El ADN marino, un secreto para paliar los excesos del sol

Con el verano nos lanzamos corriendo al sol y disfrutamos pasando días enteros en la playa. Sin embargo, la exposición directa a la luz solar acaba revirtiendo en nuestra piel. Para ello cada vez existen más tratamientos que permiten paliar las secuelas que los excesos playeros dejan en nosotros.  

 

Maribel Yébenes, responsable del centro de estética que lleva su nombre y que está en el madrileño paseo de la Castellana, es una firme defensora de este tipo de tratamientos. “Su objetivo es reparar, hidratar y nutrir en profundidad para que la piel recupere su energía, elasticidad y evite el envejecimiento prematuro”, explica. Ella misma ha puesto en práctica uno basándose en los múltiples beneficios del ADN marino.

El primer paso para hidratar intensamente y preparar el tejido es realizar un peeling, que entre otros activos debe incluir el ácido tricloroacético (ATA) a una concentración mínima. Además de eliminar las células muertas y aportar suavidad y tersura a la piel, esta sustancia ayuda a difuminar las hiperpigmentaciones que puedan existir en algunas zonas como el escote. A continuación se retira el producto con toallas calientes, humedecidas.

Con células madre vegetales

Después se realiza un masaje de hidratación profunda con el bioplasma de ADN marino, rico en células madre vegetales, que como explica Yébenes “estimula el metabolismo celular”, además de ácido hialurónico. 

Y para potenciar los efectos de ambos activos, se concluye con una envoltura corporal, aplicando una mascarilla enriquecida con diferentes variedades de algas marinas, que nutren la piel de múltiples minerales y oligoelementos.

Al terminar el tratamiento ”la piel queda jugosa, tersa, luminosa y totalmente renovada”, afirma Maribel Yébenes. Desde la primera sesión se notan los resultados, pero como cura intensiva se recomiendan 4, a razón de una por semana.