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Flappy Bird: por qué un videojuego de éxito muere a manos de su dueño
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Flappy Bird: por qué un videojuego de éxito muere a manos de su dueño

Flappy Bird, el adictivo videojuego para móviles, ha 'volado' de las tiendas de apps. Le estaba dando a su creador demasiado dinero. Y demasiados agobios...

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Flappy Bird, el adictivo videojuego para móviles, ha sido retirado. Y la locura se ha apoderado de internet. Mientras surgen juegos clónicos, sus fans reclaman la vuelta del original, y ya se venden móviles con el juego instalado a precios astronómicos.

El vietnamita Nguyen Ha Dong todavía no ha cumplido 30 años, pero es uno de estos informáticos tocados por lo divino. Es flaco y calvo, con la mirada huidiza, pero también un genio global. En un par de noches tecleando código y comiendo fideos ‘bánh canh’,desarrollaba su aplicación Flappy Bird, un juego de móvil adictivo y facilón que ha contagiado a medio mundo.

Desde su lanzamiento en mayo de 2013, este pájaro de ‘arcade’ similar a Mario Bros se había convertido, casi inmediatamente, en un fenómeno global. Enseguida,pasó a facturar unos 50.000 dólares diarios en publicidad. Pero el 10 de febrero, Nguyen lo retiró de las tiendas de aplicaciones Google Play e iTunes. Había sobrepasado los 50 millones de descargas, convirtiéndose en la aplicación móvil del año, y le estaba dando una fortuna. No tenía que hacer nada y,sinembargo, Nguyen Ha Dong matócon sus propias manos a la gallina de los huevos de oro. ¿La razón? Se había agobiado.

Mientras el Saturno vietnamita devoraba a su hijo virtual, internet, ese ente tan ansioso como la propia humanidad, entraba en estado de locura. En apenas unos días, comenzaron a aparecer en las tiendas de aplicaciones nuevas versiones clónicas del juego del pájaro, sucediéndose las unas a las otras como en un dolor de cabeza múltiple y sin proporcionar otra solución diferente al estrés, o algunos ejemplos más o menos simpáticos como Flappy Angry Bird, Flappy Plane o Flappy Cyrus, que sustituye al pájaro por la carita de la cantante Miley Cyrus.

En eBay, se llegaron a subastar teléfonos con el juego instalado porcasi 100.000 dólares, y adictos del mundo entero lloraron desconsolados por el antojo de Nguyen y su agobio,que, literalmente, les acababa de joder la vida.

En Twitter, Nguyen confesó que ya no podía más con el juego (“lo odio”, dijo), y adujo como razones que, “como se había convertido en un producto muy adictivo, penséque se había convertido también en un problema”, con lo que la solución fue sacárselo del medio. Y aunque parezca que medio mundo quiera cargarse a este programador parricida, todo parece indicar que ha preferido inmolar su juego antes que a sí mismo.

Ha confesado que su vida “no ha sido tan confortable como era” y que “no podía dormir”. Hay quien piensa que Nguyen ha cedido ante las amenazas de muerte de algún jugador demasiado viciado, o que Nintendo iba a ir a por él acusándolo de plagiar a Mario Bros. En todo caso, lo inquietante de este asunto es la locura global de los sencillos juegos de ‘arcade’, adictivas plataformas capaces de generar pequeñas crisis en un planeta viciado, entregado a ofrecer 'microtiempos' a sus propios teléfonos, a dejarse una fortuna por una copia del juego y a que un creador millonario no pueda dormir. Toda una burbuja simbólica de lo alucinante de estos tiempos.

Flappy Bird, el adictivo videojuego para móviles, ha sido retirado. Y la locura se ha apoderado de internet. Mientras surgen juegos clónicos, sus fans reclaman la vuelta del original, y ya se venden móviles con el juego instalado a precios astronómicos.

Miley Cyrus Nintendo
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