Cómo conseguir la mandíbula definida con la que siempre hemos soñado
¿Quieres potenciar la tuya? Te contamos cómo conseguirlo. Una mandíbula con ángulos y bien definida da carácter al rostro y retrasa la aparición de signos de flacidez. ¿No es un planazo?
Si la genética te ha regalado una mandíbula bien definida, estás de suerte porque implica un par de cosas: por un lado, una cara con carácter porque la mandíbula manda mucho en el conjunto de las facciones, y por otro, saber que la flacidez, cuando aparezca, no será tan descarada como lo es en rostros con mandíbulas menos dibujadas.
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Por desgracia, no hay muchas mandíbulas así. La mayor parte de ellas tienen líneas más difusas, poco ángulo, menos presencia. Bueno, o lo tenían hasta hace nada porque, no se si os habéis fijado, pero en los últimos tiempos las mandíbulas han ganado poder, se han hecho fuertes y presentes, protagonistas del rostro y condición imprescindible para lucir una cara guapa.
De la masculinización de ellos a Hollywood
La doctora Gema Pérez Sevilla (draperezsevilla.com) dice que el empoderamiento mandibular tiene dos causas: “Por un lado, el cambio de función de los materiales de relleno. Ya no los usamos para crear labios o pómulos sobredimensionados, ahora nos interesa mucho más utilizarlos para levantar los tejidos y definir mejor los volúmenes. Pero la razón más importante es que un porcentaje cada vez más elevado de hombres recurren a la medicina estética para masculinizar sus rasgos: si podíamos conseguir mandíbulas y mentones más definidos para ellos sin recurrir a implantes, solo con la ayuda del ácido hialurónico, ¿por qué no adaptar la técnica y los materiales a las necesidades de las mujeres?”.
La idea cuajó en Hollywood y se materializó en los rostros de Charlize Theron, Jennifer Connelly o Angelina Jolie, entre otras muchas. El concepto ha quedado claro: un rostro con una mandíbula en torno a la cual pivotan las facciones se ha convertido en un canon de belleza imbatible.
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Muy natural y técnicas poco invasivas
Con todo lo que hemos visto –rostros hinchados, cejas que parecen a punto de despegar, bocas que no son de este mundo– es normal que la medicina estética produzca aversión o rechazo. “La técnica que utilizamos para definir la mandíbula ofrece resultados muy naturales”, dice la doctora Pérez Sevilla. Se inyecta el ácido hialurónico debajo de dos músculos de la zona, el platisma y el masetero, para levantar los tejidos (que no rellenar), corregir la flacidez y definir el óvalo. El procedimiento es rápido, poco invasivo y se ve desde el primer momento”.
¿Una mandíbula definida es para siempre?
“No, los resultados duran unos dos años. El ácido hialurónico se va reabsorbiendo con el paso del tiempo, pero la buena noticia es que genera colágeno y elastina, los dos activos básicos para retrasar el envejecimiento, y la línea de la mandíbula no se pierde por completo. Pasado este tiempo, se hace un recordatorio si fuera necesario”.
Si la genética te ha regalado una mandíbula bien definida, estás de suerte porque implica un par de cosas: por un lado, una cara con carácter porque la mandíbula manda mucho en el conjunto de las facciones, y por otro, saber que la flacidez, cuando aparezca, no será tan descarada como lo es en rostros con mandíbulas menos dibujadas.
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