Trucos para conseguir que desaparezca esa maldita calentura en el labio
La llegada del invierno favorece la aparición de calenturas en los labios. Si quieres deshacerte de ellas, lee los consejos que te ofrecemos a continuación
Un picor que no se sabe si es ardor, una tirantez que al mismo tiempo pincha y abrasa, una comezón que va en aumento… Sí, horror, ya está ahí, como un anticipo del invierno que se avecina, la temida calentura en el labio.
Seguramente te has preguntado muchas veces por qué a ti. Por qué, precisamente a ti, te brota en el labio una pupa en el momento más inoportuno. La respuesta la encontramos en tu sistema inmunológico: las calenturas se producen por el virus llamado herpes simplextipo 1 (VHS-1). En un momento u otro de nuestra vida, todos estamos expuestos a este virus;lo que ocurre es que, mientras la mayoría de las personas cuenta con anticuerpos para combatirlo, un 20% de la población no desarrolla esa inmunidad.
Si tienes la mala suerte de encontrarte dentro de este grupo, es fácil que de vez en cuando -ante una bajada de defensas, un cuadro de estrés o una alteración hormonal- surja la maldita calentura. ¿Y por qué regresa una y otra vez? Resulta que, aunque el herpes se haya curado y haya desaparecido de tu boca, el virus continúa dentro de tu organismo, agazapado, esperando la ocasión adecuada para volver a tu vida.
El problema es que, una vez aparecida, la pupa te coge cariño y quiere quedarse contigo durante casi un par de semanas. Es lo que le ocurrea Paula Echevarría, tal y como indica en su Instagram: ‘¿Cuánto tiempo pasa desde que notas una calentura en un labio hasta que desaparece por completo incluida la postilla? Porque ya ni me acuerdo de cuándo salió y aún sigue aquiiii!!!’
Para ayudarte a disminuir ese tiempo de tortura, sigue los siguientes pasos:
1.Las manos, siempre limpias
Tienes que conseguir que la calentura se quede en su sitio y no se propague el virus hacia otras zonas. Para ello, lávate las manos cada vez que te toques la pupa (ni se te ocurra tocarte los ojos sin haber pasado antes por el grifo),no reutilices los algodones o palillos con los que te das la pomada yprocura que el cepillo de dientes no toque la zona infectada.
2.A por la vitamina E
No solo ayuda a reducir el ardor y la comezón; también contribuye a acelerar el proceso de curación. Puedes aplicártela en crema o bálsamo labial, o bien tomarla en forma de complemento nutricional
3.Seca y sin humedades
Es muy importante que el herpes se mantenga limpio y seco. Un truco casero que te puede venir bien en un momento de urgencia es el de aplicarte por la noche pasta de dientes. Lo seca todo.
4.Ponte hielo
Pon hielo en un paño y aplícatelo sobre la calentura (no lo hagas nunca directamente). El frío tiene propiedades calmantes que te aliviarán.
5.Usa una crema antiviral
Los trucos caseros están bien, pero lo que de verdad acelera la curación de un herpes y su desaparición son las cremas antivirales y los parches. Pregunta en tu farmacia cuál es el más adecuado para ti.
6.Aloe vera
Una vez más, el aloe vera viene en tu ayuda. Igual que sirve para aliviar y curar las quemaduras provocadas por el sol, también contribuye a hidratar y sanar las lesiones provocadas por el herpes simple
¿Ha desaparecido ya? Ahora, lo más importante para prevenir que vuelva a importunarte es fortalecer tu sistema inmunológico. Para ello, sigue los siguientes pasos:
Reduce el estrés: se ha demostrado que el estado anímico juega un importante papel a la hora de activar el virus herpes simplex. Para evitar nuevos brotes, practica técnicas comomeditación, yoga o 'mindfulness'.
Cuida tu alimentación: es importante que comas proteínas para crear anticuerpos que luchen contra la infección. Debes llevar una dietaequilibrada en la que no falten todos los principios, minerales, vitaminas, antioxidantes. Y procura consumir alimentos ricos en lisina, como el salmón, y evitar aquellos con arginina, como las carnes rojas.
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Un picor que no se sabe si es ardor, una tirantez que al mismo tiempo pincha y abrasa, una comezón que va en aumento… Sí, horror, ya está ahí, como un anticipo del invierno que se avecina, la temida calentura en el labio.