Valle del Genal: la ruta de las castañas
Tomar la golosina más chic de los paladares invernales es un lujo en medio del Valle del Genal, el sueño de los sibaritas. Ahora es cuando se recogen las castañas.
Tomar la golosina más chicde los paladares invernales en un oasis de lujo en medio del Valle del Genales el sueño de cualquier sibarita. El bombón de castaña se ha extendido por el resto del mundo como una extraordinaria delicatessen. El mes de noviembre es el mes de recogida delfruto que luego se hace su hueco en las confiterías más cooldel país.Esta exquisitez importada de la gastronomía italiana y francesa ya es un hiten la piel de toro. Glamouratis ha hecho el recorrido por los pueblos del Genal que viven por y para la castaña. Borges hablaba de paraíso del valle rondeño como “esos pueblos con nombres de tenue rumor de aguaque conjuran memorias del desierto”. Sus laderas anaranjadas ponen color al otoño dispersándose por esta región rica en patrimonio natural, tradiciones y gastronomía, ysorprenden al viajero en cada enclave con la sutileza de sus rincones con olor a chimenea.
Ignacio Pérez, el empresario responsable de La Zagaleta en Marbella, ha sabido recoger el testigo del encanto de la zona y ha inventado un modelo de resort de lujo en unantiguo cortijo familiar, el Ronda Mountain Resort,donde ha aunado los conceptos de confort, domótica y tradición en medio de este valle para el descanso del viajero.
DESDE LA INMENSA RONDA HASTA LA ECOLÓGICA PARAUTA
La ruta del bosque del marrón glasése inicia en Ronda. Desde la cima de la ciudad empiezan a serpentear pequeñas carreterasque conducen hacia Alpandeire, Cartajima, Faraján, Igualeja, Júzcar, Parauta y Pujerra, poblaciones serranas que pueden presumir de sus castañosy esculpen en el paisaje la textura de los colores otoñales. En este recorrido el primer pueblo con que nos encontramos es Alpandeire, patria chica de Fray Leopoldo, que cuenta con un monumento dedicado a este religioso a la salida de la población. También llama la atención la iglesia, que por sus grandes dimensiones es conocida en la zona como 'la catedral de la Serranía'. Siguiendo la carretera estrecha y llena de curvas llegamos a Pujerra, aquí se encuentra una cooperativa desde la que se exportan las castañas a todos los lugares del mundo.
La carretera va trazando una línea divisoria en las montañas: por encima deja un terreno pelado y grisáceo, y justo montaña abajo, la rica vegetación en torno al río Genal, da paso a los huertos y castaños. Siguiendo esta ruta del castañar llegamos a Cartajima donde hay restos de un castillo árabe que se pueden observar desde la misma carretera. Por la otra parte estáParauta, famosa por sus alfombras artesanales y por haberse convertido recientemente en el primer pueblo ecológico de la provincia, así como por sus pinsapares.
A pocos kilómetros nos topamos con Igualeja, que es el pueblo más grande del Alto Genal y de la Ruta de los Castaños. En este municipio tiene su nacimiento el río Genal, que recorre gran parte de la serranía antes de unirse al río Guadiaro. El manantial se encuentra situado a la entrada del pueblo y este paraje se convierte en un lugar de descanso y de relax obligado para el viajero. Del interior de su gruta borbotea agua cristalina, que se concentra en unas balsas con pequeñas cascadas. Es el momento de llenar los cuencos de la mano con sus aguas y de saborear sin prisas el frescor y la pureza de las montañas.
DESCANSO EN EL RONDA RESORT MOUNTAIN
La Ruta de los Castañoses ideal hacerla durante un fin de semana. Dos días es suficiente para recorrer los pequeños pueblos blancos esparcidos por sus laderas. En la mayoría de las poblaciones existen hoteles y casas rurales para pasar cómodamente la noche. Pero si hablamos de uno de los lugares más espectaculares para recalar, ese es el Ronda Resort Mountain,entre todo el esplendor el valle y con las comodidades más vanguardistas de la zona: sala de cine, chimenea, suelos radiantes. Y se puedenobservar las estrellas con telescopio desdesusuiteGalileo Galilei.Este alojamiento rural, con 7 habitaciones dobles, decoración tailandesa, domótica, jacuzzi exterior, sauna ypersonal de servicio, puede salir por200 euros por noche.
Al lado hay una pequeña casita que puede alojar hasta seis personas, con un patio comunicado y cocina independiente, ideal para parejas, familias, amantes de la naturaleza. Los creadores de este espacio también han edificado alrededor del hotelboutique, dentro de la finca de cuatro millones de metros cuadrados,un centro deteam buildingy un club de inversores en un espacio diáfano y abierto a la sierra, con mesas de trabajo, wifi, proyección y sonido de alta calidad, para networking que se puede compaginar con el ocio de la zona.
LOS CALDOS DEL MONASTERIO DE LOS DESCALZOS VIEJOS
Cerrando la ruta nos topamos con el monasterio de los Descalzos Viejos, un santuario que alberga una de las bodegas mas conocidas de la zona. Este remanso en medio del valle se remonta al siglo XVI, cuando fue construido originalmente como un monasterio trinitario. Las familias Retamero y Salesi compraron la propiedad en 1998 y lo restauraron desde un estado casi de abandono. El proyecto dio lugar a la recuperación del convento y sus hermosos jardines, huertas, estanques y fuentes.
Losfrescos originales en el altar mayor se descubrieron bajo capas de piedra caliza por casualidad, después de haber sobrevivido a la humedad milagrosamente. Hoy,brillan y acompañan como elemento decorativo a las barricas y tanques metálicos rebosantes de vino, en una fusión de lo antiguo y lo nuevo. El nombre dado a esta bodega tienetambién su propia historia:Descalzos Viejos hace referencia a los ancianos monjes trinitarios, los cuales cultivaban sus tierras con pies descalzos. Ahora sus caldos han marcado tendencia: una perfecta conjunción que se amalgama con los sabores del marrón glasé,un trocito del alma del bosque.
Tomar la golosina más chicde los paladares invernales en un oasis de lujo en medio del Valle del Genales el sueño de cualquier sibarita. El bombón de castaña se ha extendido por el resto del mundo como una extraordinaria delicatessen. El mes de noviembre es el mes de recogida delfruto que luego se hace su hueco en las confiterías más cooldel país.Esta exquisitez importada de la gastronomía italiana y francesa ya es un hiten la piel de toro. Glamouratis ha hecho el recorrido por los pueblos del Genal que viven por y para la castaña. Borges hablaba de paraíso del valle rondeño como “esos pueblos con nombres de tenue rumor de aguaque conjuran memorias del desierto”. Sus laderas anaranjadas ponen color al otoño dispersándose por esta región rica en patrimonio natural, tradiciones y gastronomía, ysorprenden al viajero en cada enclave con la sutileza de sus rincones con olor a chimenea.
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