Así es cómo estar a dieta arruina tu vida social
Citas en restaurantes italianos que desafían a tu báscula, cócteles con cientos de calorías.... Cualquier quedada hace peligrar tu dieta. Lo contamos en 'gifs'.
Solo quien ha estado a dieta sabe lo complicado que supone hacer cualquier plan cuando tu mente es una mezcolanza de hambre, calorías y sacrificio. Olvídate de la deliciosa tortilla de patata del picnic, de las palomitas en el cine y de la barra libre de tu bar preferido. Cuando estás a plan, TODO gira en tu mente en torno a la comida. Tus amigos se te antojan deliciosos pollos parlantes y te conviertes, irremediablemente, en una caníbal fantasiosa.
Tus amigas comenzarán a decir que quedar contigo es un rollo: solo hablas de tu dieta y de lo bien que la llevas, aunque has comenzado a fumar solo para superar la ansiedad. Te conviertes en una calculadora de calorías cada vez que das un bocado a tu plato o te quejas porque te han puesto el whisky con Coca-Cola normal. Asúmelo: tu lucha por estar más delgada puede arruinar tu vida social... y no precisamente por envidia. Estas son las situaciones que intentarán boicotear tu dieta o a las que te enfrentarás mientras andes inmerso en ella.
NADIE QUIERE PROBAR TU COMIDA
Todos quieren darle un mordisquito a la hamburguesa de tu chico, probar la deliciosa lasaña que se va a comer tu mejor amiga y degustar ese risotto que su novio se ha pedido. Sin embargo, NADIE quiere saber a qué sabe tu ensalada porque¿sabías qué? Todos sabemos cómo sabe la lechuga... y no es nada excitante.
Lo mejor que te puede pasar es que miren con lástima tu plato. Lo peor... escuchar sus bromas cuando les ofrecen probarlo.
ERES INCAPAZ DE ESTAR ATENTO A LA CONVERSACIÓN
"¡Qué manía de quedar a cenar!", piensas cuando tus amigos quedan en el restaurante en el que has sentido más cosquilleos en el estómago que Meg Ryan en sus comedias románticas. Cuando comienzan a hablar mientras degustan sus deliciosos postres y te cuentan sus problemas amorosos, te das cuenta de que no sabes qué demonios te están contando: solo piensas en LA SUERTE que tienen por estar comiendo. Te sientes como un participante de Supervivientes, que se da cuenta de lo afortunado que era cuando la comida era parte de su vida.
Maravillosa para reposar la comilona pero... ¡Un segundo! ¿Acaso esas insulsas verduras al vapor necesitan más reposo? ¡Si ni han tenido una sartén en la que moverse!La gente comienza a hablar de la vida y a picotear los restos de pan que quedan sobre la mesa. En tu mente solo hay una preocupación: el hambre.
CUANDO SE EMPEÑAN EN QUE TE SALTES LA DIETA
Lo peor que le puede ocurrir a una persona cuando ha decidido comer sano es que la amiga de turno intente que se salte el plan. Por cierto,la terrorista alimenticia suele ser la más delgada del grupo, esa que no engorda ni comiéndose al mismísimo Ronald McDonald. No recuerda que no solo tienes hambre: tienes hambre acumulada, por lo que la insinuación de que no pasa nada por saltarte la dieta puede tener terribles consecuencias.
Cada comentario que hace referente a la comida te hace odiarla más. No es su culpa tener ese metabolismo privilegiado, pero¿de verdad tiene que recordarte cada segundo lo delgada que es y lo mucho que come?
En tu mente...
Le lanzas ese enorme plato de pasta que se está zampando a la cara y te comes los restos
En realidad...
TU PRIMER 'CARA A CARA' CON UN DULCE DESDE QUE ESTÁS A DIETA
TU ESTÓMAGO HABLA MÁS ALTO QUE TÚ
Tus amigos hablan. El camarero habla. Tus tripas hablan. Túescuchas y lloras en silencio.
CUANDO DECIDES TOMARTE ALGO MUY CALÓRICO SIN QUE TE VEAN
Te crees la ninja de la mesa y robas un puñado de patatas fritas de tu acompañante, aprovechando que se ha girado para llamar al camarero. Como no quieres dejar pruebas, te las metes en la boca a dos carrillos, creyendo que así no se darácuenta de la ausencia. No te extrañes que,cuando se gire, no te haya dado tiempo a tragar y tengas que pasarte media hora masticando muy lentamente, cada dos minutos, para que tu hazaña resulte victoriosa.
Una pena no haberte dado cuenta de que te has dejado un trozo en la cara. EPIC FAIL.
NO QUIERES QUE SE NOTE QUE NO HAS ADELGAZADO
Tu creatividad despega. Tu dignidadse estrella.
TUS AMIGOS CREEN QUE LES MIRAS CON LASCIVIA
Si supieran que en realidad es gula lo que yace en tus pupilasy que estás imaginándoles bañados en salsa barbacoa...
NI LOS ALICIENTES SEXUALES TE DAN UNA TREGUA
Tu novio ha decidido que sería buena idea untarse en nata, precisamente, en tu segunda semana a dieta.
QUEDAS EL DÍA DEL 'CHEAT MEAL'
Tu dieta deja bien claro que los sábados puedes saltártela. Es tu día preferido, por el que vives y para el que respiras. Eliges, lógicamente, esa fechapara quedar a cenar con tus amigos y así evitarte pedir crudités cuando todos toman hamburguesas, pero... Te dicen que das verdadero asco comiendo. "Seguro que cuando dios descansó el domingo, tampoco lo hizo con elegancia", les dices mientras engulles.
DESCUBRES QUE CUANDO COMES POCO, LAS MANOS TE INCOMODAN
Has terminado tu plato de verduras a la plancha en dos segundos y tu acompañante tiene por delante un filetón del tamaño de los dragones de Khalessi. Jugueteas con las migas de pan, toqueteas la servilleta y terminas rogando al cielo que el tiempo pase volando. Por supuesto, no lo hará.
¡TOMEMOS POSTRE!
Tus acompañantes eligen helado o brownie y te das cuenta de que la fruta no es una opción.
... y te das cuenta de que empiezas a apartar tantos ingredientes de tu elección que sería más fácil liarte a tiros contra la comida.
Así que llenas tu vaso de tubo de agua para creerte que es un gin-tonic. ¿Sabes qué? No funciona.
LEES EL MENÚ COMO SI FUERA LA PIRÁMIDE NUTRICIONAL
TU CHICO SE EMPEÑA EN CENAR PIZZA
Sabe perfectamente que estás a dieta, pero le ha dado igual y ha pedido una pizza familiar. Te agarras al pescado hervido mientras finges que le escuchas, porque en realidad el maldito olor de la mozarella derretida no te permite pensar en otra cosa.
Tu amigo pide palomitas y luchas por no coger ninguna. Cuando caes en la tentación de probaruna mísera palomita, crees ver la pantalla en negro y empiezas a pensar que no va a pasar nada si te tomas un par más... No sabemos cómo termina la película, pero tu dieta no va a tener un final feliz.
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Solo quien ha estado a dieta sabe lo complicado que supone hacer cualquier plan cuando tu mente es una mezcolanza de hambre, calorías y sacrificio. Olvídate de la deliciosa tortilla de patata del picnic, de las palomitas en el cine y de la barra libre de tu bar preferido. Cuando estás a plan, TODO gira en tu mente en torno a la comida. Tus amigos se te antojan deliciosos pollos parlantes y te conviertes, irremediablemente, en una caníbal fantasiosa.