¿Se nos están yendo las dietas de las manos? Amaya Fitness nos lo aclara
¿Hay que pesar la comida? ¿Es pecado darte un capricho? Hablamos con la entrenadora Amaya Fitness acerca de estas cuestiones para saber si es posible estar en forma sin enloquecer
Instagram se ha convertido para los amantes del 'fitness' en un escaparate en el que encontrar entrenamientos innovadores, ejercicios para cambiar las rutinas deportivas y recetas para afrontar las dietas sin renunciar al sabor. Sin embargo, lo cierto es que diversos estudios y profesionales señalan que la frecuencia con la que vemos cuerpos casi perfectos en nuestras redes, muchos de ellos pertenecientes a personas que no son famosas –en dichos casos, nos podemos aferrar al 'como son ricos, dedican su fortuna a estar perfectos'–, es la responsable de que nuestra autoestima termine mellada. Al ver los perfiles de muchas de estas personas, comprobamos que sus dietas están medidas de forma milimétrica -tanto que muchos pesan cada uno de los ingredientes que terminarán en sus estómagos- y que salir a tomar una cerveza y disfrutar del pincho de turno es casi pecaminoso.
La entrenadora de los famosos
Hablamos con la entrenadora personal de 'celebrities' –y mortales, claro– Amaya Fitness acerca de esta tendencia. Y lo hacemos porque en sus redes siempre defiende llevar una vida sana en la que las restricciones no sean la norma y en la que los alimentos de toda la vida sean los que estén en nuestras mesas, sin superalimentos de por medio. “No soy de etiquetar alimentos como si fueran superhéroes. Es cierto que hay alimentos que por su composición o acción en el organismo son especialmente interesantes, pero deberíamos añadir que lo son si se hace un consumo adecuado en el que se tengan en cuenta las proporciones y la frecuencia de su consumo”, explica.
“Tenemos la suerte de vivir en un país abanderado de la dieta mediterránea, con gran variedad de alimentos de calidad. En realidad, no estoy diciendo nada que no sepamos, pues los beneficios de la dieta mediterránea están más que demostrados y tan solo tenemos que ponerlo en práctica. Pero otra cosa muy española es darle más valor a lo que viene de fuera que a lo que tenemos en casa, porque deberíamos ser nosotros los que exportemos nuestra dieta al resto del mundo. Sin embargo, nos dejamos impresionar por la dieta de moda que promete resultados asombrosos de forma rápida y sin esfuerzo. Puro marketing que se sirve de la ilusión, la desesperación (en algunos casos), las prisas y la falta de implicación para vender sus productos”, matiza.
¡Viva el sentido común!
Al ver el físico de Amaya, es imposible pensar en la palabra 'grasa'. Su moldeada silueta, en la que los músculos están perfectamente definidos, no es sin embargo fruto de una de esas dietas en la que cada mordisco se mide. “Yo no peso los alimentos, creo que con eso queda clara mi posición. Se puede llevar una alimentación equilibrada y proporcionada sin necesidad de pesar todo aquello que comes. En algunos casos, cuando no se tiene una referencia de lo que sería una porción, se puede utilizar la báscula para tener una medida. También resulta de ayuda hablar de cucharadas, vasitos, puñados... No hace falta ser exactos, siempre apelo al sentido común”, explica.
Los que siguen una dieta a rajatabla se permiten una comida libre semanal, a la que se conoce como 'cheat meal'. ¿Qué opina ella de esta costumbre? ¿Es mejor permitirte una comida trampa o disfrutar de algunos caprichos a lo largo de la semana? “Una dieta estricta es insostenible y para nada saludable, ni física ni mentalmente. Uno de los problemas de las dietas estrictas y restrictivas es que generan tanta ansiedad que el día del famoso 'cheat meal' se atiborran a comida basura. Disfruta de cada comida y verás cómo no será necesario etiquetar una comida como libre para cometer todo tipo de excesos. Hay dos frases que definen mi filosofía de vida en este sentido: "No hagas de la excepción la regla" y "No es pecar, es vivir". Si combinas las dos, encontrarás el equilibrio propio del sentido común”, asegura la entrenadora, cuyas redes sociales demuestran que ella es una firme defensora de salir a tomar algo con los amigos sin privarse de (casi) nada.
Claves para no ralentizar el metabolismo
Los defensores del 'cheat meal' aseguran que la función de esta comida es liberar a la mente de la presión a la que es sometida al tener que prescindir de todo tipo de caprichos a la hora de comer y reactivar el metabolismo, que necesita un incremento de calorías para volver a actuar con fuerza tras una semana en la que cada alimento se ha medido. Puesto que ella no cree en esta teoría, le preguntamos las claves para no ralentizar el metabolismo.
“El metabolismo hace referencia a las calorías que gasta el organismo para desarrollar sus funciones. La edad, el género y el componente genético afectan, pero desde luego el estilo de vida es determinante. Me gusta decir que el metabolismo lo podemos entrenar. Por ejemplo, haciendo actividad física, especialmente realizando entrenamientos a diferentes intensidades y con ejercicios explosivos, que mantienen en combustión al organismo incluso una vez cesa la actividad. El trabajo con cargas mejora el tono muscular y el músculo es un gran quemador de calorías. Comer frecuentemente, aproximadamente cada tres horas, mantiene el metabolismo activo. Un buen descanso también es favorable, pues durante las horas de sueño tienen lugar importantes funciones metabólicas. Es importante evitar aquellos hábitos que lo ralentizan. El temido efecto rebote está relacionado con las alteraciones metabólicas que se producen al llevar dietas hipocalóricas prolongadas en el tiempo. La restricción severa obliga al organismo a ser más eficiente, a vivir con menos calorías”, explica.
Otra de las tendencias es el cardio en ayunas. Preguntamos a Amaya su opinión acerca de esta práctica. “Es un tipo de entrenamiento que no es apto para todo el mundo, que además depende del tipo de ejercicio que se vaya a hacer y de la condición física de la persona. Una buena opción para aquellos que quieran hacer ejercicio a primera hora de la mañana es dividir el desayuno”, aclara.
Cómo quitarnos esos kilos de más
Por cierto, ¿ a favor o en contra de los famosos batidos de proteínas después del entrenamiento? “Nos alimentamos y nutrimos con comida. Las proteínas y los aminoácidos son componentes que encontramos de manera natural en los alimentos, así que con un buen plan de alimentación debería ser suficiente. Pienso que se les atribuye esos 'superpoderes' de los que hablábamos antes, hasta el punto de que mucha gente cree que solo tomando esos productos conseguirán sus objetivos, y no es verdad”. Para terminar, le pedimos que nos diga qué comer para quitarnos de encima esos kilos de más que llegan tras la Navidad.
Desayuno
- Naranja laminada con un toque de canela.
- Café solo o con leche.
- Tostada multicereal con crema de aguacate, tomate laminado y una loncha de jamón.
Almuerzo
- Yogur natural 0% MG con trozos de kiwi.
Comida
- Pisto.
- Pollo asado.
- Una mandarina.
Merienda
- Tosta de requesón con salmón y un par de nueces.
Cena
- Revuelto de gambas acompañado de un salteado de trigueros y tomate cherry.
- Chupito de salmorejo .
Tras la cena...
- Queso batido 0% MG.
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Instagram se ha convertido para los amantes del 'fitness' en un escaparate en el que encontrar entrenamientos innovadores, ejercicios para cambiar las rutinas deportivas y recetas para afrontar las dietas sin renunciar al sabor. Sin embargo, lo cierto es que diversos estudios y profesionales señalan que la frecuencia con la que vemos cuerpos casi perfectos en nuestras redes, muchos de ellos pertenecientes a personas que no son famosas –en dichos casos, nos podemos aferrar al 'como son ricos, dedican su fortuna a estar perfectos'–, es la responsable de que nuestra autoestima termine mellada. Al ver los perfiles de muchas de estas personas, comprobamos que sus dietas están medidas de forma milimétrica -tanto que muchos pesan cada uno de los ingredientes que terminarán en sus estómagos- y que salir a tomar una cerveza y disfrutar del pincho de turno es casi pecaminoso.