Babilonia". Ahí queda eso.