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Cenas de empresa: cómo y dónde soltarse la melena
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Cenas de empresa: cómo y dónde soltarse la melena

Quién esté libre de esta última cena que que tire la primera piedra. Aquí no se escapa nadie. Este comercio y bebercio es un auténtico bodorrio laboral.

Foto: Zoe, un club-restaurante "inusual" en Madrid
Zoe, un club-restaurante "inusual" en Madrid

Quién esté libre de cena de empresa por Navidad que tire la primera piedra. Aquí no se escapa nadie. Este comercio y bebercio es lo más parecido a un bodorrio que hay en el mundo de los negocios.Doctores, ejecutivos, profesionales del área de servicios y maestros, todos tienen un rotulador especial para esta fecha en su agenda. La hora de reírse con el jefe y empinar el codo con la parentela laboral. El momento para ajustar cuentas con la felicidad deshaciéndose el nudo de la corbata, soltándose la melena y encomendándose a todos los santos del calendario. Las cenas de empresas somos todos. Así que presta atención. Esto es una manual de instrucciones para no meter la pata el día D.

EL TAMAÑO IMPORTA

Por mucho que te gusten los rincones románticos, los clubes exclusivísimos y las tascas coronadas por la barra más típica del viejo foro, déjalo para tus otras lides. La empresa necesita espacio para expandirse. Así que hay que asegurarse de que el local en cuestión tiene anchura. Nada de estrecheces. El Canela Fina, con su nombre, su salón para 60 (más un reservado), sus tres menús para grupos (desde 30 €) y su ubicación en pleno centro financiero (Profesor Waksman, 5) de Madrid, es una carta a barajar.

Y EL ENCANTO TAMBIÉN

Poner el pie en determinados sitios es como viajar sin hacer kilómetros. Caso del archipremiadoEl Cenador de Amós (en Villaverde de Pontones, Cantabria), que, más allá de su cocina de altos vuelos, está a refugio en la antigua Casa Palacio Mazarrasa, de 1756. Aquí todo son pluses: el comedor principal está en el antiguo patio para los coches de caballos, tiene otro con chimenea y en todo hay mucho diseño. ¿Vivirías esta "fiesta de los sentidos"con tus compañeros? El perfecto de foie caramelizado con borracho de vinagre y los callos de vaca con morcilla lebaniega son casi unas vacaciones (menú 'tradición', 39 €).

¡ESTO PARECE UN CIRCO!

El espectáculo debe empezar y continuar. Esto sí que es un circo de “había una vez”. Hay un enorme columpio y peceras gigantes y bicicletas de oro colgando del techo.Las hay: no estáis borrachos (todavía). Y en el barrio de Salamanca de Madrid (Juan Bravo 31), o sea, vestidito de etiqueta, nada de Lavapiés ni Malasaña. Son los chefs los que llevan la dirección escénica de este teatro gastronómico, adornadopor el decorador de Armaniy los Beckham (Isaac Dos Puntos),y de inspiración asiática. Casi no hace falta comer. Es elZoe Inusual Club(sí, también es restaurante), tres plantas de promesas de espectáculos circenses y cabareteros.

A FUEGO LENTO

Lo mejor es dejarse llevar por el ritmo de los fogones que se toman su tiempo y olvidarse de las prisas. Los restaurantes tienen ese compás de sobremesa que se alarga queriendo ser infinita. En el Market (Compte Borrell, 68) de Barcelona todo es mediterráneo, de aguas calmadas y en azul. Y su cocina acostumbra a llevarse lo mejor del mercado. Uno de susmenús especialesempieza con canelón de salmón ahumado relleno de mousse de langosta y manteca de salvia, y termina con tronco de Navidad al chocolate caliente, turrones y barquillos (32,85 €).

DAR EN EL CENTRO

Y si lo que queréis es estar en el meollo de esta cuestión que tan bien casa con el estruendo y la algarabía, lo mejor es que os vayáis al centro. En el caso de Madrid, Sol y Gran Vía, para tener la sensación de que os van a dar las uvas. ¿Qué talLos Galayos (Botoneras 5, casi en la Plaza Mayor?).Ofrece menús para grupos desde 36 € y tiene capacidad para 200 personas repartidas en cuatro plantas con distinta decoración. Uno de sus entrantes: torreznos crujientes de ibérico con pimientos del Padrón.

Quién esté libre de cena de empresa por Navidad que tire la primera piedra. Aquí no se escapa nadie. Este comercio y bebercio es lo más parecido a un bodorrio que hay en el mundo de los negocios.Doctores, ejecutivos, profesionales del área de servicios y maestros, todos tienen un rotulador especial para esta fecha en su agenda. La hora de reírse con el jefe y empinar el codo con la parentela laboral. El momento para ajustar cuentas con la felicidad deshaciéndose el nudo de la corbata, soltándose la melena y encomendándose a todos los santos del calendario. Las cenas de empresas somos todos. Así que presta atención. Esto es una manual de instrucciones para no meter la pata el día D.

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