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El armario del poder se vuelve 'casual'
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El armario del poder se vuelve 'casual'

Los pantalones de yoga y los vaqueros barren a los trajes en la oficina. 'Dress code rejectors' del mundo, estáis de suerte: ser casual es clave en los negocios.

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En El Lobo de Wall Street nunca vimos a Dicaprio pasearse por la oficina en vaqueros, pero él comenzó su aventura de negocios a finales de los ochenta. Las cosas hoy han cambiado muchoy los altos ejecutivos han descubierto que el nuevo power dressing pasa por el código sport.En Wall Street, un equipo de banquerosabandonó sus trajes de Armani para reunirse con el equipo de Lululemon, una marca de ropa para hacer yoga cuyos precios se alejan mucho de los de los clásicos chándales. El problema, según contaron los banqueros obligados a desterrar su traje, es que esa ropa es realmente ceñida, por lo que no todos se sintieron cómodos con su look.

Incluso el fundador de True Religion, Jeffrey Lubell, recuerda el look con el que Peter Comisar le recibió en 2005. Entre un mar de trajes y maletines, el financiero apareció con el último modelo de pantalones cargo de True Religion. Aunque el tratono se cerró, Lubell contrató a Comisar para representar a la firma. Un traje no lo habría conseguido, e inclusodesde la Escuela de Negocios de Harvard señalan que vestirse casual es el nuevo power dressing.

El casual friday se introdujo en las oficinas para incrementar la moral de los trabajadores, pero nunca se pensóen sus orígenesque se extendería al resto de los días de la semana. El movimiento del dressing down abogó en sus comienzos por defender la idea del liderazgo indulgente. Sus raíces se encuentran en los movimientos a favor de la igualdad de comienzos de los ochenta. El objetivo era reducir la distinción de jerarquías a través de la ropa. Judith Rasband, directora del Conselle Institute of Image Management, señaló en 1997 que "el movimiento del dressing down se puede relacionar con la volatilidad del mercado laboral. No puedes mantener un dress code elevado en un período de estabilidad". 17 años después, sus palabras tienen más sentido que nunca. Ya en 1998, una encuesta de USA Today señaló que el 64% de los encuestados admitieron ser más eficientes con ropa casual en el trabajo.

La firma Betabrandse ha especializado en llevar la ropa deportiva a la oficina. Sus nuevos pantalones se llaman Gray Dress Pant Yoga Pantsy se venden como "pantalones de yoga aptos para la oficina". Este lanzamiento se debe al éxito que tuvieron los blazer con pantalones a juego de chándal de la marca. Es decir,trajes con material sporty para hombres.

Por si fuera poco, el director ejecutivo de BP les ha dicho a sus 135.000 empleados que se pongan lo que quieran. El dressing down cada día tiene más adeptosylos responsables de diversas firmas de moda masculina confiesan que están replanteando sus estrategia para adaptarse a esta tendencia. Sin embargo, Angus Cundey, de Henry Poole & Co., se niega a adaptarse a los nuevos tiempos:"Nada reemplazará jamás al traje, que otorga a los hombrescomodidad y elegancia. Solo unos pocos saben vestir casual: la mayoría termina por parecer preparado para ir al jardínen lugar de en la oficina".

Eso sí,no todo es aceptable. Según la web Human Resources, en un ambiente casual de negocios, siempre has de llevar la ropa perfectamente planchada. Prendas rasgadas y camisetas con mensajes o imágenes que puedan ser ofensivas están terminantemente prohibidas. Sin embargo, los diseños que sítengan los logos de la firma sí se admiten.

En El Lobo de Wall Street nunca vimos a Dicaprio pasearse por la oficina en vaqueros, pero él comenzó su aventura de negocios a finales de los ochenta. Las cosas hoy han cambiado muchoy los altos ejecutivos han descubierto que el nuevo power dressing pasa por el código sport.En Wall Street, un equipo de banquerosabandonó sus trajes de Armani para reunirse con el equipo de Lululemon, una marca de ropa para hacer yoga cuyos precios se alejan mucho de los de los clásicos chándales. El problema, según contaron los banqueros obligados a desterrar su traje, es que esa ropa es realmente ceñida, por lo que no todos se sintieron cómodos con su look.

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