Letizia y el extraño caso de las canas que aparecen y desaparecen

Fue allá por el mes de noviembre cuando vimos los primeros mechones blanquecinos en el pelo de Letizia. Ella, con su melena recogida en una coleta para asistir a un acto nocturno en Madrid, lucía canas en la que pareció una de sus decisiones de estilo más estratégicas para contrarrestar el protagonismo de los retoques estéticos de su rostro. Y desde entonces no hemos vuelto a tener rastro ni constancia de nuevo de las canas en su pelo. Hasta el día de hoy, momento en el cual Letizia ha decidido volver a sacar sus canas a pasear.

Queda ahora confirmado que no estábamos ante un despiste o un error estético, la intención de dar rienda suelta a sus mechones blancos es ya un hecho constatado. Ha sido en un acto en el Palacio de la Zarzuela cuando la Reina se ha presentado con las canas puestas. Porque hoy hubiera sido un día perfecto para analizar su acertado outfit, pero no, ella ha querido que el protagonismo recaiga de nuevo en su melena.

Y si en sus primeras apariciones las canas de Letizia eran algo sutil, e incluso imperceptible para algunos, hoy hablamos de unos supermechones blancos que resaltan como nunca en su melena. Así, con el pelo suelto y marcado con una pronunciada raya en medio, han quedado totalmente expuestas sus canas. No cabe más que pensar que la intención de la Reina no es disimular nada, sino todo lo contrario. Luce con orgullo los que para la gran mayoría son los peores signos evidentes de la edad.

Su decisión de no ocultar el paso del tiempo y como consecuencia también su edad solo en el pelo obedece a aquella estrategia que Letizia comenzó hace unos meses en pro de mostrar una imagen de Reina más real y cercana, e intentar así centrar el foco de atención en otro punto de su rostro más allá de los evidentes cambios estéticos a los que se ha ido sometiendo a lo largo de los años.

Pero no solo eso, Letizia también deja crecer sus canas por otra razón: como símbolo de madurez personal y profesional y con el fin de recibir el esperado reconocimiento a su autoridad y experiencia. Al final, la Reina con esta decisión nos demuestra una vez más que su personalidad está por encima de cualquier convención social.