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¡Deja de comer con prisas! Todo lo que necesitas saber de la dieta Slow Food
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¡Deja de comer con prisas! Todo lo que necesitas saber de la dieta Slow Food

Ya no lo recuerdas, pero hemos vivido sin prisas y comido por puro placer. Precisamente eso es lo que vuelve a reivindicar Slow Food. Contra la locura del 'fast'.

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Ya no lo recuerdas, pero hemos vivido sin prisas y comido por puro placer. Precisamente eso es lo que vuelve a reivindicar Slow Food. Contra la locura universal de la fast life y el fast food se promueve la tranquilidad, y el goce lento y prolongado -no en vano el caracol es su símbolo-. Y tiene en cuenta la recuperación de la buena comida, los productores y la cocina local, la biodiversidad agroalimentaria, y el respeto y equilibrio del ecosistema.

SUS ORÍGENES

Slow Food fue fundada en 1986 por Carlo Petrini en la ciudad italiana de Bra, con el fin de contrarrestar los efectos del fast food y la fast life, que están 'aniquilando'unos hábitos de vida saludables, tanto en nuestra alimentación como en nuestro estilo de vida general. El detonante fue la inauguración de una franquicia de McDonalds junto a la gran escalinata de la Plaza de España, en Roma. Entonces, algunos periodistas de los diarios locales organizaron una manifestación para protestar contra la comida rápida e industrial. En la actualidad, Slow Food cuenta con más de 100.000 miembros en todo el mundo y está presente en más de 160 países, entre ellos Italia, Alemania, Reino Unido, Holanda, Suiza, EE UU y Japón. Y en 2004 la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)reconoció oficialmente Slow Food como organización sin ánimo de lucro.

OBJETIVO

Se trata de volver a la cocina tradicional -a la de nuestras abuelas-, a salvaguardar la las producciones y técnicas de cultivo tradicionales, las especies vegetales y animales en peligro de extinción, a recuperar recetas y sabores de toda la vida, a comer alimentos de calidad, tomates que sepan a tomates, y sandías y uvas con pepitas, y a comer los alimentos en su mejor momento -estación del año-, sin artificios. Hay quien ya lo ha bautizado como un movimiento ECO-GASTRONÓMICO. Defiende la agricultura orgánica, por ser una agricultura de bajo impacto para el medio ambiente, y la reducción del uso de pesticidas, pero advierte que la etiqueta 'orgánico'no es un símbolo seguro de que un producto ha sido cultivado de forma sostenible -porque puede haber sido igualmente producido a escala masiva y extensiva-. Mejor optar por productos locales y comprarlos en la estación que realmente les corresponde.

LA DIETA

Tiene la base de una dieta mediterránea, promueve el consumo de alimentos locales y estacionales, consistentes y de una gran calidad nutritiva, ecológicos y naturales, como las legumbres, las pastas, carnes o pescados, y las frutas y verduras. Además del uso de sabores naturales y suaves, la masticación lenta y adecuada de los alimentos, y comer sin prisas favoreciendo las relaciones sociales con el resto de los comensales. Tu alimentación se vuelve buena, limpia y justa. La comida tiene que ser buena por su sabor y aroma. Limpia porque respeta el medioambiente, preserva el ecosistema, la biodiversidad y tu salud. Y justa porque proporciona unos ingresos sostenibles y unas condiciones de trabajo justas.

COMER FUERA

Para mantener esta filosofía fuera de casa puedes comer en Restaurantes KM0. Estos son aquellos que incluyen un 40% de sus ingredientes de origen local -el restaurante compra directamente al productor y este está a menos de 100 kilómetros de distancia, con lo que se garantiza una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera producidas por el transporte de los alimentos-, y el 60% restante de los ingredientes de la carta debe tener certificación ecológica o haber sido comprados a Slow Food -Arca del Gusto-. Algo más: ningún plato puede tener alimentos transgénicos o animales que hayan comidotransgénicos.

Ya no lo recuerdas, pero hemos vivido sin prisas y comido por puro placer. Precisamente eso es lo que vuelve a reivindicar Slow Food. Contra la locura universal de la fast life y el fast food se promueve la tranquilidad, y el goce lento y prolongado -no en vano el caracol es su símbolo-. Y tiene en cuenta la recuperación de la buena comida, los productores y la cocina local, la biodiversidad agroalimentaria, y el respeto y equilibrio del ecosistema.

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