Laura Escanes y su nueva tendencia en Instagram

Instagram es noticia. Pero esta semana no es porque ha modificado los perfiles, ha dejado sin visibilidad a alguna influencer o la ha liado con alguna actualización. Esta vez es por todo lo contrario y la noticia abarca, por ahora, un solo perfil de Instagram: el de Laura Escanes. La influencer/escritora ha sido clara: va a dejar de usar filtros de Instagram. Adiós al Valencia, adiós al VSCO, a Afterlight y al codiciadísimo Tezza. Los perfiles de Instagram ya no van a aparecer cubiertos de polvo de desierto en tonos tierra. Parece que por fin van a tener personalidad propia, o eso es al menos es lo que pretende la joven catalana. Sus declaraciones son contudentes: "Llevo unas semanas publicando fotos sin editar. Ya no me preocupo (tanto) por los colores o la luz, y me encanta. ¿Os gusta?"... Y finaliza: "Así empecé en Instagram, todo menos pensado y más real".

Pensándolo bien, así empezaron -y empezamos- todas. Usando filtros horribles, publicando fotos saturadas y enseñando una realidad mucho más real, valga la redundancia, donde el postureo se percibía más sutil. Pero luego empezaron las influencers de turno a llenar Instagram de viajes de ensueño, bolsos de marca... Y los filtros se hicieron imprescindibles para tapar una realidad menos bonita. O por lo menos, para resaltarla. Por eso quizás, en esta oleada 2.0 de irrealidad, la estudiante de Periodismo ha decidido frenarla negándose a utilizar filtros. Eso sí, posando en el aeropuerto con un bolso de Dior del tamaño de tu bolsa de gimnasio, en una esquina decadente de la siempre preciosa Lisboa o con su marido, Risto Mejide, porque... ¿Hay un mejor filtro que el amor?

Echando un vistazo al feed de Laura, podemos ver poses sugerentes, mucha luz de mañana -que al final es la mejor, pero claro, en la oficina es difícil hacerse selfies bonitos-, atardeceres desde bucólicas azoteas madrileñas, miradas penetrantes -con sus ojos, es normal-, azulejos lisboetas y otras fotos artísticas que no tienen un ápice de filtro pero sí tienen mucho arte. Tener el último modelo de teléfono también hace mucho. Si nos fijamos en sus likes, incluso podemos ver cómo en algunos casos sus números superan con creces otras fotos más 'toqueteadas'. Más de 90.000 una del 12 de enero, más de 80.000 una de hace pocos días en Lisboa, casi 80.000 una romántica instantánea con Risto. Ni la Reina de Corazones tiene tanto like.

¿Se convertirá Laura en una trendsetter y hará que todas sus amigas influencers dejen de utilizar filtros? ¿Será una moda pasajera? Lo iremos comprobando en los próximos días siguiendo sus pasos a golpe de clic. Pero si nos paramos a pensar, tiene algo de razón: Instagram parece, en muchos casos, de todo menos verdadero.. Aunque postear una imagen con un bolso carisísimo también es de vivir en una realidad diferente, por lo menos, a la nuestra. ¿No utilizar un filtro en una foto idealísima en un viaje al extranjero en pleno miércoles se puede considerar real? Que hablen las redes.