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Los perfumes más caros del mundo
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PERFUMES

Los perfumes más caros del mundo

En estas fechas de compras compulsivas de cara a la Navidad son pocos los que se resisten a regalar un perfume a la madre, a la

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Los perfumes más caros del mundo

En estas fechas de compras compulsivas de cara a la Navidad son pocos los que se resisten a regalar un perfume a la madre, a la hermana o a la persona amada. Y es que a todo el mundo le gusta oler bien. Sin embargo la exquisitez tiene un precio y algunas fragancias de lujo se escapan al bolsillo de la mayoría de los mortales.

Para el inglés Clive Christian, inventar fragancias es todo un arte. Suyo es el perfume más caro del mundo, una fragancia valorada en 136.000 euros, que se puede adquirir en los célebres almacenes Saks de la Quinta Avenida de Nueva York. La edición ‘Imperial Majesty’ del exclusivo ‘Nº 1 for Women’ de Clive Christian es, según los expertos, una mezcla ideal de limón, vainilla fermentada en Tahití, cardamono, jazmín de la India, bergamota y clavel. Fiel a su lujoso interior, el majestuoso aroma, creado para el 50 aniversario del reinado de Isabel II, viene envasado en un frasco de cristal de Baccarat con diamantes blancos incrustados y fragmentos de oro de dieciocho quilates.

Para los bolsillos más modestos, los grandes almacenes también disponen de un recipiente más pequeño del perfume, de 29 mililitros, en vaporizador, que se puede adquirir por el módico precio de 1.600 euros e, incluso, una variante menos concentrada de 49 mililitros por 590 euros. Si queremos algo exclusivo y nuestro bolsillo no nos permite semejantes excesos, la versión original del ‘Nº1 for women’ en sus diversos tamaños puede ser una extraordinaria opción. La botella de cristal de plomo hecho a mano imita la forma de la corona real británica e incluye un diamante de 0,33 kilates en el cuello. Sin embargo, no hay que llevarse a engaño, según el creador, el elevado precio de los perfumes no se debe al coste de los ingredientes sino al diseño de las botellas en los que viene presentado.

Pese a que el nuevo Dalí de los aromas sea inglés, París sigue siendo la tierra del perfume por excelencia. Es en la ‘Ciudad de la Luz’ donde han nacido la mayoría de los perfumes más exclusivos y sugerentes del mundo, como por ejemplo el ‘Poivre de Caron’, con un precio cercano a los 1.600 euros el frasco de 60 mililitros. Esta fragancia, creada por Michael Morsetti en 1954, está elaborada a base de pimienta roja y negra, clavos dulces y otras especias, lo que la convierte en una de las más fuertes del mercado. Y es que el exotismo es clave para el éxito de muchos aromas. La mirra es el ingrediente especial de otro de los perfumes más caros, ‘The sacred Tears of Thebes’, que inspirado en las pirámides de Egipto evoca a través de su olor el magnetismo del antiguo Egipto.

El clásico de la firma Chanel sigue figurando entre los perfumes más exclusivos. En su presentación de 450 mililitros, y con un precio aproximado de 1.500 euros, el perfume que vistió a Marilyn Monroe se ha convertido por méritos propios en un icono de sofisticación y belleza. Cierto es que los rostros conocidos pueden llegar a convertir en célebre una marca. Bien lo sabe Annick Goutal, a quien personajes de la talla de Tom Cruise, Nikki Taylos, Leonardo Di Caprio y Sharon Stone han elevado a los cielos de los aromas su fragancia a base de limón y melón acentuados por un toque de albahaca y ciprés. Eau d’Hadrien, en una presentación de 100 mililitros, está valorada en unos 1.300 euros.

Y es que un buen perfume es siempre una gran inversión. Como dijo Giorgio Armani, “una fragancia bien escogida puede ser una característica distintiva. Es la primera cosa que la gente percibe cuando entras en una habitación y la última que sienten cuando te vas”.

En estas fechas de compras compulsivas de cara a la Navidad son pocos los que se resisten a regalar un perfume a la madre, a la hermana o a la persona amada. Y es que a todo el mundo le gusta oler bien. Sin embargo la exquisitez tiene un precio y algunas fragancias de lujo se escapan al bolsillo de la mayoría de los mortales.