El secreto mejor guardado de... Elena Rivera
Powered byompartimos con la actriz cómo es un día en la metrópoli. Descubrimos cómo cuida su piel de la mano de la nueva línea de productos anti-contaminación de Nivea Urban Skin. Así es como esta joven se protege de las partículas nocivas que flotan en el ambiente de la capital.
Madrid se despereza entre luminosa y fría. El sol, tímido, se cuela por algunas de las angostas calles que desembocan en una céntrica plaza de la capital. A primera hora de la mañana, los viandantes aún transitan somnolientos buscando el poco calor que despide el astro rey. Aunque no lo sepan, no caminan solos. Monóxido de carbono, dióxido sulfúrico u óxido de azufre, entre otros, son algunos de los enemigos invisibles que les acompañan.
Las altas tasas de contaminación se han convertido en territorio hostil para quienes viven en las grandes urbes. Practicar un estilo de vida cosmopolita en un entorno ‘gobernado’ por la polución tiene un alto coste para la salud... y también para la piel. Estos estragos se traducen en la aparición de hasta un 25% más de manchas y arrugas, según un reciente estudio publicado por el 'Journal of Investigate Dermatology'. Dos signos clave del envejecimiento prematuro. Un banquete inmisericorde de agresiones al rostro que tienen su origen en los famosos radicales libres, en los metales pesados y en esas nanopartículas que emiten las chimeneas de las calefacciones o los tubos de escape de los automóviles.
Para ponerle freno a estos ataques, la firmas de cosmética se han centrado en crear escudos eficaces de protección que mantengan al rostro al margen de este entorno. Nivea, por ejemplo, acaba de lanzar una línea completa con uno de los activos antioxidantes más potentes como base, el extracto de té verde orgánico. A él han unido el poder hidratante del ácido hialurónico, así como el Licocalcón A, un antioxidante natural capaz de contrarrestar los efectos del estrés en la piel. Pensada para mujeres jóvenes que se enfrentan a los riesgos de la polución en las grandes ciudades, Nivea Urban Skin cuenta con tres armas infalibles: una crema de Cuidado de Día Antipolución con SPF20, una Mascarilla Detox 1 Minuto y una Crema de Noche en Gel.
Rivera, ante la nube de polución: “Parece infinita, ¿no crees?”
penas rozan las 10 de la mañana y el trasiego de coches es el de costumbre. El ruido de los motores es solo un indicativo de ese centro que bulle a un ritmo infinitamente más frenético que el de los aletargados peatones que caminan por la plaza de Pedro Zerolo. El lugar escogido para comprobar cómo es un día en la vida de Elena Rivera (Zaragoza, 1992) y cómo convive la actriz con esos enemigos nocivos para la piel de su rostro. Nos citamos con ella en la habitación 703 del hotel Room Mate Óscar.
La mañana ha amanecido libre de nubes. Algo que permite observar la boina de polución que domina los tejados de Madrid. En ella aguarda la actriz cuya apariencia, menuda y pizpireta, no la hace distar mucho del célebre personaje que encarna en la serie ‘Cuéntame cómo pasó’. Porque en el rostro de Elena hay mucho de Karina. Y viceversa. Ambas comparten la misma mirada en azul aguamarina, enmarcada por unas cejas bien delineadas que se despliegan sobre un rostro de porcelana. Una piel jugosa que mima con estrictas rutinas de belleza.
Rivera observa lo bien que se percibe hoy toda esa masa de polución que se cierne sobre la ciudad. “Parece una nube infinita, ¿no crees?”, asegura. La actriz es consciente de que convive con ese mar de contaminación, pero no por ello renuncia a disfrutar de Madrid cuando dispone de días libres. Y el deporte siempre forma parte de sus planes.
Probamos a acompañarla durante una de sus sesiones de entrenamiento. La localización y las vistas elegidas para la ocasión resultan impagables. En la célebre azotea del citado hotel podemos ver cómo Elena realiza algunos ejercicios aeróbicos con la ciudad a sus pies. Enfundada en unas mallas de lycra y una sudadera, nada parece advertir que, bajo esta última, se esconde una proporcionada anatomía a prueba de secuencias. De no ser porque se declara algo temeraria y apasionada de su oficio, cualquier productor le hubiera impedido rodar.
“Sucedió durante el rodaje de ‘La verdad’ [la serie que Telecinco ha presentado ya y en la que participa junto a Jon Kortajarena]. Estábamos en una playa de Cantabria y la escena requería que mi personaje saliera nadando del mar. El agua estaba helada, pero insistí en hacerlo yo misma para darle realismo a la escena y evitar así que tuviera que rodarlo una doble”, explica entre risas.
- Entonces, ¿el secreto para tener una piel así de tersa reside en darse baños de agua helada por exigencias del guión?
- ¡En absoluto! Entre los muchos secretos que guarda una actriz está el de utilizar una hidratante de calidad. Por las mañanas, suelo aplicarme una crema con protección solar. Tengo la piel muy sensible y en una ciudad como Madrid, con sus altos índices de contaminación, resulta fundamental protegerla de todos esos elementos nocivos que flotan en el ambiente.
“Por las mañanas, me aplico una hidratante con protección solar y con filtros anti-polución”
“Tengo la piel muy sensible y en una ciudad tan contaminada como Madrid, tengo que protegerla de esos agentes nocivos”
sus 25 años, Rivera se muestra como una mujer metódica. Tras su rutina deportiva en la azotea, la actriz regresa a su habitación para darse una ducha. Antes de pasar al baño, saca de su bolso un tarro verde con tapa blanca en cuya descripción reza: “Nivea Urban Skin Defence Cuidado de Día FP 20 Anti-polución”. Es entonces cuando le pregunto:
- ¿Es este uno de tus secretos para protegerte de los daños que causa la contaminación?
- Sí. Además, si observas sus componentes, comprobarás que tiene extracto de té verde orgánico, ácido hialurónico y diversos factores de protección.
- ¿Hay algo que la haga especial?
- Su textura. Es muy ligera y eso es lo que más me gusta de una hidratante. Sobre todo si después de su aplicación me esperan largas sesiones de maquillaje. Un buena base que nutra mi piel es todo cuanto busco en este tipo de productos. Y si además me protege de los agentes nocivos, mucho mejor.
Rivera resulta tan dulce como aguerrida. El equilibrio perfecto para alguien que, además de trabajar en el mundo de la interpretación, todavía saca tiempo para ir a la facultad a estudiar magisterio en la especialidad de Educación Infantil. Una carrera que labra en paralelo a su desarrollo como actriz.
- Con este ritmo de vida tan frenético, ¿cómo te organizas en tu día a día?
- Por las mañanas voy a clase, excepto cuando tengo jornadas de grabación. Después, suelo llegar a casa, almuerzo y por las tardes, en función de cómo tenga planificado el día, suelo escaparme al cine o al teatro. Son dos de mis pasiones.
- Clases, grabación, deporte… Eso te obligará a llevar un régimen estricto, ¿no?
- No necesariamente. Para mí, el desayuno es la comida principal del día. Siempre tomo un zumo de naranja, un café con leche, una tostada con tomate y una pieza de fruta. Así es como arranco el día.
Esta zaragozana está de suerte. Es jueves y no tiene ni clase ni rodaje. “Sin embargo, mañana me espera una atípica jornada de grabación”, asegura. Según cuenta, la han convocado a las siete de la tarde para rodar una de las escenas que se emitirán dentro de poco en la serie de TVE. “Hoy me han pasado el plan y, presumiblemente, estaremos en el set hasta las cinco de la madrugada”, explica. Un ritmo al que dice estar acostumbrada y que en nada le impide llevar una vida activa en sus días libres. Como hoy.
“Me gusta la hidratante de Nivea Urban Skin porque tiene una textura muy ligera”
“Mi día a día es el de una chica joven y activa. Cuando no tengo rodajes, me gusta disfrutar del cine o el teatro; mis dos pasiones”
espués de desayunar, se deshace de su ‘look’ deportivo, para probar a ondularse el pelo, marcar sus labios con un sutil rojo carmesí y calzarse unas zapatillas blancas, un pantalón vaquero de patrón ‘boyfriend’, un jersey negro y un abrigo tres cuartos de silueta ‘oversize’ del mismo color. Un conjunto apto para caminar por las calles de Madrid. Hoy comerá con una amiga de la facultad en algún local de moda de la capital.
No cabe duda. Está guapa y su apariencia es increíblemente chic. Será que la luz que desprende su rostro es consecuencia de esos secretos de belleza que esconde para lanzarse a la efervescente Gran Vía. Esa crema hidratante que utiliza parece ser una suerte de grial contra las sustancias nocivas. Ahora, la calle es suya.
A pesar de que este estilismo dista mucho de los ‘looks’ ochenteros con los que se prodiga en la pequeña pantalla, el rostro de Elena es absolutamente reconocible por algunos de los viandantes que se cruzan con ella por la acera. No son pocos quienes piden hacerse una foto con la Karina de la ficción. Algo que, en absoluto, parece incomodarle. Más bien al contrario.
- ¿Te piden fotografiarse contigo con mucha frecuencia?
- En Madrid no excesivamente. La gente que vive aquí está más acostumbrada a toparse con personajes conocidos. En Zaragoza es distinto. Hay veces en que me cuesta ir de compras con calma por el centro comercial al que he ido desde niña. Eso sí, mis fans son muy amables, esto forma parte del juego de ser actriz y yo lo hago encantada.
Y tras este pequeño baño de masas, Rivera baja presta las escaleras de metro para acudir a su almuerzo. Y en un respingo, parece como si se hubiera contagiado del frenético ritmo al que se someten todos aquellos que, como ella, exprimen su tiempo en la gran ciudad.
“En Zaragoza me cuesta ir por el centro comercial donde iba a comprar de pequeña. La gente, muy amable, pide hacerse fotos conmigo”
esde hace unos minutos, el sol ha dejado de incidir sobre el escaparate de una cafetería situada en la confluencia de la Gran Vía y la calle Clavel. Son poco más de las 16.00 horas y Elena Rivera observa el imparable trasiego de viandantes que hay al otro lado del cristal.
Hace rato que acabó su comida y ha aprovechado este receso para repasar con su representante cuál será su agenda para los próximos días. Café mediante, mientras charla con su agente por teléfono, toma nota de cuál será su plan de trabajo durante la próxima semana. Tras esto, aún le queda tiempo para ir de compras y dar un paseo antes de regresar a su hotel para estudiar algunos de los textos que tiene previstos para su inminente rodaje.
ae la tarde y a medida que desciende el sol, los colores del cielo de la capital oscilan entre diferentes gamas de azules, rosas o naranjas. Aunque tampoco falta ese gris que, en absoluto, es consecuencia del ocaso. Esta última tonalidad implica un gran peaje para ese rostro tan dulce de la actriz. Esa contaminación oxida los lípidos de la parte superficial de la piel, reduciendo su hidratación y anulando sus antioxidantes naturales. Un cóctel nocivo del que Rivera es consciente y sobre el que aún no ha dicho su última palabra.
Ya en la habitación, Elena pasa al vestidor para cambiar de ‘look’ y resaltar esa imagen de chica urbana. Antes de abandonar la habitación, chequea su teléfono móvil para buscar la dirección exacta donde ha quedado para tomar un cóctel. “De Madrid me gusta su amplia oferta de locales de moda donde poder tomar algo con amigos”, asegura. Elena se recogido el pelo y abandona la estancia ataviada con su abrigo y una camiseta blanca en la que se lee ‘Keep it real’ o ‘Sé realista’, en su traducción al castellano. Con ella, demuestra que en su día a día no hay dobleces. Sabe conjugar su frenético ritmo de vida como actriz con la interminable lista de ofertas de ocio que ofrece la capital para la gente de su edad.
“De Madrid me gusta su oferta de locales de moda donde tomar algo con amigos”
a noche se ha precipitado ya sobre Madrid. Rivera, estricta también con sus horarios de descanso, regresa al hotel para darse una ducha. No sin antes desvelar cuáles son sus trucos para que la piel de su rostro sobreviva a jornadas maratonianas. Pide que la acompañemos al baño para descubrir de qué forma se cuida antes de irse a la cama.
En la repisa del lavabo ha improvisado una especie de altar con algunos de sus productos fetiche. En él no faltan un agua micelar y un desmaquillante específico para la zona del contorno de ojos, así como otra tanda de productos para limpiar en profundidad la piel de su rostro. “Este es uno de mis momentos preferidos; cuando me dedico tiempo para mí misma”, asegura al tiempo que retira de su cara los restos del sutil maquillaje con el que se ha paseado por la ciudad contaminada.
studios recientes demuestran que la limpieza facial para quienes viven en la ciudad requiere de activos capaces de arrastrar todas esas partículas que quedan adheridas a la piel. Algunas de ellas son hasta 20 veces más pequeñas que el tamaño de un poro, por lo que se pueden acumular en el interior de la piel y para ello se necesitan productos específicos para eliminarlas.
Elena tiene la clave para combatir los daños colaterales que trae aparejados la polución. Sobre su mano aplica una cantidad generosa de la mascarilla Urban Skin Detox de Nivea. “Solo necesito un minuto para limpiar mi piel en profundidad; arrastra los restos de maquillaje o la grasa que se acumula en ella a lo largo del día y siempre la utilizo como paso previo antes de meterme en la ducha”, explica mientras extiende una capa generosa sobre su cara. Después de la ducha, la actriz desvelará que en sus rutinas de belleza no hay dos sin tres y que otro de sus secretos también tiene forma de eficaz elixir para luchar contra la contaminación.
“Me gusta esta mascarilla porque solo necesito un minuto para limpiar mi piel”
“¿Mi momento favorito del día? Cuando dedico tiempo para el cuidado de mi piel”
os 25 años de Elena Rivera muestran el prodigio de esa impecable piel de la que es poseedora. Se encuentra en la edad perfecta para comenzar a tomarse muy en serio el cuidado de la misma. Basta con observarla después de su baño. Con un rostro de aspecto pulcro hasta recién salida de la ducha. Pero, como en todo, también hay truco.
“Antes de meterme en la cama, aplico una crema de noche”, asegura mientras abre un tarro verde -este con tapa azul- que contiene una brillante loción. Elena aplica una generosa capa de este producto sobre su cara. “Es muy similar a la que me pongo al arrancar el día. Con una salvedad: leí que este gel de Nivea Urban Skin Detox ayuda a la regeneración de mi piel mientras duermo. Me gusta porque deja una sensación de frescor en mi piel, convirtiéndose así en el paso final de mi ritual diario de belleza”, explica.
inutos después, Rivera regresa a la habitación enfundada en su pijama de seda dispuesta a meterse en la cama. Y sobre el lecho, la actriz deja que el último elixir que ha aplicado sobre su rostro ‘entre en escena’. Quien hoy duerme es la joven Elena. Quizá mañana, por exigencias del guión, amanezca su alter ego en la ficción: la entrañable Karina.
“La crema de noche Nivea Urban Skin deja una sensación de frescor en mi rostro”