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Felices años 20, nostalgia ochentera y tintes góticos en la primera jornada de la Fashion Week madrileña
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Felices años 20, nostalgia ochentera y tintes góticos en la primera jornada de la Fashion Week madrileña

La Fashion Week de Madrid, a la que todos seguimos llamando Cibeles, ha dado esta mañana el pistoletazo de salida con tres grandes dinosaurios de la

La Fashion Week de Madrid, a la que todos seguimos llamando Cibeles, ha dado esta mañana el pistoletazo de salida con tres grandes dinosaurios de la moda nacional como son Andrés Sardá, Francis Montesinos y Hannibal Laguna. El más madrugador ha sido Sardá, qioen regresa este año a MBFW Madrid con una colección de lencería muy sensual basada en el encaje y las transparencias.

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Las modelos desfilaron sobre una pasarela ‘animal print’ ataviadas con plumas y estolas de piel dando lugar a una colección marcada por la dualidad. La mujer de Andrés Sardá vive entre la realidad y el sueño, la cordura y la cordura, la contención y el exceso. Así, no ha faltado lencería inspirada en los felices años 20, tiempos despreocupados de fiestas, encuentros y sofisticación, pero interpretando una versión actual. Los colores también han reflejado ese espíritu. Intensos y luminosos como el óxido, el verde musgo, el púrpura, berenjena, contrastan frontalmente con el negro.

Las materias, ligeras como la muselina de seda, el voile o los encajes, se contraponen a la contundencia de la napa, el metal, o el cristal. Formas y volúmenes se alternan también del exceso al minimalismo, como los complementos, tocados y sombreros, con cierto aire oriental.

Francis Montesinos tomaba el testigo con una colección basada en trajes de chaqueta metalizados, vestidos vaporosos y pelucas con corte años 20. Un desfile que ha estado amenizado por la música ochentera, convirtiendo a la pasarela en una auténtica pista de baile al más puro estilo de la 'movida madrileña'. Y es que precisamente es a esa década a la que homenajea el diseñador, después de pasar un largo tiempo investigando aquellos años dorados de la creatividad a los que pronto dará vida el musical “A quién le importa”.

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“En aquella España todos queríamos ser diferentes, y lo reflejábamos a través de canciones como ‘A quién le importa’, ‘Un hombre de verdad’, ‘Como pudiste hacerme esto a mí’ o la mítica ‘Bailando’”, comenta Montesinos. Pero también mediante la moda. Así, su propuesta para la temporada otoño-invierno 2013-14, dedicada a Carlos Berlanga, gran artista y amigo del diseñador, mezcla tejidos y estampaciones en todas las prendas de pañuelos, faldas y looks muy similares para el hombre y la mujer, las camisas casi minivestidos, las faldas pantalón y esos cinturones de piel que contornean la silueta de la mujer, las trasparencias y los tules, los flocados, el negro como color, los metalizados con hilos de cristal y lurex o aquel mítico vinilo, que hoy gracias a las nuevas tecnologías acaricia nuestra piel, y que el gran y desaparecido fotógrafo Helmut Newton capturó en 1982 en el hotel Georges V de París.

Finalmente, Hannibal Laguna ponía el broche de oro a la mañana con una colección en la que hemos podido ver espectaculares vestidos de fiesta en verde clorofila y cargados de vuelo. Diseños de organza con corte palabra de honor, que suponen la se seña de identidad de la colección otoño-invierno del modisto. La guapa actriz Vanessa Romero cerraba el desfile con un espectacular vestido de encaje negro.

Con el nombre de “Barock & Roll”, Laguna ha subido a la pasarela a una mujer suntuosa, deslumbrante y romántica, vestida con piezas de inspiración barroca con amplios y etéreos volúmenes, sofisticados vestidos con cinturas pronunciadas y amplias faldas. Siluetas circulares con vaporosas capas cortadas al bies, delicadas blusas de chantilly translucidos bordados con hilo de plata y nácar, relieves diamantados y aplicaciones de cristales tallados. Cuentas de ébano, plumas y pasamanerías surgen de plisados diminutos, en un concierto de tejidos, contrastes opulentos y ricos ornamentos. Especial mención a las texturas laminadas con metales preciosos y motivos arabescos. 


Sesión de tarde

Nada más comer y casi sin probar el postre, MIguel Palacio subía a sus cardadísimas modelos a la pasarela para presentar su nueva colección. Un desfile donde el negro ha sido el color predominante, completado con grandes y llamativos accesorios dorados, como cinturones XL y aplicaciones metalizadas en hombros. Escotes de vértigo, vestidos ceñidos al cuerpo y tonalidades como el verde clorofila, combinados con peinados excesivos, crestados y tupés. Las paillettes multicolor del guipur, o el tejido de policromático dan un carácter desenfadado al conjunto general de la colección. En definitiva, una apuesta clara por el tratamiento innovador de los tejidos y por una silueta muy urbana, aunque alejada de estereotipos, donde tanto el color como los volúmenes se conjugan de forma contenida para crear un estilo sexy y sosegado al mismo tiempo.

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Otra que también apuesta por el 'total black' es Teresa Helbig, quien aporta el toque de color a sus estilismos con altísimos zapatos de salón en color verde. En su colección han destacado los vestidos tipo 'lady' en piel de color rosa palo. Algunos de ellos con apliques metálicos y de cristal. Aunque también hay espacio para los cuadros en vestidos y capas. Para su nueva propuesta, Helbig mezcla el bordado artesanal con materiales como el metacrilato. Una propuesta de lo más femenina con aires mod, que transpira alta costura y combina el cuero con el punto roma y el georgette.

Por su parte, Ana Locking, que acuña para su colección el famosos término cinematográfico "Mc Guffin" (un recurso o excusa que sirve para empezar a desarrollar una historia pero que en el fondo no es relevante pero que en el fondo no es relevante para el transcurso de la misma), ha presentado una divertida colección con un intencionado protagonismo de las chaquetas y abrigos, de estructuras y patronaje riguroso, pero sin dejar a un lado la elegancia del 'ready to wear' en otras prendas más casual con tejidos rígidos y voluminosos, como el neopreno y los puntos flocados, que se construyen a través de precisos cortes de patrón y del particular montaje en las costuras. Para la noche, siluetas lápiz llenas de glamour y sobrios vestidos largos marcados por el detalle.

También ha prestado especial atención a los complementos, y pudimos ver gafas de sol, fundas para iPad y espectaculares joyas XXL. Un desfile lleno de estampados florales, sudaderas, faldas tulipe y peplum.

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La diseñadora Juana Martín se convirtió en la estrella de la tarde con la colección "Tradición", con la que ha querido rendir homenaje al oficio de nuestros artesanos de la sastrería y los bordados a mano. Los diseños presentados sobre la pasarela de la MBFW Madrid fueron muy aplaudidos, y es que la cordobesa ha sabido presentar a una mujer femenina con prendas de corte masculino. El estilo oversize da un toque desenfadado a la colección y lo hace muy cómodo para la mujer en su día a día, y muy sexy para la noche.

La paleta de color elegida para el próximo otoño-invierno consta de negro, gris, rojo y un toque de beige, siguiendo la línea de las anteriores colecciones de la modista. Brocados, encajes y estampados, en esta ocasión sobre tejidos de lana, algodón, encaje y seda muy trabajados y con incrustaciones de pedrería realizadas a mano.

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El broche de oro de la jornada lo puso Maya Hansen, quien se ha inspirado en un Tirol de palacios, carruajes y carneros para su colección "Edelweiss", en la que los brocados, los rasos estampados, la polipiel y la lana visten a una mujer aventurera y con carácter. Los hombros y las caderas se refuerzan para construir la potente silueta de una colección que si bien ha conseguido llamar la atención, no ha tenido tanto peso como en anteriores ocasiones.

No obstante, la colección está llena de prendas únicas, como un corsé tallado en madera que Hansen ha desarrollado con la escultora Sandra Krysiak. Una minuciosa elaboración en la que se han empleado más de 250 horas de trabajo; y otro realizado en Swarovski que asemeja la flor que da nombre a esta colección, la cual solo se encuentra en las montañas más altas. Para su confección se han llevado a cabo 150 horas de trabajo, debido a la complejidad del bordado de cada uno de los más de mil cristales que lo componen.

Pero ha sido el calzado, realizado en colaboración con Úrsula Mascaró, el verdadero punto fuerte de la colección. Botas y botines con tacón de vértigo y estampados a juego con las prendas, capaces de hacer brillar el look más sobrio.

La Fashion Week de Madrid, a la que todos seguimos llamando Cibeles, ha dado esta mañana el pistoletazo de salida con tres grandes dinosaurios de la moda nacional como son Andrés Sardá, Francis Montesinos y Hannibal Laguna. El más madrugador ha sido Sardá, qioen regresa este año a MBFW Madrid con una colección de lencería muy sensual basada en el encaje y las transparencias.