Esto es lo que le ocurre a tu piel cuando no le da el sol

Somo un país de sol, eso está claro. Y sabemos cómo protegernos, ya que lo llevamos haciendo generación tras generación. Más allá de usar mejor o peor nuestro protector solar (todavía cometemos algunos fallos), somos expertos en otros factores como controlar bien a qué horas no es recomendable pisar la calle (en verano, en Sevilla, antes de las ocho de tarde solo se ven guiris), conocemos la importancia de beber mucha agua y somos muy de abanico y gorro. Hasta Dinamarca, ese país que presume de ser el más feliz de Europa, nos pide ayuda y consejo para que sus ciudadanos no vuelvan carbonizados después de pasar las vacaciones en nuestras costas.

El cáncer de piel es uno de los más comunes en países como Reino Unido y Dinamarca donde no están tan concienciados con los peligros que conlleva la exposición al sol. Pero una cosa es tomar precauciones y otra muy distinta es volverse paranoico. Y es que el miedo a la exposición solar, ya sea para prevenir el cáncer o simplemente por estética, para mantener un tono de piel claro, está haciendo que muchas se conviertan en auténticos Nosferatu.

Life Noggin, uno de los canales divulgativos más famosos de YouTube, ha elaborado un vídeo en el que se nos explica lo que le ocurre a nuestro organismo si dejamos de exponernos al sol y, spoiler, no es nada bueno. Empezaremos carecer de vitamina D, ya que la recibimos directamente del sol, y esta vitamina no solo es esencial para la integridad de los huesos, ya que nos ayuda a sintetizar el calcio; también para evitar la diabetes. Además, la luz solar también nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y a revertir el trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés), mantener una tensión arterial más baja y, por lo tanto, reducir el riesgo de enfermedades del corazón.

Dado que es casi imposible obtener la cantidad de vitamina D que necesitamos solo a través de alimentos, la luz solar es nuestra principal fuente de esta vitamina (aparte de los suplementos vitamínicos). Pero el sol también tiene un reverso negativo, unos peligros conocidos por todos que van desde el daño de las membranas celulares de la piel y la alteración del ADN, poniéndonos en una situación de riesgo de padecer cáncer de piel, hasta el acelerar el proceso de envejecimiento ya que deshidrata la piel haciendo que esta se vuelva más seca, fomentando la aparición de manchas y arrugas, mucho más finas y profundas que son casi imposibles de quitar. Visto lo visto, ¿dónde está el equilibrio? ¿Podemos exponernos al sol evitando su lado negativo y quedándonos solo con sus beneficios? Pues sí y la respuesta la conocemos de sobra: el sentido común.

Y este sentido común recopila todos los trucos que por suerte ya conocemos. Así que para disfrutar de la luz solar, hay que aplicar una protección adecuada a nuestro tipo de piel antes de salir de casa, utilizar un sombrero para proteger nuestra cabeza y buscando sombra. Y sí, últimamente se han publicado estudios que advierten de que el uso de SPF, al bloquear la radiación UVB, teóricamente inhibe también la síntesis de vitamina D. Pero, de todas formas, otros muchos estudios muestran que la mayoría de la gente nunca aplicamos suficiente protector ni lo renovamos tan a menudo como para que esa absorción de la vitamina D no se produzca. De todas formas, quédate con el consejo de los médicos que también recomiendan exponerse al sol sin protección durante diez minutos al día; eso sí, en las horas más tempranas de la mañana, nunca después de las once.

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