Esto es todo lo que puedes hacer antes y después de lavarte el pelo para que crezca más (y más fuerte)

Hay personas que tienen que retocarse el largo de la melena cada pocas semanas y otras a las que les ocurre lo contrario: por más que lo intenten, su pelo llega a un punto en el que dice que no crece más. Hay tres grandes razones por las que tienes la impresión de que tu pelo crece más despacio de lo normal. La principal: se rompe. Otra causa: no lo alimentas adecuadamente y, como si fuera una planta, se estanca y deja de crecer. A eso se suelen añadir unos malos hábitos de vida, dominados por el estrés y las prisas.

La clave está en entender tus necesidades capilares de forma personalizada. En lugar de buscar una regla universal, observa las señales que te envía tu cabello y cuero cabelludo. Cuando sientas que tu pelo está sucio, graso o expuesto a agentes externos como humo, polvo o contaminación, es momento de lavarlo.

Recuerda que el cuero cabelludo es como la tierra para tu cabello: debe estar limpio, equilibrado y sin irritaciones. Aunque el sebo natural es importante para la salud del cabello, un exceso puede atraer polvo y contaminantes, dejando el cabello opaco y sucio.

Factores como la forma del cabello también influyen en la frecuencia de lavado. Por ejemplo, el cabello rizado tiende a ensuciarse más lentamente que el cabello liso debido a la dificultad del sebo para recorrer su longitud.

En última instancia, nadie conoce tus necesidades mejor que tú mismo. Ajusta la frecuencia de lavado según lo que te indique tu cabello y cuero cabelludo. La higiene diaria es beneficiosa, siempre y cuando uses los productos adecuados para mantener la salud de tu cabello y cuero cabelludo.

Pero vayamos por partes. ¿Por qué se parte el cabello? Hay varias causas que pueden provocar que la fibra capilar se rompa, especialmente en estos tres pasos:

Lavar

Tenemos la mala costumbre de frotar en exceso y a lo largo de toda la longitud del cabello, cuando lo adecuado es “incidir en el cuero cabelludo, que es donde se acumula la grasa y la suciedad”, explica Nadia Barrientos, de The MadRoom. Otro error es “utilizar champús excesivamente jabonosos, ya que suelen tener ingredientes químicos que dañan la fibra capilar”, añade.

Secar

Las herramientas térmicas, como secadores y planchas, trabajan con temperaturas elevadísimas para hacer que el agua se evapore. Eso tiene como consecuencia que el pelo se deshidrate y se vuelva más frágil. Evidentemente, para minimizar daños hay que utilizarlas siempre junto con protectores del calor.

Peinar

Es otro de los momentos en los que más nos jugamos la melena. Según Nadia, hay que evitar “usar cepillos o peines de plástico o metal, ya que son tan duros que pueden partir el pelo; utilizar gomas muy finas o con elementos metálicos, puesto que pueden producir enredos; y caer en la tentación de cardar el pelo a diario para que parezca más voluminoso”.

En cuanto a la mala alimentación, no se trata tanto de que tomemos poca comida, sino de que haya una escasez de nutrientes. El pelo necesita ácido fólico, biotina, hierro, zinc o los ácidos omega-3, según los expertos de Forté Pharma, ya que favorecen la salud capilar y, por lo tanto, una melena más densa y resistente. Están presentes en alimentos como los huevos, el hígado, la levadura de cerveza, las verduras de hoja verde, la calabaza, el pescado azul, los frutos secos ¡y el chocolate!

El tercer problema son los nervios

El pelo es un chivato de nuestro estado emocional, especialmente si estamos más agobiadas de lo que nos conviene. Además, cuando estamos estresadas o tensas, tendemos a tocarnos el pelo y juguetear con él, enrollarlo… En definitiva, lo maltratamos sin darnos cuenta. Evidentemente, todo lo que hagamos para disminuir nuestro nivel de estrés (deporte, dormir más, practicar técnicas de relajación, etc.) repercutirá en una mejor salud capilar y nuestro pelo crecerá más y más fuerte.

La cosmética también puede ayudar a mejorar el crecimiento del cabello. Eso sí, siempre teniendo claro un concepto: no es que haya más número de pelos en nuestra cabeza, sino que los que ya tenemos vivirán más tiempo y se romperán menos, aumentando su longitud. Y, a la vez, con un grosor algo mayor, por lo que parecerá que tenemos más.

Tres años más joven. El Serum Nutriprotector Peptide Repair Rescue, de Bonacure (24,62 €), revierte los daños acumulados que causan los tratamientos químicos, las planchas o el secador. Se aplica en medios y puntas para reducir el riesgo de roturas y, además, protege de los nuevos daños externos.​

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Adiós, tijeras. La crema Dream Long Stop Tijeras, de Elvive (4,23 €), aporta aceite de ricino y keratina vegetal, sellando las puntas abiertas, por lo que no hace falta cortar el pelo con tanta frecuencia.​

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Delicado y natural. El peine para desenredar de The Body Shop (4,50 €) tiene unas púas anchas y muy separadas entre sí. Va muy bien también para extender cremas o mascarillas por el pelo de forma uniforme.​

Cuidado interior. Las cápsulas Expert Capilar Cabellos, de Forté Pharma, a la vez que tratan la caída del pelo, favorecen que esté bien nutrido gracias a su mezcla de Ginkgo biloba, que estimula la circulación, vitamina B5 e isoflavonas, con acción antioxidante.​

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Tradición actualizada. Uno de los 'remedios de la abuela' para hacer que el pelo creciera más y más sano consistía en usar zumo de cebolla cuando se lavaba. La razón es que esta hortaliza, especialmente la roja, es una gran fuente de flavonoides y compuestos de azufre, que van muy bien para el pelo. Este es el ingrediente principal del champú de Nuggela y Sulé (19,90 €), formulado también con sales del mar Muerto.​

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Donde hace falta. En ocasiones hay zonas concretas de la cabeza en las que se nota más la falta de cabello. En ese caso es muy cómodo el Spot Serum, de ReGenesis (40 €), con vitaminas y activos antirrotura.

Ahora, ya sabes, mucha disciplina, paciencia y aléjate de todo lo que cause estrés, uno de los mayores enemigos de nuestro cabello.