Es noticia
Menú
El día que las mascarillas roll-on llegaron a nuestra vida y nos ahorraron disgustos
  1. Estilo
  2. Belleza
Viejos conocidos, nuevas utilidades

El día que las mascarillas roll-on llegaron a nuestra vida y nos ahorraron disgustos

Se hacen llamar las mascarillas más fáciles de usar y pretenden derrocar el reinado de las 'tissue mask'

Foto: Mascarillas en roll-on, las verdaderas claves de su éxito.
Mascarillas en roll-on, las verdaderas claves de su éxito.

Domingo por la tarde. Es el día. Es el momento crepuscular idóneo para esa parada sensorial. Es la hora de la mascarilla. Tras analizar detenidamente las necesidades de la piel -¿está seca, irritada, hinchada, aún queda alguna mancha?-, viene el momento de elegir el tratamiento y esto quiere decir acudir al cajón de las mascarillas. Antes era impensable reservar un lugar del baño para esta 'amenity'... Ahora parece inviable no tenerlo.

Sin embargo, la siguiente revolución en el mundo de la belleza no viene dada por sus propiedades o sus ingredientes procedentes del otro lado del mundo. Lo último son las mascarillas en formato roll-on. Un viejo conocido de nuestro día a día se postula como la mejor forma de cubrir todas las zonas del rostro, terminando con el momento '¿Qué hago con el excedente de mascarilla que me queda en los dedos?'.

No hay un ganador en la carrera a la innovación de las mascarillas, pero sin duda a alguna mente maravillosa se le ocurrió la valiente idea de fusionar la tecnología del formato roll-on -sí, el mismo que utilizamos en los desodorantes- con las mascarillas.

Aunque nos encanta reservar los domingos por la tarde para aplicar una buena mascarilla y notar cómo sus componentes penetran en nuestra piel, dejándola renovada y con pilas para afrontar la semana, conseguir que el casi tántrico momento de la mascarilla se parezca más a una escena de una película romántica que a una de terror es una realidad que todas sufrimos pero que guardamos en silencio.

Dramas habituales

  1. El pelo se mancha. Por muy recogido que lo llevemos, usemos una diadema y tengamos muchísimo cuidado en no aplicar producto cerca de la raíz del cabello, se mancha. Normalmente porque la consistencia del cosmético no es demasiado estable y se mueve.
  2. Después de aplicar una mascarilla tradicional, queda producto en las manos… ¿Qué hacemos con él? Pasarlo por el cuello, vale… Las probabilidades de que se manche la ropa aumentan exponencialmente.
  3. ¿Cuál es la cantidad exacta de mascarilla que hay que aplicar? Cuando en la etiqueta leemos “dejar una fina capa” y palabras como ‘cobertura’ o ‘grosor’ salpican nuestra lectura, la solución es aplicar tanto producto como sea posible hasta crear una capa de varios milímetros que deje claro que llevamos mascarilla. Esto, además de un gasto de cosmético innecesario, tampoco es bueno para nuestra piel, ya que no dejamos que respire.

La nueva solución pasa por las mascarillas roll-on, capaces de solucionar todos los problemas anteriores. La pequeña bola con la que se aplica la mascarilla permite depositar la cantidad exacta de cosmético, dejando una capa ligera -de verdad-. Es decir, también ahorramos porque el producto nos cunde mucho más.

Al tratarse de un cosmético en formato stick, su uso se simplifica y se puede llegar a todas las zonas, sin el peligro de dejar residuos -se terminó eso de manchar la raíz del cabello o las patillas, porque no se deja exceso de producto-. Precisamente su tamaño, mucho más estrecho, lo hace prácticamente portátil y con la densidad ideal para no facturar. Alerta: nuevo cosmético de viaje.

Estas son solo algunas de las cualidades que han encumbrado a este tipo de mascarillas a lo más alto de las innovaciones beauty. Dependiendo del cosmético en cuestión, podemos encontrar mascarillas de roll-on con un aplicador metálico, por lo que al pasarla por el rostro estaremos además calmando y descongestionando la piel.

Si te has decidido a probarlas, nuestra especial selección incluye las propiedades antiedad o el extra de iluminación.

placeholder
Mascarillas en formato roll-on


Nuxe Nuxuriance Ultra Mascarilla Roll-on (24,40€). Para actuar frente a los primeros signos de la edad. Entre sus propiedades está la de redensificar la piel, definiendo el óvalo facial. Además, contiene células biflorales de azafrán y buganvilla que favorecen el nacimiento de nuevas células de la piel, devolviendo luminosidad al rostro y rellenando de las arrugas. Después de dejarla actuar, la piel absorberá el producto y solo habrá que retirar el excedente con un algodón.

Fresh Reset de Olay Masks (13,95€) . Perfecta para limpiar la piel en profundidad, desobstruyendo los poros y dejando una apariencia más luminosa. Con arcilla de Kolin para exfoliar.

Mascarilla Roll On Sos Kenzoki (28,50€). Su rodillo ovalado de acero convierte el ritual de aplicar mascarilla en una auténtica pasada. Revitaliza y devuelve la luminosidad al rostro gracias a ingredientes como la esencia de jengibre. También se puede aplicar en el contorno de los ojos.

Detox Mask de Silea (40€). Además de limpiar, deja la piel hidratada, siendo especialmente recomendada para pieles grasas. Con aloe vera para calmar la piel y vitamina E para ese plus de hidratación, es ideal para aplicar después de desmaquillar.

Domingo por la tarde. Es el día. Es el momento crepuscular idóneo para esa parada sensorial. Es la hora de la mascarilla. Tras analizar detenidamente las necesidades de la piel -¿está seca, irritada, hinchada, aún queda alguna mancha?-, viene el momento de elegir el tratamiento y esto quiere decir acudir al cajón de las mascarillas. Antes era impensable reservar un lugar del baño para esta 'amenity'... Ahora parece inviable no tenerlo.

Tendencias de belleza