Acierta con tu armario: qué color elegir para cada ocasión

Hoy te has levantado, has abierto el armario y has elegido por impulso esa camisa que no te has puesto en toda la temporada. No sabes por qué, pero hoy necesitabas mirarte al espejo y verte con algo azul. En cambio, para la cena del viernes con las amigas, lo que te pide el cuerpo es negro o gris oscuro, con algún detalle vistoso plateado a modo de lentejuela. ¿Por qué será que determinadas situaciones nos piden un color u otro? ¿Por qué a nadie se le ocurre ir a un funeral con un look llamativo de color amarillo, por ejemplo? Todas estos hábitos vinculados al uso de colores es lo que configura nuestra personalidad y estilo a la hora de vestir. Pero esta habilidad ¿se tiene o se aprende?

La respuesta es ambas cosas la vez. Hay tips que los aprendemos a base de experiencia y de observar lo que es apropiado para cada ocasión y hay costumbres que incorporamos en función de nuestro carácter o personalidad.

Cuestión de protocolo

"Hoy en día no hay colores prohibidos para ninguna situación, pero siempre hay que saber comportarse allá donde vas y debes adecuar los colores al marco de la situación o protocolo que marque la ocasión", señala Carolina Badía, estilista de moda y docente en el Instituto Europeo di Design en Madrid.

Por ejemplo, explica la experta, si vas a un funeral de familia conservadora, vestirás con colores neutros, como blanco, negro, beis o azul marino. Deberías evitar destacar y, por este motivo, conviene que no te sirvas de tonos llamativos. En un boda sería algo parecido: bajo ningún concepto debes ir de blanco; por respeto a la novia, para no robarle protagonismo en su día. A no ser, claro, que se trate de una boda en la que se pida específicamente que los invitados vayan de blanco, ya sea porque todo el mundo, incluidos los novios, van de blanco o porque la novia quiere vestir de otro color, como el rojo o el azul.

Comodidad y sentido común

Más allá de los convencionalismos sociales, lo más importante es que te sientas cómoda con el atuendo que elijas. O si optas por llamar la atención, hazlo siendo consciente de lo que haces y atente a las consecuencias, así no te intimidarán los comentarios de la gente, ni te sentirás fuera de lugar. Más bien al contrario, habrás conseguido aquello que te proponías, ser el centro de atención.

"Según la cultura, encontraremos códigos de vestimenta distintos. Ese es el lema, respeto y educación", apunta Badía. Otro factor al que vinculamos nuestra elección de color es el estado de ánimo: "Depende del día y el estado de ánimo que tengas, un color te puede hacer sentir mejor que otro. De hecho, es lo más importante a la hora de optar entre varios tonos, el humor que tengas ese día".

Depende de la ocasión

Entonces, ¿qué vestimos para cada ocasión? Carolina Badía nos da todos los trucos para acertar en tu elección:

1. Para una cita: "Con el color que te veas mejor ese día y más favorecida. Nunca arriesgues con un tono con el que no te sientas cómoda, como ocurre con todo lo importante". ¿El más recomendable? El azul, porque transmite armonía y serenidad.

2. Para una cena con amigos: "Puedes probar con algún tono con el que normalmente no te atrevas. Si al final resulta que no te convence, no pasa nada; estás entre amigos, ¿no?". Márcate un rojo, si quieres arriesgar, o un naranja o amarillo, que son colores enérgicos y se asocian a vitalidad.

3. Para una entrevista de trabajo: "Antes de vestirte para una entrevista hay que pensar para qué posición estás optando. Según eso, deberás ser más o menos precavida". Huye de los colores vistosos, y si quieres usarlos, hazlo con moderación (ni se te ocurra un 'total look' naranja). Prueba con negro, blanco, azul marino o gris. Son colores elegantes, que inspiran confianza y autoridad.

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