¿Todavía en la oficina? Trucos para lucir desde ya un perfecto bronceado playero

Te ha tocado trabajar este verano. O, quizá, ya hayas disfrutado de tus vacaciones. O te irás en unas semanas y te parece que eres el único ser humano que no está en la playa en este momento. La única luz que recibes es la del fluorescente de la oficina y cuando sales de ella, solo ves cuerpos bronceados que hacen que tu blancura resalte aún más. Si estás cansado de tu blanco nuclear, he aquí los trucos más efectivos para broncearte sin pasar demasiadas horas expuesto al sol.

1. La belleza está en el interior

Ya lo decían en 'La Bella y la Bestia', pero ahora ha llegado la nutricosmética para hacer suya esta máxima. Tomar una cápsula puede no solo ayudarte a conseguir un buen bronceado, sino a proteger tu piel de la agresión del astro rey. En general, deberías empezar el tratamiento antes de la exposición al sol, entre un mes y quince días. Y prolongarlo después, para que los efectos no desaparezcan tan rápidamente.

Al preparar la piel para el sol, mejorarás la tolerancia, aumentarás la melanina y aportarás elasticidad e ingredientes contra los temidos radicales libres. Eso sí, ten en cuenta que si vas a tomar el sol, tendrás que ponerte protección solar.

Lo bueno es que aunque solo puedas tumbarte un día o dos por semana, las milagrosas pastillitas multiplicarán el efecto bronceado. Si, realmente no puedes hacer ni una escapada a la playa o la piscina, conseguirás una piel un poco más luminosa y un tono algo más bronceado.

Para dar con la píldora perfecta, deberás tener claro qué buscas, pues el mercado de la nutricosmética oferta productos para cada piel. Por ejemplo, podrás encontrar pastillas para que las más claras suban un tono, para que las maduras recuperen la luminosidad o simplemente para lograr un bronceado intensivo.

2. El bronceado menos peligroso

La exposición al sol, por mucho que te protejas, siempre entraña ciertos riesgos. Por ello, el autobronceado (aplicar productos tópicos que 'tiñen' tu piel) es una opción muy saludable para los que pueden tener problemas con el sol. O simplemente para los que al ser muy blancos nunca alcanzan ese color soñado. O también para los que no pueden pasarse por la playa. El truco está en aplicarlos correctamente, para no acabar pareciendo un dálmata. Es necesario que exfolies la piel y la hidrates a conciencia, en especial, codos y rodillas, que son los grandes olvidados. La hidratación también será básica en los días posteriores a la aplicación, para que su efecto dure más.

Debes aplicar el producto de abajo para arriba, empezando por los pies, con un movimiento de barrido. Algunos de estos cosméticos vienen con un guante aplicador, pero si lo haces con las manos, lávatelas inmediatamente después. Depende del fabricante, cambiarán algunos detalles, por lo que deberás leer siempre las recomendaciones. Por ejemplo, Skin Finishing de St.Tropez se aplica y después se aclara, pero dependiendo del bronceado que busques deberás dejarlo de una hora a tres sobre tu cuerpo.

1. Self Tan Beauty bajo la ducha de Lancaster; 2. Concentrado autobronceador de Clarins; y 3. Tan Enhancing Moisturiser de St.Tropez.

Otros autobronceadores, en cambio, se dejan puestos y no es recomendable ducharse hasta pasadas dos o tres horas. También hay novedades interesantes. Por ejemplo, St.Tropez y Lancaster han sacado al mercado dos productos que se pueden aplicar en la ducha con un efecto inmediato. Clarins tiene un producto autobronceador que se mezcla con la hidratante que utilices habitualmente y no tiene ningún efecto tras su aplicación. Otras marcas han apostado por ofrecer más beneficios y existen autobronceadores que combaten la celulitis o el envejecimiento. Por último, para facilitar su aplicación encontrarás todo tipo de texturas: 'must', crema, gel, toallitas...

3. Ponte en manos de profesionales

También existen tratamientos en cabina que te alejarán de la palidez. Su buscas un bronceado sin riesgos, deberás recurrir al autobronceado con pistola. Se trata de un aerosol con ingredientes muy similares a los de los que se comercializan para uso doméstico, que se aplica sobre toda la piel, consiguiendo un tono uniforme. En general, el producto que se aplica suele contener caña de azúcar, que es lo que aporta el color.

Cada centro de belleza tiene su patente, aunque, realmente, todas son bastante similares. Al llevarse a cabo por profesionales se evitan las patosidades que uno comete al aplicárselos por su cuenta y riesgo. Y el efecto es más duradero. Las recomendaciones previas y posteriores son las mismas que se han explicado en el punto anterior: una buena exfoliación e hidratación, haciendo hincapié en codos y rodillas. El color resulta perfecto para cualquier boda o fiesta.

Otra alternativa es recurrir a centros de bronceado artificial: los famosos rayos UVA. Estas cabinas, tan de moda hace unas décadas, cuentan cada vez con peor prensa, por los efectos adversos que pueden ocasiones: envejecimientos y cáncer de piel. Por ello, es importante escoger un centro que cumpla con la normativa de los aparatos y que tenga profesionales cualificados (esteticista diplomado en UVA o dermatólogo). Y llevar buena música en el móvil para no aburrirse confinado en el sarcófago bronceador.

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