Ni el estrés, ni la genética: los otros culpables de la aparición de las arrugas
Existen múltiples factores que te echan años encima, esos causantes que, además, hacen que te veas cada vez más mayor. Aquí tienes unos trucos y productos para ponerles freno
La herencia genética establece qué tipo de piel tenemos –más clara o más oscura, con tendencia a acumular grasa o a deshidratarse con facilidad, la resistencia de las fibras de colágeno y elastina...– y cómo vamos envejeciendo. Este proceso también está marcado por el paso del tiempo, es decir, por las alteraciones que se van produciendo en el funcionamiento correcto de la piel. Pero el tener más o menos arrugas, dónde aparecen y cómo son de profundas depende de otros muchos factores que podemos más o menos controlar.
Uno de los más importantes es cómo nos expresamos: hablar mucho o poco, la cantidad de veces que sonreímos o nuestra tendencia a gesticular más o menos hace que movamos los músculos y la piel del rostro. Esto va dejando huellas que se ven a simple vista en forma de las llamadas arrugas dinámicas, es decir, las que aparecen sobretodo alrededor de los ojos, la boca, el entrecejo y la frente.
La solución habitual para reducirlas es la toxina botulínica, ya que es capaz de bloquear ligeramente las contracciones musculares durante el tiempo que duran sus efectos.
Prueba con el relleno
Un segundo factor está relacionado con la pérdida de volumen de las facciones que, combinado con la fuerza de la gravedad, hace que la piel (y los músculos de la cara que la sujetan) parezca que se van cayendo. Sus efectos se ven claramente cuando estamos en reposo, como con las llamadas líneas de marioneta, que van desde la comisura de los labios hasta la barbilla; o el surco nasogeniano, que une las aletas de la nariz y la boca. Para ellas están especialmente indicadas las sustancias de relleno, como el ácido hialurónico, ya que ayudan a recuperar los volúmenes que se han perdido.
4. Rose Gold Deep Line Filler, de Rodial (85 euros), a base de rosa blanca, oro de 24 kilates y aminoácidos, se aplica en las arrugas para ir suavizándolas progresivamente.
6. Extra Firming Phyto Serum, de Clarins (99 euros), centra su efectividad en el extracto de flor canguro, que estimula la capacidad de regeneración de las células cutáneas, unido a los de ágave azul y quinoa, con efecto tensor.
7. Serum P, de Universkin (120 euros), con aceite de camelina, ácido hialurónico y péptidos biomiméticos, es la base de unas fórmulas personalizadas dermatológicamente. Se le añaden hasta tres activos según cada necesidad.
Luchar contra la polución
Y, en tercer lugar, están los factores medioambientales, como el sol, la contaminación atmosférica y la luz azul que desprenden los dispositivos electrónicos. Además de frenar estos factores con protector solar y antioxidantes, conviene evitar las pérdidas bruscas de peso.
9. Skin Life Shield & Glow Primer 2 in 1, de Lancaster, combina una acción antipolución, un efecto perfeccionador que disimula las imperfecciones cutáneas y un filtro frente a todos los tipos de luz, incluida la azul.
La herencia genética establece qué tipo de piel tenemos –más clara o más oscura, con tendencia a acumular grasa o a deshidratarse con facilidad, la resistencia de las fibras de colágeno y elastina...– y cómo vamos envejeciendo. Este proceso también está marcado por el paso del tiempo, es decir, por las alteraciones que se van produciendo en el funcionamiento correcto de la piel. Pero el tener más o menos arrugas, dónde aparecen y cómo son de profundas depende de otros muchos factores que podemos más o menos controlar.