Probióticos, las fórmulas con bacterias que revolucionarán tu piel
¿Sabías que los probióticos o bacterias 'buenas' neutralizan las toxinas y otras bacterias dañinas cuando el propio ecosistema de la piel está alterado?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define un probiótico como un microbio vivo que es beneficioso para los humanos. Los extractos de probióticos se han usado ampliamente en el cuidado de la flora intestinal e incluso vaginal. “Los alimentos probióticos son aquellos que contienen microorganismos vivos que son capaces de estimular las enzimas y los jugos gástricos del estómago. Y representan un importante mecanismo de defensa frente a las bacterias dañinas”, describe Albina Estévez, directora de formación de Lancôme. Y a nivel vaginal, mantienen la flora y el pH a raya para evitar infecciones vaginales. Pues bien, ahora también dan el salto a la cosmética con el objetivo de equilibrar el ecosistema cutáneo.
¿Cómo funciona un cosmético probiótico?
“Para garantizar la actuación de un probiótico en la piel y que este se reactive, deben desarrollarse formulas con condiciones muy especiales: hay que elegir muy bien los componentes y la galénica (pH del producto final, conservantes, recipientes que contendrán la fórmula)”, describe la directora de formación de Lancôme. Solo así son capaces de potenciar las defensas inmunológicas naturales y promover su proceso natural de renovación. “Por un lado, refuerzan la función barrera cutánea, con el fin de que la piel pueda desempeñar su papel protector de manera óptima. Y por otro, actúan sobre la propia estructura de la piel favoreciendo la síntesis de elementos fundamentales de la matriz –fibroblastos, colágeno y elastina principalmente-, imprescindibles para gozar de una piel más firme, elástica y turgente”, asegura la directora de formación.
Efectos inmediatos y a largo plazo
Todo esto se traduce en una mayor hidratación (capacidad de retención de agua de la piel) de forma inmediata y en una reducción de la apariencia de las arrugas y líneas de expresión, mejora de la luminosidad, la claridad, la firmeza, la uniformidad de la piel y la textura, a medio y largo plazo.
La piel es un ecosistema
El Proyecto del Microbioma Humano ha descubierto que la salud óptima de la piel depende de la presencia de trillones de microbios viviendo en ella y dentro de ella. Ahora está claro que la piel es un ecosistema, una intrincada interacción entre células humanas y microbios. De hecho, “se estima que hay más de 10 microbios por cada célula humana y que estos son esenciales para el funcionamiento óptimo de la piel”, según Estévez. Este descubrimiento ha hecho que las firmas cosméticas más avezadas ya se hayan lanzado a sacar cremas con probióticos, que en su composición incorporan extractos de bacterias, que ayudan reforzar la microbiótica cutánea. “El concepto es sencillo: utilizar estos elementos en fórmulas de aplicación tópica (aplicar gérmenes sobre la piel) para gozar de un cutis más resistente, radiante de salud y juventud, fortalecer su estructura y su función barrera”, explica Albina Estévez, directora de formación de Lancôme. Esta nueva generación de cosméticos, vendría a solucionar los problemas de sequedad y sensibilidad que sufren cada vez más mujeres debido a los cambios medioambientales.
1. Hydro Biotic Recovery Sleeping Mask, de Dr. Brandt Skincare (52 €). Una máscara sin aclarado que actúa durante toda la noche para ayudar a restaurar la barrera natural de la piel dejándola calmada, fresca, nutrida y profundamente hidratada. 2. Z Balance de Zelens (48 €). Bruma reequilibrante, con una mezcla patentada de cinco probióticos, potencia las defensas naturales de la piel, fortalece la función barrera, repone la humedad y ayuda a calmar y suavizar. 3.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define un probiótico como un microbio vivo que es beneficioso para los humanos. Los extractos de probióticos se han usado ampliamente en el cuidado de la flora intestinal e incluso vaginal. “Los alimentos probióticos son aquellos que contienen microorganismos vivos que son capaces de estimular las enzimas y los jugos gástricos del estómago. Y representan un importante mecanismo de defensa frente a las bacterias dañinas”, describe Albina Estévez, directora de formación de Lancôme. Y a nivel vaginal, mantienen la flora y el pH a raya para evitar infecciones vaginales. Pues bien, ahora también dan el salto a la cosmética con el objetivo de equilibrar el ecosistema cutáneo.