Que el exceso de azúcares en la comida no es bueno para la salud en general y para la figura en particular es algo bien sabido. La consecuencia: aumento de la flacidez y de las arrugas. Así es como funciona.
Cada vez comemos peor, más rápido y a base de platos preparados, muchos de ellos 'aliñados' con un exceso de azúcar oculto del que no solemos ser conscientes. Este exceso de azúcar pone en marcha una reacción del organismo llamada glicación, que consiste en que las moléculas de glucosa reaccionan con las proteínas de la piel, desorganizándolas. Además, hace que se formen proteínas más grandes que el cuerpo no es capaz de destruir. Con el tiempo estas proteínas se van acumulando en el organismo y se adhieren a las fibras de colágeno y elastina, haciendo que pierdan su flexibilidad.
¿Cómo puedes ayudar a tu piel? Aquí las mejores soluciones:
Endocare Cellage Day SPF30 Prodermis, de IFC (49,80 €), actúa a la vez contra la glicación, el estrés oxidativo y la inflamación gracias a un potente cóctel de antioxidantes. Al mismo tiempo favorece la diferenciación de las células madre relacionadas con la elasticidad.Face Scrub, de Sileä (40 €), recurre a las propiedades de la carnitina para frenar la glicación a la vez que favorece la regeneración de la piel gracias a la tierra de diatomeas, ricas en silicio. Merveillance Expert Sérum Lift-Tenseur, de Nuxe,está especialmente indicado a partir de los 40 años. Su principal ingrediente es el llamado lirio de un día, que protege y repara el colágeno y la elastina, por lo que reafirma y alisa la tez. Powercell Night Recue Cream, de Helena Rubinstein (165 €), es una crema de noche a base de células de Oceanic Crista, con propiedades antioxidantes y regeneradoras. Además de reparar y reforzar la barrera cutánea, limita la glicación y los daños que puede sufrir el colágeno. Black Charcoal Urban Protection Anti-Polución Ligera, de Armonía Bio (23,50 €), lleva, entre otros ingredientes, extracto de árbol de la seda, capaz de reducir el aspecto cansando que provoca la glicación. Tiene acción purificante gracias al carbón vegetal de roble y las semillas de moringa. “Una vez dañadas, las fibras de colágeno y elastina se vuelven más secas, quebradizas y débiles. Como consecuencia aparecen la flacidez, se forman nuevas arrugas, aumenta la hinchazón y hay una pérdida de tono y de luminosidad, además de empeorar el acné”, explica Patricia Cuenca, directora técnica de Oxigen.
Al hablar de azúcares rápidamente nos viene a la mente el que utilizamos para el café, el té o los dulces. Pero también hay que tener cuidado con los refrescos, los zumos envasados, la comida procesada, la bollería industrial, los cereales para el desayuno, las salsas y las bebidas alcohólicas.
La mejor forma de romper esta cadena es, lógicamente, apostar por una alimentación lo más sana posible. También es recomendable huir de los platos preparados, tomar frutas y verduras crudas y optar, siempre que se pueda, por cocinar a baja temperatura o al vapor.
Y algunas más:
Kombu Nectar, de Ami Iyök Ecosmetics (45 €), se basa en las propiedades antioxidantes y antiglicación del kombucha. Se puede utilizar como un bálsamo limpiador diario o como una mascarilla intensiva de noche para hidratar y reparar. El extracto de açai y el aceite de chía potencian la producción natural de colágeno. Pigment White, de Filorga, frena la pérdida de luminosidad de la piel y el tono amarillento gracias a la garcinia, un péptido antiglicación. También trata las rojeces gracias a la acción calmante de la vitamina B3.Sticks SOS Captura Grasas y Azúcares, de LPG (46 €), se toman media hora después de cada comida en la que hayamos cometido algún exceso para reducir la absorción de grasas y controlar el nivel de azúcar en sangre. Llevan higo chumbo y cúrcuma. GTX Extrême Global Treatment Serum, de Júlia (155 €), también recurre a las propiedades del kombucha para frenar la glicación celular. Lo complementa con extractos de levadura que favorecen la síntesis de colágeno y elastina a la vez que aumentan la hidratación.
Que el exceso de azúcares en la comida no es bueno para la salud en general y para la figura en particular es algo bien sabido. La consecuencia: aumento de la flacidez y de las arrugas. Así es como funciona.