Cinco destinos donde los niños son los que mandan

Te proponemos los mejores planes viajeros para los niños más especiales de todos: los tuyos. Y de rebote, en lugares y con experiencias para que también los mayores -seamos padres, tíos, abuelos o amigos-, disfrutemos como enanos.

PARA NIÑOS SIN VÉRTIGO

Con una vista espectacular de los Montes de Bohemia, y a un paso de la frontera con Austria, se levanta -nunca mejor dicho- la pasarela entre los árboles de Lipno, la atracción estrella del Parque Activo del mismo nombre, en el sur de la República Checa, y que desde su apertura en 2012 se ha convertido en uno de los lugares más visitados del país. Pensado para toda la familia, la pasarela -una especie de nido gigante, construido en madera sobre 75 columnas con todas las medidas imaginables de seguridad- se enrosca en torno a sí misma más de 675 metros con desniveles que alcanzan hasta el 6% para elevarse a una altura de cuarenta metros. El derroche de adrenalina para los más pequeños no termina ahí: continúa en el tobogán más largo del país, con 52 metros de longitud (y por el que solo pueden lanzarse niños mayores de seis años, y de uno en uno).

PARA NIÑOS CONCIENCIADOS CON EL MEDIO AMBIENTE Y SIN EMBARGO GLAMOUROSOS

Ni el cámping es lo que era: ahora, hay que viajar de glamping. Cambiamos los manteles de cuadros y las colchonetas por menaje de diseño y baño 'de verdad'en una cabaña de madera de lo más cool en la orilla del prístino lago Bled, el destino perfecto para familias activas en los Alpes eslovenos. Estos bungalows se encuentran en un entorno natural que parece sacado de un cuento de hadas, están construidos como lo estaban las viviendas que antaño tenían los trabajadores forestales y, desde luego, los materiales utilizados en la construcción, los aislantes y el interior están fabricados con materiales naturales, sin tratamientos químicos, y emplean paneles solares para generar electricidad.

PARA APRENDICES DE PALEONTÓLOGOS

Nunca hubieras sospechado que, hace más de ciento veinte millones de años, la Rioja Baja era una zona pantanosa donde los dinosaurios campaban por sus fueros. Hoy, esa circunstancia se ha convertido en una razón para que las familias con pequeños apasionados por estas criaturas encuentren aquí el plan ideal gracias a yacimientos como el de Valdecillo, el famoso parque de paleoaventura El Barranco Perdido -con una piscina donde buscar y encontrar restos de dinosaurios o un completo museo-, o el pueblo de Igea, donde además de un centro de interpretación muy ameno, está uno de los mayores fósiles descubiertos en Europa en los últimos años, un tronco de conífera de once metros de largo.

PARA NIÑOS CON TALENTO ARTÍSTICO QUE, SEGÚN SUS PADRES, SON TODOS

No hay un padre ni una madre que no piense, sostenga y argumente -con mayor o menor vehemencia, y quien esto firma es uno de esos padres- que su niño es el más listo y, por ende, todo un artista, un ser bendecido por las musas al quedecididamenteno merece este mundo repleto de ignonimia que es el nuestro. Bien, pues las cosas, como decía el torero, hay que demostrarlas o, al menos, disfrutar intentándolo: y echar la mañana en el MoMA neoyorquino convenciéndonos de que nuestros retoños sacarían los colores a Calder o Miró en uno de sus talleres de iniciación a la pintura -uno de los planes más populares entre las familias neoyorquinas para pasar la mañana de los sábados y los domingos- es una de las mejores maneras de hacerlo,y además, cualquier excusa es buena para perderse un rato por la Gran Manzana.

PARA NIÑOS GOLOSOS

Que los cuentos de hadas también existen es una realidad que se hace más dulce que nunca en la Ciudad de Chocolate Valrhona, en Tain-l'Hermitage, a una hora de Lyon, en el corazón del valle del Ródano. Allí, y gracias a un recorrido organizado en torno a siete secciones interactivas, lúdicas y pedagógicas, los más pequeños podrán emular a Hansel y Gretel y permite explorar, admirar, oír, oler -y, desde luego, comer- el chocolate en todas sus formas. Para acompañar y guiar a este público de jóvenes gourmets (recomendado para niños a partir de 5 años) en el recorrido, la Cité du Chocolat ha concebido dos mascotas, Lili y Zoco, creadas por un famoso chocolatero francés.

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