Lo último en selfies: trucos, encuadres, poses... Qué necesitas para la foto perfecta

Más de 25.700 selfies se van a hacer a lo largo de sus vidas cada uno de los miembros de la famosa generación millennial (los nacidos entre finales los 80 y principios de los 2000). Lo ha aventurado la psicoanalista francesa Elsa Godart en su libro 'I Selfie Therefore I Am' (Yo selfie, luego existo), que llega a ese resultado partiendo de la base de que todos ellos seguirán haciéndose fotos al ritmo actual. Porque otros datos dejan muy atrás sus cálculos. Google, por ejemplo, sostiene que el año pasado se subieron a las redes 24 millardos de selfies. Sea cual sea el cálculo correcto, está claro que la reafirmación electrónica del yo es algo importante para los jóvenes (y cada vez menos jóvenes), así que no está de más hacer un repaso a los últimos trucos y tecnologías que harán de cada primer plano una obra de arte.

Las poses de moda

Sí, es cierto que si tenemos una estructura facial perfecta como Gigi Hadid o Kendall Jenner no nos será difícil aparecer ideales en cada foto, pero aunque no sea el caso, siempre podemos emular sus posturas para jugar con algo de ventaja. ¿Y cuál es la pose de moda? Se llama Downward Gaze, algo así como “vistazo hacia abajo”. Dicho de otro modo, mirar hacia el suelo, con la cabeza un poco de lado y una expresión mezcla de “soy tímida” y “estoy enfrascada en mis propios y profundos pensamientos”, buscando la combinación perfecta de naturalidad y artificio. Si a ellas les funciona tan bien, no hay razón para que no surta con nosotros el mismo efecto.

Otra pose que está teniendo mucho tirón es el Fingermouthing. Instagramers como la actriz Ashley Benson, Reese Cromwell o Kylie Jenner han puesto de moda aparecer en las fotos con un dedo inocente y naturalmente apoyado sobre su labio inferior, lo que hace que este se despegue ligeramente. La misma Kylie explicaba en una entrevista a la revista 'Elle' UK que esa pose la desarrolló por “lo insegura que su boca la hace sentir”, lo que nos lleva a preguntarnos: si ella tiene dudas acerca de sus labios, ¿por que ha creado una línea de maquillaje dedicada exclusivamente a ellos?

La iluminación siempre a punto

No todos tenemos la oportunidad de ir acompañados de un fotógrafo y su ayudante allá donde vayamos para conseguir siempre el encuadre perfecto o la luz apropiada. Atenta a esa circunstancia, la empresa LuMee, que se dedica a vender fundas para móviles, ha desarrollado un sistema que permite convertir en fotografiable incluso la más oscura de las situaciones.

Con cuatro linternas LED (dos frontales, dos en la parte de atrás) y batería recargable, su funda está diseñada para complementar el flash de nuestro teléfono, proporcionarle a nuestro rostro una iluminación más equilibrada y completa, y que seamos la envidia de cualquiera en las redes sociales (en lugar de parecer el conde Drácula siempre que nos hacemos una foto con el flash convencional).

El encuadre perfecto, de forma automática

Apple, como no podía ser menos, también es consciente del tirón del selfie. En julio de este año ha recibido la aprobación a una nueva patente para convertir nuestro smartphone en un genio de las autofotos. Será la propia cámara la que decida cuál es el encuadre perfecto para nuestros retratos. De hecho, incluso identificará si queremos salir con más gente en la foto o no. También modificará el enfoque de la lente del móvil para tener el zoom perfecto sin alterar el tamaño de ciertas partes de nuestra cara (el gran angular, perfecto para un encuadre más global, tiende a exagerar el tamaño de nuestra nariz; sin embargo el zoom permite una imagen más favorable de nuestros atributos) y logrará que nuestra cara salga perfecta, queramos o no.

Llevar el selfie a lugares inesperados

Solemos ser reacios a aceptar de buenas a primeras las modas impuestas por los instagramers. Pero está claro que acabamos haciéndolo. Así que no sería remoto que la nueva moda impulsada por la instagramer coreana Dain Yoon (@designdain) llamada Selfie Nails o Uñas Selfie acabase imponiéndose. Consiste en hacerse varios selfies y usar nuestras uñas como lienzos para pintar dichas fotografías, añadirles pelo… Y luego, claro, hacernos una foto luciendo nuestros… ¡propios selfies! ¿Se puede ser más narcisista? Cierto es que Dain juega con las autofotos y el surrealismo de una forma completamente artística. Pero no sería de extrañar que si hemos llegado a percibir como normal el ribcage bragging, el tight gap o el abcrack, esto se convirtiese en rabiosa tendencia.

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