Qué desmaquillante le va a tu piel y las claves de una correcta limpieza

Es uno de los grandes mantras de la cosmética: limpiar y desmaquillar correctamente la piel es la piedra angular de cualquier rutina de belleza que se precie. Elimina el maquillaje, los restos de polución y sudor, las células muertas… Sin embargo, puede convertirse en un pequeño inconveniente -o incluso llegar a causar irritaciones innecesarias- si no se elije la fórmula correcta que necesita la piel en cada momento.

Cutis estresados

La tensión del día a día puede aumentar la sudoración, elevar la secreción de grasa e incluso alterar la microbiota que habita en ella. El problema se complica por los desechos relacionados con la contaminación urbana, que se van depositando en la piel a lo largo del día. Sus aliados: productos refrescantes, que actúen rápidamente y sean capaces de neutralizar las toxinas:

• Gel Balm Cleanser, de Eve Lom, una fórmula mixta que evoluciona rápidamente de gel a un bálsamo cremoso con activos detoxificantes (55 €).

• Superstart Probiotic Cleanser Whip to Clay, de Elizabeth Arden, con probióticos que cuidan las defensas naturales de la piel y minerales que absorben las impurezas (29 €).

• Lumière Essentielle, de Darphin, combina micelas con extracto de coco y aceites esenciales de cítricos y flores; pasa de gel a aceite y termina como una delicada emulsión (27 €).

• Agua Micelar Confort, de Lancôme, con miel de acacias y rosas, tiene acción calmante e hidratante (34 €).

Exceso de sensibilidad

El medio ambiente, o más bien factores como los cambios bruscos de tiempo, la contaminación y el sol, inciden en la reactividad cutánea. A ellos se suelen sumar las propias características de la piel, como una barrera debilitada, una incorrecta alimentación o el uso de fórmulas que la alteren. A la hora de limpiarla, son imprescindibles los productos con activos calmantes y con la menor cantidad posible de ingredientes para evitar reacciones inesperadas.

• Agua Limpiadora Esencial, de Bionike, no lleva tensioactivos, previene las rojeces y la aparición de grietas (18,90 €).

• Fluido Desmaquillante 3 en 1 de Eau Thermale, de Avène, se transforma de leche a agua limpiadora y tiene efecto calmante gracias al agua termal (17,35 €).

• Aceite Micelar Bifásico, de Babé, para los cutis atópicos y secos. A base de aceites naturales de algodón y caléndula (11,50 €).

• Mousse Limpiadora, de Sensilis, con una importante concentración de vitamina E, para reducir el enrojecimiento (11,90 €).

Brotes de acné

La aparición de granos, espinillas y puntos negros no se limita exclusivamente a la adolescencia, sino que está muy relacionada con el estrés, los cambios hormonales y, por supuesto, el exceso de grasa cutánea. En este caso, además de limpiadores específicos, a ser posible sin jabón, que frenen la proliferación bacteriana y que aseguren una buena hidratación.

• Sébium H2O, de Bioderma, un agua micelar específica para este tipo de cutis, ya que está enriquecida con activos que controlan la secreción de grasa (11,95 €).

• Active Pureness Gel, de Comfort Zone, con acción purificante y reequilibrante, no reseca la piel (40 €).

• Dermopure Oil Control, de Eucerin, lleva ácido salicílico, con propiedades antibacterianas, y activos que reducen la inflamación (14,95 €).

Sedientas

Los cutis secos tienen la particularidad de que pueden ser, a la vez, extremadamente sensibles, por lo que agradecen fórmulas que limpien, nutran, reparen la barrera hidrolipídica y calmen.

• Make-Up Remover Dry Skin, de Comodynes, en formato toallita empapada en extracto de avena, con propiedades calmantes e hidratantes, y de flor de loto rosa, que reduce el picor (4 €).

• Bálsamo Limpiador Divina, de L’Occitane, lleva aceite esencial de siempreviva, con efecto antienvejecimiento, y vitamina E, antioxidante (37 €).

• Herbal-Infused Micellar Cleansing Water, de Kiehl’s, además de las micelas que 'atrapan' la suciedad, lleva glicerina para mantener un buen nivel de hidratación (27 €).