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El hotel favorito de Picasso y Marcel Proust en París se reinventa
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El hotel favorito de Picasso y Marcel Proust en París se reinventa

Vuelve o, mejor dicho, se reinventa: al histórico Majestic parisino -el hotel que Picasso, Joyce o Proust llamaban hogar- sus nuevos propietarios le han lavado la cara.

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Vuelveo, mejor dicho, se reinventa: al histórico Majestic parisino -el hotel que Picasso, Joyce o Proust llamaban hogar- sus nuevos propietarios le han lavado la cara de tal modo que le han convertido, otra vez, en (probablemente) el mejor hotel de la Ciudad de la Luz.

Al cieloparisino le salió, no inopinadamente, una estrella más: el Peninsula Hotel abrió sus puertas hace apenas unos meses tras una reforma de millones de euros en lo que fue, durante décadas, el mejor hotel de París y uno de los más elegantes y glamourosos del mundo: el Majestic. El impresionante edificio levantado en el corazón del París del barón Haussman, en el número 19 de la avenida Kebler, a un paso del Arco del Triunfo, había visto pasar desde su inauguración en 1908 prácticamente a todo el mundo.

En el Majestic plantó sus reales el olimpo de la intelectualidad y la cultura de los 'locos años 20': cuenta la leyenda que la única vez que se cruzaron Joyce y Proust fue en el vestíbulo del hotel, y tampoco faltan en la relación de 'ilustres del Majestic'los nombres de Pablo Picasso, George Gershwin -que se encerró cuatro semanas en una habitación para escribir su ópera Un americano en París- o Igor Stravinsky, que celebró en el hotel el estreno de su ópera Renard con una fiesta tan legendaria que inspiró incluso una novela. Pero el Majestic dejó de ser hotel pocos años antes del inicio de la II Guerra Mundial, cuando el gobierno francés se hizo con su propiedad y lo destinó a diferentes usos,desde sede de la UNESCO a sede de la firma de los acuerdos de paz que terminaron con la guerra de Vietnam en 1973 o la guerra camboyano-vietnamita de 1991.

Hasta su reapertura este verano con la enseña de Peninsula (la primera que ondea en el continente europeo), han pasado cuatro años -el doble del tiempo que se empleó en su construcción- de costosas obras de reforma (por ejemplo, la piedra caliza empleada en la restauración de la fachada proviene de la misma cantera de la que lo hacía la piedra con la que se construyó el Majestic hace más de cien años). Los míticos restaurantes y bares, como el Kleber Bar (escenario de una de las firmas mencionadas) se han reconstruido tal y como estaban en origen; el restaurante del hotel es ahora el LiLi, de cocina cantonesa, pero lo que no se olvida es roof bar de la azotea, el L'Ouiseau Blanc, cuyas vistas de los tejados parisinos y la Torre Eiffel no se van jamás del recuerdo.

Todo este trabajo ha sido estudiado al milímetro: más de novecientos artesanos y trabajadores han dado el do de pecho en la restauración del hotel -uno de los más famosos, el escultor catalán Xavier Corberó-, para que en el Peninsula todos los detalles -desde los estucos hasta el hilo de los cortinajes- sea tal y como era... con todos los avances de la tecnología disponibles (cada detalle de las habitaciones puedecontrolarse por el huésped con una tablet). Ese es solo un detalle más que hace las 200 habitaciones auténticos refugios para dejar el mundanal ruido para siempre: todas ellas están decoradas con tonos crema y grises y mobiliario hecho a mano, baños de mármol, vestidores... En definitiva, el mejor hotel de París ha abierto sus puertas... de nuevo.

Dónde: Hotel Peninsula.19 Avenue Kebler. Tel. +331 58 12 28 88. Habitacionesdobles desde 795 € aproximadamente.

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Vuelveo, mejor dicho, se reinventa: al histórico Majestic parisino -el hotel que Picasso, Joyce o Proust llamaban hogar- sus nuevos propietarios le han lavado la cara de tal modo que le han convertido, otra vez, en (probablemente) el mejor hotel de la Ciudad de la Luz.

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