¿Es el trasplante de cejas la solución más duradera contra las calvas?

El trasplante de cejas se ha convertido en una de las intervenciones capilares más populares como alternativa a tratamientos como el microblading, cuyos resultados son temporales.

Unas cejas tupidas, gruesas y con un forma que se adapte a nuestros rasgos. Exactamente eso es lo que le pedimos a nuestras cejas; sin embargo, las malas costumbres como el exceso de depilación -culpamos firmemente a la moda de las cejas hilo y arqueadas- han hecho que varias zonas queden vacías y se vean despobladas.

En un momento histórico en el que las clínicas de trasplante de cabello están a la orden del día, centros como Svenson realizan alrededor de mil intervenciones de implante capilar al año. Incluso un famoso como Cristiano Ronaldo se ha convertido en comprometido empresario creando innovadoras clínicas con la finalidad de repoblar las zonas con poco vello.

¿Por qué se cae el pelo de las cejas?

La más común de las causas de estas calvas en las cejas es la depilación continuada, llamada alopecia por tracción. Los tratamientos con fármacos muy agresivos, el estrés, casos graves de anemia o la quimioterapia también están entre las causas más comunes. Tampoco nos olvidamos de la tricotilomanía, arrancarse el vello de las cejas o pestañas en los momentos de estrés. La modelo Sara Sampaio confesó que padecía dicho trastorno.

Frente a esta necesidad real de cubrir las zonas despobladas de vello de las cejas, han surgido diferentes tratamientos para disimular las calvas, pero de forma poco duradera. Es entonces cuando los microinjertos de pelo se convierten en la alternativa más efectiva. Al trasplantar vello de nuestro propio cuerpo, el rechazo es menor y el pelo crece de forma natural.

Estos injertos solo se realizan en casos en los que la caída del vello haya sido frenada o esté siendo tratada. También conviene recordar que los tratamientos ‘crecepestañas’ como el aceite de ricino o cosméticos con el mismo fin pueden actuar como complemento a otras técnicas, pero no ejercerán el mismo resultado.

Según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), los injertos de cejas no tienen efecto en todos los tipos de alopecias de ceja. En casos de alopecia cicatrizante o definitivas como liquen plano pilar o lupus, el vello no vuelve a crecer. Mientras que en alopecias no cicatrizantes como la alopecia areata o la tricotilomanía, el vello puede volver a salir de forma natural o con ayuda de tratamientos farmacológicos que estimulen el crecimiento del folículo piloso.

¿Cómo funciona?

El trasplante de cejas funciona exactamente igual que el injerto capilar que se utiliza para el cuero cabelludo. El primer paso consiste en diseñar la forma y grosor de la cejas deseadas y que más tarde se rellenarán.

Se extraen unidades foliculares de zonas con vello similar al de la ceja (axilas, pubis, nuca o de detrás de las orejas) que se injertan uno a uno en la zona previamente diseñada, prestando especial cuidado a la dirección del pelo de la ceja. Desde el Departamento de Comunicación de la clínica Insparya nos aseguran que la intervención suele durar entre 3 y 4 horas y que el postoperatorio es muy sencillo y que comparte muchas similitudes con los trasplantes del cuero cabelludo.

La anestesia utilizada durante el injerto se administra de forma local y está constituida por suero fisiológico, por lo que causa un edema, según nos explican desde Insparya. Este va disminuyendo hasta desaparecer completamente en un proceso que dura entre 5 y 10 días. "Una correcta recuperación varía según el rigor con el que se cumplan las recomendaciones del equipo clínico, ajustadas a cada condición clínica y dependientes, igualmente, de los hábitos alimenticios y de ingestión de líquidos de cada individuo", concluyen desde la clínica.

El precio de los transplantes de cejas ronda los 3000€ y sus resultados son definitivos.

¿Cómo se debe cuidar el pelo trasplantado?

En los primeros meses, el vello va tomando la dirección y características de las cejas. Desde Insparya, se recomienda recortarlas para que mantengan una longitud entre 8 y 10 mm y así mantengan la apariencia de unas cejas normales.