Protectores solares: 7 datos (importantes) que cambiarán tu rutina en vacaciones
Suben las temperaturas y las probabilidades de pasar horas y horas al sol se multiplican, así que ha llegado el momento de hablar de protección solar, aún más
Las vacaciones de Semana Santa están a la vuelta de la esquina y, aunque parezca que el tiempo no siempre acompaña, es el momento universal para estrenar los solares de la temporada. Se abre la veda de exponer algo más que tu rostro al sol y hoy te develamos 7 mitos en torno a estas fórmulas que deberíamos tener presentes los 365 días del año.
1. ¿Siempre hay que aplicar el protector solar 15 minutos antes de la exposición?
Este concepto se nos ha grabado a fuego durante toda la vida, pero parece que no es del todo cierto. Es una cuestión de la composición de los filtros. Así, según la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), los químicos “absorben la radiación solar y la transforman en otros tipos de energía que no produce daño cutáneo”, los físicos actúan a modo pantalla (“dispersan y reflejan la radiación lumínica sobre ellos”) y los mixtos mezclan filtros de los dos primeros tipos para ganar cosmeticidad mientras “dispersan y reflejan la luz dentro de un espectro que incluye UVA, UVB e infrarrojos”.
Así, con los químicos es imprescindible contar con esos minutos para que, a la hora de exponerte al sol, hagan efecto. Por otro lado, el doctor José Vicente Lajo Plaza, del Centro Médico Lajo Plaza, afirma que “los filtros biológicos, que absorben la radiación solar, sí necesitan unos 20 minutos para actuar. Sin embargo, ahora hay teorías que aconsejan extenderlo al comenzar la exposición para que el organismo reciba una pequeña dosis de sol que supla el déficit de vitamina D”. Eso sí, basta con 10 minutos.
Crème Solaire Corps SPF50, de Clarins (31,50 €). Con un complejo con extractos de plantas que protege a las células de la acción de fotoenvejecimiento de los rayos UVA.
2. ¿Los protectores solares pueden usarse hasta que se acaben?
En un principio es correcto. En nuestra mente ahorradora es algo muy habitual guardar el protector solar de un año para otro. El problema está en si ha caducado. Debes conocer tanto la fecha de caducidad como el PAO (Period After Opening), un símbolo de un frasco abierto con un número y una M que indica el número de meses en los que mantiene sus propiedades óptimas una vez que lo has abierto. Pero más allá de los números, debes apelar al sentido común. Esos periodos se fijan cuando la fórmula cosmética se conserva en perfectas condiciones y los solares son esos productos que nos acompañan cuando las temperaturas son más altas… Siempre fíjate en la textura, el olor o el color de los cosméticos y, ante cualquier señal de cambio, deséchalo.
3. ¿Un SPF50 protege casi el doble que un SPF30?
Lo ideal es que las cifras pasen a un segundo plano y te centres en seleccionar referencias de ‘alto espectro’ (filtran tanto rayos UVA y UVB). La AEDV reconoce que “una crema con un factor SPF30 puede absorber más del 92% de la radiación UVB y otra con factor 50 protege hasta un 97%”. Echa cuentas y no te dejes llevar por los números…
4. ¿Es lo mismo una fórmula waterproof que water resistant?
Patricia Cuenca, directora técnica del Centro Oxigen, nos da la clave: “Los productos se denominan resistentes al agua si se mantiene el 70% de la fotoproteción a los 40 minutos de la inmersión (dos baños de 20 minutos). Y waterproof (más resistentes) si aguantan después de cuatro chapuzones de 20 minutos cada uno”. Pero la experta nos recuerda que el agua no es la única amenaza que minimiza el tiempo de duración de un protector, también hay que prestar atención al roce (¡cuidado con la arena!) ¿Lo ideal? Sigue las pautas generales que recomiendan replicar la fórmula protectora tras cada baño.
Photoderm Max Leche Familiar de Bioderma (19,95 €). Muy resistente al agua (80 minutos), con textura invisible.
5. ¿A partir de qué edad pueden tomar el sol los niños?
Hay muchas dudas en torno a este asunto y, de hecho, si coges una referencia específica para los más pequeños, seguramente te especifique que no es apta para menores de seis meses. ¿La razón? Laura Granados, farmacéutica y responsable de bienestar de Spirit SkinBar, reconoce que “los menores de 2 años no deberían ser expuestos al sol directamente porque su piel no está todavía completamente desarrollada”. Su recomendación es usar fotoprotectores específicos para ellos, con filtros minerales, ya que son más seguros al no ser absorbidos.
6. ¿Es prescindible el uso del aftersun?
Desde la firma Muti aseguran que el aftersun es un auténtico must ya que ayuda a que la piel recupere el equilibrio que tenía antes de la exposición, rehidrata, refresca la dermis tras la subida de temperatura por el sol y ayuda a que el bronceado dure más tiempo (de manera uniforme y sin descamarse).
After Sun, de Muti (33,50 €). Además de refrescar y calmar, incluye ácido hialurónico, que hidrata.
7. ¿Es importante la dieta para fotoprotegerme del sol? “Sí, influye y ayuda a reforzar las defensas. Sobre todo frutas y verduras, ricas en betacarotenos (ayudan a aumentar la protección natural de la piel contra la radiación solar) y agentes antioxidantes (combaten los radicales libres que se puedan formar tras la exposición solar)”, sostiene Laura Parada, nutricionista de Slow Life House.
Otro factor a tener en cuenta es el de las referencias de fotoprotección oral. Según una encuesta de Heliocare, el 75% de los participantes (jóvenes y adultos) lo desconoce a pesar de que se considera el mejor complemento de tu crema con SPF ya que compensa los errores de aplicación de la loción y multiplica por tres la resistencia a una quemadura solar.
360º Cápsulas, de Heliocare (37,80 €). Fotoprotección oral ante las radiaciones UVB, UVA, visible e infrarrojas.
Las vacaciones de Semana Santa están a la vuelta de la esquina y, aunque parezca que el tiempo no siempre acompaña, es el momento universal para estrenar los solares de la temporada. Se abre la veda de exponer algo más que tu rostro al sol y hoy te develamos 7 mitos en torno a estas fórmulas que deberíamos tener presentes los 365 días del año.