¿Cómo puede llegar a ser auxiliar de vuelo una niña de Filipinas?

Malabón, al norte de Manila, es una de las ciudades más pobladas de Filipinas. Allí vive Nicole Buerano, una niña que cada día se levanta para ir a su escuela, Acacia Elementary School, un pequeño centro público con más de 2.200 alumnos que están obligados a dividirse en dos turnos por falta de espacio y recursos. Hasta este mes de noviembre, además, las escuelas filipinas no han reabierto sus aulas tras más de año y medio cerradas. El país asiático es uno de los últimos del mundo en volver a la presencialidad, con lo que ello ha supuesto para la continuidad de los estudios de los niños más vulnerables.

Sin embargo, y a pesar de todas las dificultades educativas a las que se enfrenta cada día, Nicole tiene un sueño, quiere ser auxiliar de vuelo. Su profesora Jeian Mae está convencida de que lo va a conseguir gracias al apoyo que ella y el resto de docentes del centro han encontrado en ProFuturo, el programa de educación digital impulsado por Fundación Telefónica y Fundación "la Caixa" que tiene como objetivo reducir la brecha educativa en el mundo, proporcionando una educación digital de calidad a niños y niñas de entornos vulnerables.

Conscientes del interés que despiertan los dispositivos tecnológicos en los niños, los docentes como Jeian Mae, aprovechan los nuevos formatos y contenidos interactivos que les proporciona este programa para potenciar el rendimiento y el potencial de cada uno de sus alumnos, consiguiendo que su entorno desfavorecido no sea un hándicap para desarrollar todas las competencias que necesitarán en el futuro y hacer frente a los retos de la era digital.

La comunidad docente de Acacia Elementary School, como las de otras muchas escuelas repartidas por Latinoamérica, el Caribe, África y Asia, son la clave para lograr un cambio significativo en la calidad educativa y demostrar el poder transformador de la 'e-ducación'. Por ello, la iniciativa centra sus esfuerzos en la formación, acompañamiento y soporte del profesorado de los entornos vulnerables, tanto urbanos como rurales.

La escuela de Nicole es un ejemplo de la intervención de ProFuturo con su Modelo Integral de Educación Digital, que actúa sobre elementos clave para lograr la calidad educativa como la formación docente, el acompañamiento presencial, una plataforma digital con recursos accesibles 'offline' y, cuando es necesario, equipamiento tecnológico. Además, la propuesta educativa del proyecto se adapta a otras realidades con un Modelo de Refugiados, adaptando los recursos educativos en contextos de emergencia, además de un Modelo Abierto de Educación Digital que ofrece contenido educativo en abierto, accesible en línea, y también cursos de formación docente tanto virtuales como presenciales.

Este programa educativo digital ya se ha implementado en 40 países y ha beneficiado a 19,7 millones de niños y niñas y a casi un millón de docentes repartidos por algunos de los continentes más desfavorecidos. Persigue la igualdad de oportunidades de todos los niños, contribuyendo al cumplimiento del Objetivo 4 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS 4): “Garantizar una educación inclusiva, equitativa, y de calidad, promoviendo oportunidades de aprendizaje durante toda la vida”.

Mientras tanto, gracias a este programa Nicole podrá contar con una formación de calidad que le dé todas las herramientas que necesita para ser auxiliar de vuelo o, si quizás cambia de opinión, poder acceder a cualquier profesión del siglo XXI sin que el contexto socioeconómico y el entorno vulnerable supongan una traba para su futuro.

La de Nicole no es la única historia que cuenta en primera persona el poder transformador de la educación digital. Puedes descubrir las de Emilia (Angola), Cristiano (Brasil) y muchas más en la web de ProFuturo.