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Un verano en Nueva York, de isla en isla
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Un verano en Nueva York, de isla en isla

En tu próxima visita a Nueva York, deja a un lado la irresistible atracción de no salir de Manhattan y escápate a alguna de las pequeñas

Foto: Un verano en Nueva York, de isla en isla
Un verano en Nueva York, de isla en isla

En tu próxima visita a Nueva York, deja a un lado la irresistible atracción de no salir de Manhattan y escápate a alguna de las pequeñas ínsulas situadas en las cercanías para descubrir que también hay mucho que ver fuera de la gran isla. Te proponemos cinco visitas más allá de los puentes para disfrutar del verano al estilo neoyorquino:

Roosevelt Island

Four Freedoms Park, vistas del Midtown este y teleférico

Four Freedoms Park se encuentra en el extremo sur de Roosevelt Island, una pequeña y alargada isla situada entre el este de Manhattan y el vecino Queens. Sus apenas tres kilómetros de extensión, que se prolongan entre las calles 46 y 85 de Nueva York, han cobrado protagonismo en las páginas de sociedad neoyorquinas, con la inauguración en diciembre pasado de este parque cargado de simbolismo.

Se trata de un memorial que rinde tributo, en la isla que lleva el nombre del Presidente norteamericano Roosevelt, a su famoso discurso sobre las cuatro libertades fundamentales que todas las personas en el mundo deberían disfrutar (la libertad de expresión, la libertad de creencias, la libertad de vivir sin penurias y la libertad de vivir sin miedo), realizado el 6 de enero de 1941 y conocido como Four Freedoms speech.

Precisamente desde el extremo sur en el que está localizado el Memorial, su sombra se proyecta sobre las aguas del East river hacia edificio sede de la Organización de las Naciones Unidas, cuyo nombre fue inspirado por el propio Roosevelt.

El acceso al parque no puede ser más fácil y ameno, gracias al Roosevelt Island Tramway. Un teleférico que conecta la isla de Roosevelt con Manhattan, y cuyas dos cabinas han sido utilizadas desde su inauguración en 1976 por más de 26 millones de viajeros.

El recorrido arranca a la altura del Puente de Queensboro (Tram Plaza, 59th St. y Segunda Avenida), y en el paseo, que compartiremos con un buen número de carritos de bebé empujados por las eficientes ciudadoras de origen caribeño que tanto se estilan en Nueva York, nos esperan unas impresionantes vistas del este de Manhattan. Y todo, a un precio por trayecto de 2,5 dólares, lo que cuesta un billete sencillo si adquieres la tarjeta recargable válida para la red de metro y autobús de Nueva York, MetroCard.

Dentro de la isla lo más recomendable es recorrerla paseando, aunque también existe un servicio de mini bus con parada a pie de la estación de teleférico, que cuesta 25 centavos.

El parque abre seis días a la semana, de miércoles a lunes, de 9:00 a 19:00 y los martes está cerrado. El teleférico tiene frecuencia cada 15 minutos de 6 de la mañana a 2:30 de la madrugada (hasta las 3:30 los fines de semana), y continua, en horas punta.

Governor's Island

Picnic con vistas y paseo en ferry por el Puerto de Nueva York

Situada apenas a un kilómetro al sur de Manhattan, Governor's Island es para muchos de los que visitan la ciudad una gran desconocida, aunque cada temporada son más los locales que la frecuentan, lo que la ha convertido en una de las principales atracciones del verano en Nueva York.

Debe su nombre a la época en la que era de uso exclusivo de los gobernadores de Nueva York, y durante dos siglos, hasta 1998, tuvo una ocupación federal. Base del ejército, y del servicio de guardacostas más tarde, de su paso por la isla, aún se conservan un buen número de edificios oficiales y antiguas residencias.

Monumento nacional, tras su apertura al público una vez al año todos los sábados y domingos además de los lunes festivos, desde el 25 de mayo (Memorial Day) hasta el primer lunes de septiembre (Día del Trabajo), es sede de los más variados festivales y eventos, y una de las mejores formas de huir del calor de las calles de Manhattan durante los meses de verano.

El magnífico Picnic Point situado en el suroeste de la isla, ofrece la posibilidad de disfrutar de una comida al aire libre con vistas a la Estatua de la Libertad, mientras se contempla el paso de los ferrys de Staten Island que cruzan el río Hudson, y el ir y venir de los pequeños barcos de vela, cargueros y buques de recreo en el puerto de Nueva York.

La pradera es un buen lugar para practicar las más variadas actividades, cómo aprender a volar una cometa o hacer nuestros pinitos como malabarista, y por supuesto, es el mejor lugar para tumbarse y tomar el sol.

En la actualidad parte de Governor's Island esta siendo mejorada con la construcción de un nuevo parque y más espacios públicos en el corazón de la isla. La primera fase se estima estará terminada en 2013, así que quizás podamos disfrutar de alguno de ellos esta temporada.

En su página en internet se puede encontrar toda la información sobre el calendario de eventos, en el que no faltan cada temporada un buen número de conciertos y exposiciones gratuitos.

Gratis es también el servicio de ferry desde Battery Maritime Building, (10 South St., junto a Staten Island Ferry), que comunica la isla con Manhattan.

Cuenta con un servicio de alquiler de bicicletas, y cómo aunque puedes llevar tu propia comida, las bebidas alcohólicas no están permitidas, cómo tampoco los perros.

Ellie's Island

Puerta de entrada a Nueva York

Este pequeño islote, que forma parte junto con Liberty Island del Monumento Nacional de la Estatua de Libertad, encierra mucha de la esencia de la heterogeneidad de Nueva York.

Una disposición del presidente Benjamin Harrison de 1890, la convirtió en la principal aduana de la ciudad, y en puerta de entrada a Nueva York para los aproximadamente 12 millones de pasajeros que llegaron a Estados Unidos a través del puerto de Nueva York entre 1892 y 1954.

Tras la larga travesía desde Europa, los recién llegados pasaban entre 2 y 5 horas en la isla. El tiempo necesario para ser preguntados por su nombre, ocupación y el dinero que transportaban. La estancia fue para otros más larga: los que fueron enviados al Hospital situado en Ellie's para su recuperación antes de entrar en Estados Unidos, y para el 2% que no fueron admitidos, triste. Quizás debido a estos últimos, la isla era también conocida cómo la Isla de las lágrimas.

Aunque 28 de los edificios existentes en sus años de actividad permanecen abandonados y no han sido renovados, especialmente en la parte sur de la isla, el que era conocido cómo Main Building, alberga ahora el Museo de la Inmigración.

Un paseo por su gran sala principal, en la que se realizaba la inspección legal y médica a los recién llegados, y el recorrido por las salas en las que pueden contemplarse objetos personales, cartas y fotografías de quienes pasaron por allí, es la mejor forma de empaparse del origen de la diversidad que habremos experimentado previamente paseando por las calles de Nueva York, visitando sus restaurantes, o conociendo sus barrios.

Aunque la Corte Suprema dictaminó que la mayor parte de su territorio pertenece a New Jersey, la porción original de Elli's Island es un enclave de Nueva York.

La compañía Statue Cruises es la encargada de operar el servicio de ferry a la isla, cada 30 minutos de 9 a 16:45. Los barcos parten desde Manhattan en la zona Battery Park, junto a Clinton Castle.

Randall's Island

Deporte en un entorno privilegiado a un minuto de Manhattan

La apertura de Triborough Bridge en 1936 facilito el acceso a esta isla situada en el East River, entre East Harlem, South Bronx y Astoria en Queens, y marcó el comienzo de su transformación cómo emplazamiento de referencia para la práctica del deporte.

El estadio Downing, primero, y el que le reemplazó con posterioridad, el actual estadio Icahn, levantado gracias a las donaciones privadas que reunieron 18 millones de dólares para su construcción, han hecho de Randall's Island un referente de las citas deportivas de Nueva York.

Es un lugar perfecto para practicar deporte a pocos minutos del centro de Manhattan, también para los que están de visita.

Como el golf, gracias al centro de golf que incluye, o el tenis, en el centro de tenis más grande de Nueva York, dirigido por la academia de tenis de John McEnroe, Sportime.

La isla está conectada en transporte público con Manhattan a través de la línea de autobús M35 (dirección Ward's Island).

City's Island

Comer langosta con vistas a la marina

Para el final hemos dejado esta pequeña isla perteneciente al Bronx. Algo más alejada de Manhattan, City's Island tiene el aspecto de un pueblecito de pescadores de New England.

Es famosa por sus restaurantes de marisco, cómo el conocido City Island Lobster House, con un menú de 20 dólares bastante completo, y sus tiendas de antigüedades, que se encuentran a lo largo de la avenida principal, City Island Avenue.

También es un buen lugar para pescar y practicar deportes náuticos.

Se puede llegar en transporte público, con línea 6 de Metro (Pelham Bay Park) hasta la última parada, y coger el autobús BX 29 que nos lleva a City Island.

Puedes planear tu viaje desde el punto de Manhattan en el que te encuentres, en la página de la MTA

En tu próxima visita a Nueva York, deja a un lado la irresistible atracción de no salir de Manhattan y escápate a alguna de las pequeñas ínsulas situadas en las cercanías para descubrir que también hay mucho que ver fuera de la gran isla. Te proponemos cinco visitas más allá de los puentes para disfrutar del verano al estilo neoyorquino:

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