¿Quieres ligar por WhatsApp? Ni se te ocurra hacer nada de esto
Flirtear al instante. La app de chats por excelencia se ha convertido en un arma de doble filo. Para no caer en errores insalvables, toma nota de lo que debes hacer para triunfar
El servicio de mensajería más popular en nuestro país se ha convertido en una forma de ligar instantánea. Puedes allanar el terreno de una forma mucho más sutil que a través de una llamada de teléfono. Pero también te puedes llevar unas calabazas exprés si no lo empleas con el tacto adecuado. Estas son los siete meteduras de pata más comunes que cometen los ligones de pacotilla de WhatsApp. Ya sabes lo que te toca si no quieres engrosar las filas de este ignominioso colectivo.
1. Traspasar fronteras
Hay muchas razones por las que puedes tener el WhatsApp de alguien. Si te lo ha dado una noche de marcha, puedes pasar de este punto y leer el siguiente. Pero si has conocido a esa persona en otro ámbito –el laboral, por ejemplo, ya que forma parte de un grupo de chat o por cualquier otra razón–, debes tener mucho cuidado. Este es el caso más flagrante: puedes intentar contactarle con alguna excusa, pero si no hay una respuesta claramente favorable, es mejor no dar un paso adelante. La otra persona se puede ofender y no le faltarán razones.
2. "¿Tienes más fotos?"
Está claro que quieres ver cómo es la otra persona, pero esa pregunta tan zafia y obvia hará que se sienta como un caballo al que se le revisa la dentadura. Y eso es tan poco sexy como el peluquín de Donald Trump. ¿Quieres descubrir si la otra persona te resulta atractiva para dar un paso más? Pues haz lo que la mayoría de gente: espía sus redes sociales. Y si aún así no lo consigues, o corres el riesgo de encontrarte con un espécimen poco atractivo o de perder la oportunidad de conocer a alguien que merece la pena y que no quiere vérselas con un/a salido/a.
3. "Mira qué bien he quedado en esta foto"
Enviar una foto de uno mismo sin que la hayan pedido es una navaja de doble filo. Esta es una táctica que, por muy machista que suene, cambia dependiendo del género de la persona. Una chica que envía una foto de ella misma sin que se la hayan requerido puede despertar interés en el sexo contrario. Y, por lo general, siempre suele buscar una sutil excusa para enviar el retrato en el que salió hecha un pibón: "Mira, este fin de semana me fui a la playa; este es el retrato que me hice con mi adorable perro...". En cambio, un hombre que envía sus selfies del gimnasio, parecerá más chulo que Tony Manero y tendrá escasas posibilidades de suscitar el mismo interés. O se busca una buena excusa o lo tiene bastante complicado para seguir ligando.
4. "¿Qué haces esta noche?"
Son las 23:00 horas, ya no hay tiempo para cenar y el mensaje despide la fragancia de la desesperación. Pueden haber sucedido varias cosas: a) que todos los planes hayan fallado, b) que intente a la desesperada encontrar un rollete fácil entre las opciones que no había barajado en primera opción, c) que la persona que escribe se sienta tan irresistible como para hacer cambiar los planes del otro con chasquear los dedos. Las tres opciones son de lo menos excitante para el que recibe la propuesta. Si te interesa, plantea una cita con tiempo y creando expectativas.
5. "¿Por qué no me contestas?"
Presionar en exceso o hacerse el/la ofendido/a son pasajes para unas calabazas de campeonato. Si la otra persona no reacciona con tanta prontitud a los mensajes como cabría esperar es porque tiene algo que hacer que se lo impide o porque realmente no está priorizando el contacto. Ambas posturas no cambiarán por un mensaje de presión, que previsiblemente provocará justo el efecto contrario al deseado.
6. Caer en contradicciones
Las contradicciones son interpretadas automáticamente como mentiras y eso hace que los niveles de interés desciendan a la planta -5 de unos grandes almacenes. Decir, por ejemplo, que has estado en algún sitio en concreto y después, en otra conversación, mantener que estuviste en otro lugar enciende las señales de alarma. No se puede mentir y ser despistado si se quiere triunfar en el mundo de ligoteo por mensajes.
7. Hacer el Guadiana
Aparecer y desaparecer es una táctica muy habitual que demuestra claramente que las desapariciones se deben a que la persona en cuestión estaba entretenida con otros asuntos, previsiblemente del corazón. Y cuando ha visto que las cosas no le salían tan bien como imaginaba, ha vuelto a intentar ganar puntos con todos sus contactos de WhatsApp. Solo funcionará si a la otra persona le gusta mucho o si, por el contrario, no tiene ninguna expectativa y se divierte chateando.
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El servicio de mensajería más popular en nuestro país se ha convertido en una forma de ligar instantánea. Puedes allanar el terreno de una forma mucho más sutil que a través de una llamada de teléfono. Pero también te puedes llevar unas calabazas exprés si no lo empleas con el tacto adecuado. Estas son los siete meteduras de pata más comunes que cometen los ligones de pacotilla de WhatsApp. Ya sabes lo que te toca si no quieres engrosar las filas de este ignominioso colectivo.