Ingenios y trucos para delinearse los ojos como un profesional (palabra de Instagram)
El maquillaje más efectivo y sexy tiene un lado oscuro, cuesta años desarrollar la técnica perfecta para delinearse sin salirse y sin acabar como Amy Winehouse
Esos segundos cruciales frente al espejo en los que un ligero tembleque puede terminar en desastre podrían haber llegado a su fin y en esta ocasión el responsable no tiene por qué ser el desmaquillante -toallita incluida- con el que limpiar el exceso de volumen delineador.
Elementos tan cotidianos como una horquilla pueden marcar un antes y un después en tu vida si los utilizas de la forma adecuada. Un trazo de eyeliner rápido, recto y preciso, sin ningún tipo de duda, justo como hacen los maquilladores profesionales. Si tú también sueñas con esa destreza, una horquilla en la comisura de tus ojos puede ser la herramienta definitiva. Una vez más: gracias, Instagram, por facilitarnos tanto la vida.
La horquilla, encargada de salvar cientos de peinados tanto cotidianos como especiales, polizón de todos nuestros bolsos y a la vez el aliado más difícil de encontrar, cuenta con el ángulo y la rigidez perfectos para hacer el rabillo de nuestro delineado.
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Tras haber enmarcado el párpado superior en un ligero delineado, toca rematar. Y ahí entra en acción la maravillosa horquilla. Para conseguir el 'cat eye' perfecto, hay que colocar la horquilla en el extremo del párpado, de tal forma que uno de sus extremos toque el final de la ceja y así conseguir la dirección perfecta para abrir el ojo.
Si tu mente anda en busca de diseños más creativos, la amplia variedad de diseños y formas del mundo de las horquillas puede abastecerse de trazos más creativos. ¿Qué tal un delicado en zigzag? ¿Y lobulado como aquellas coletas que vimos en millones de bodas?
¿Lo tuyo son los rabillos redondeados? Pues para ti también hay esperanza. La gran mayoría de las horquillas terminan en un extremo ligeramente doblado que es perfecto para rematar el delineado. Una vez hayas trazado tu diseño, solo tienes que retrasar la horquilla hasta que el extremo curvo quede al final de tu delineado y seguir su forma con el eyeliner.
Pero además de algo tan de andar por casa como una horquilla, también existen herramientas pensadas especialmente para crear ese rabillo perfecto. Así es como nacieron los 'stamp eyeliners', delineadores con una tapa que se entinta y funciona como un sello.
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Otra opción también efectiva son los bastoncillos, pero no vale cualquiera, deben ser los que terminan en punta. Entintados, sin caer en el exceso, y apoyados al final del párpado, crean la forma idónea, solo hay que rematarlos con el lápiz o delineador y listo.
También se hicieron virales los delineados con ayuda de herramientas gastronómicas, concretamente con los cubiertos. Cuchara, cuchillo y tenedor pueden ser aliados estupendos si quieres un trazo limpio y de paso deshinchar las bolsas de los ojos. Un supertip extra es dejarlos en la nevera unos minutos antes.
Nada como poner el ingenio a trabajar para conseguir resultados óptimos sin invertir en nuevas herramientas.
Esos segundos cruciales frente al espejo en los que un ligero tembleque puede terminar en desastre podrían haber llegado a su fin y en esta ocasión el responsable no tiene por qué ser el desmaquillante -toallita incluida- con el que limpiar el exceso de volumen delineador.