Piel seca: errores que cometes a diario y que reducen su efecto glow
Si por más cosméticos que uses no encuentras remedio a tu piel seca, puede que la respuesta se encuentre en gestos diarios tan habituales como una ducha caliente o acudir al trabajo
La piel seca es uno de nuestros mayores quebraderos de cabeza ya que la falta de agua en la epidermis, además de favorecer la aparición de las arrugas, puede desarrollar una sensibilidad que nos haga cambiar por completo de rutinas y cosméticos o incluso derivar en patologías más complejas. Aunque el factor genético tiene un gran peso, algunos gestos que realizamos a diario favorecen esa sequedad, resultado de la pérdida de agua a diario.
Contaminación
Sí, por más que Trump, Putin y Xi Jinping se nieguen a reducir las emisiones de CO2 de sus industrias, la realidad es que la contaminación a la que estamos expuestos a diario no solo supone un riesgo para nuestra salud a largo plazo, también afecta inmediatamente a nuestra piel. Además de la subida de las temperaturas que aumenta nuestra segregación de sudor y favorece la evaporación del agua o el agujero de la capa de ozono que expone aún más a nuestra epidermis a la incidencia de los rayos del sol, además de todo eso, los millones de partículas de polución suspendidas en el aire se posan sobre nuestra piel y se transforman en radicales libres que aceleran el proceso de envejecimiento de nuestra piel.
Adiós, agua y luminosidad; hola, arrugas y manchas. Por supuesto, la hidratación de la piel también se ve afectada: "Los oxidantes reactivos y los radicales libres del humo causan estrés oxidativo e inhibición de los mecanismos antioxidantes. También aumenta la pérdida de agua transepidérmica y degrada el colágeno y las fibras elásticas", asegura Paola Gugliotta, fundadora de Sepai y master en dermocosmética.
Para contrarrestar o proteger nuestra piel de estas agresiones externas a las que estamos expuestos a diario en trayectos tan habituales como ir al trabajo, hacer deporte o dar un paseo, aplicar a diario protector solar. La limpieza es la otra parte fundamental. Aunque con el agua micelar o nuestro desmaquillante habitual parezca suficiente, solo eliminamos el maquillaje y la suciedad, pero hay que deshacerse de todos los residuos y para ello la limpieza en dos pasos es la mejor forma eliminar la polución y los restos del protector solar. El aceite limpiador eliminará el maquillaje y los restos de fotoprotector además de regular el sebo mientras que el segundo limpiador, el de base acusosa, eliminará las partículas contaminantes y el sudor.
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La protección solar
Como mencionábamos antes, el sol envejece la piel de múltiples formas pero además afecta a su hidratación ya que su incisión reduce la producción de colágeno que no solo afecta a la estructura, densidad y flexibilidad de la piel, sino que contribuye a que esta esté correctamente hidratada. Aplicar un protector solar como último paso de la rutina facial es clave y hay que repetirlo a diario todos los días del año sin excepciones ya que nunca podemos estar completamente a salvo de los rayos del sol.
Exceso de células muertas
Las segregaciones sebáceas de la piel, la polución y la piel muerta se acumulan en las capas más superficiales de nuestra bien creando un velo responsable de cubrir de opacidad nuestro rostro. Esa cubierta hace que la piel sea casi impermeable y los activos e hidratantes que apliquemos encima no penetren. Esta puede ser una solución a por qué tu crema no surte el efecto repulpante que deseabas.
Frente al error de no exfoliar periódicamente la piel, la solución no es solo mantener una completa rutina de higiene, sino incorporar la exfoliación un par de veces por semana. Por supuesto, existen varias opciones que se pueden adaptar a tu ritmo de vida. Los geles con partículas exfoliantes se pueden convertir en un paso de tu rutina de limpieza, los cosméticos con alfa y betahidroxiácidos dos o incluso tres veces por semana son excelentes peelings químicos con los que restaurar la piel. Otra opción son las mascarillas exfoliantes, capaces de hidratar y desincrustar las impurezas dejando la piel reconfortada y no irritada como suele ocurrir después de utilizar un exfoliante.
El estrés
Sí, ya sabemos que el estrés es una de las enfermedades de nuestro tiempo además de nuestra forma de vida, pero cada día descubrimos algún aspecto negativo que nos sigue sorprendiendo -y estresando-. Resulta que el estrés hace que las glándulas suprarrenales produzcan cortisol, hormona que puede hacer que la piel produzca menos ácido hialurónico y más sebo, y “menos ácido hialurónico = tu piel se convierte en deshidratada”, así lo explican en la web de la empresa cosmética Alpha-h.
Pero si estamos hablando de lo errores que cometemos a diario y está en nuestra mano solventar, ¿qué podemos hacer para combatir el estrés que hace que nuestra piel pierda agua? Por desgracia no podemos llamar a tu trabajo y decirle a tu jefe que relaje su presión sobre ti, así que reservar algunos minutos al día a la práctica de un deporte como el yoga, meditar o al menos aplicar la rutina de cuidados diarios con mimo y un masaje pueden contribuir un poquito a que tu piel esté más hidratada.
Antes, durante y después
Seguro que a diario aplicas sobre tu piel tónico, sérum, contorno de ojos y crema hidratante, pero puede que no lo hayas hecho con foco, puede que no utilices los cosméticos más adecuados. Además de la limpieza en dos pasos y tras el tónico pertinente, toca aplicar un sérum que contenga ácido hialurónico para potenciar la hidratación, vitamina E, antioxidantes y nutrientes que aumenten la producción de colágeno.
Un paso que revolucionará por completo tu rutina será el aceite facial. Aplícalo después de que el sérum se haya absorbido y antes de la crema hidratante o la loción. Las pieles necesitan un plus de hidratación y la estructura de los aceites permiten que penetre mejor y dicha hidratación sea más duradera.
Otros cosméticos que puedes utilizar de forma esporádica son las mascarillas ultranutritivas o exfoliantes, también las que estén compuestas por arcillas que absorban la grasa, y tampoco nos olvidamos de las brumas faciales, aguas calmantes que refrescan y reconfortan al instante sin dejar una película grasa.
Xpert SirtaLIFT Sérum de Singuladerm (60€) es un sérum antiedad que hidrata la piel al instante, redensificándola y generando el llamado efecto lifting. Gracias a ese poder hidratante, la piel se ve más firme y con volumen. Otro beneficio es que al tacto la notarás repulpada y a simple vista, resplandeciente. Su uso continuado ayuda a redefinir en óvalo facial.
Para cumplir con la necesaria eliminación de células muertas que obstruyen los poros y dejan la piel opaca, puedes aunar los poderes de una mascarilla hidratante con los de una
La Bruma Oxigenante Matificante de Atashi (22€) funciona a modo de bálsamo reparador. Por un lado, reconforta la piel al instante gracias a su poder hidratante y calmante de rápida absorción que no deja un acabado graso. Por otro, equilibra la piel y minimiza los poros dejando la piel mate. Es ideal para pieles mixtas y grasas.
Hidratantes ricas
Del mismo modo que pones foco en los cosméticos que utilizas en tu rutina diaria, a la hora de elegir la hidratante que aplicarás sobre tu piel, debes tener en cuenta sus propiedades, que además de nutritivas sean calmantes, ya que la piel seca es una de las más sensibles y se irrita con facilidad. Para ahorrarte el paso de aplicar el protector solar, puedes recurrir a cremas que ya contengan SPF, eso sí, la densidad del cosmético será mayor y su nivel de protección no suele superar los 15SPF. Las cremas ricas, untuosas y que se funden con la piel hidratan de una forma más intensa y retienen el agua durante más tiempo.
Crema superrevitalizante absoluta Bio-Performance de Shiseido (114,95€) aporta la hidratación que la piel necesita para recuperar su textura, elasticidad y volúmenes, rellenando las líneas de expresión y manteniendo una sensación de confort hasta 24 horas. Es ideal para comenzar a usarla a partir de los 30, cuando ya han aparecido los primeros signos de la edad. Con aceites esenciales, extracto de frambuesa y pomarrosa, hidrata la piel y actúa como potente antioxidante.
Urban Papaparazzi de Sepai (62€). Deja la piel tan hidratada que parece rendensificada, convirtiéndose casi en un tónico. Su punto extra es su excelente protección contra la polución gracias a los extractos de trigo y cebada encargados de atraer los metales pesados de la contaminación.
Ahora toca hacer balance y pensar si tu piel seca es culpa de tus descuidos, de las políticas medioambientales, la genética o el estrés laboral...
La piel seca es uno de nuestros mayores quebraderos de cabeza ya que la falta de agua en la epidermis, además de favorecer la aparición de las arrugas, puede desarrollar una sensibilidad que nos haga cambiar por completo de rutinas y cosméticos o incluso derivar en patologías más complejas. Aunque el factor genético tiene un gran peso, algunos gestos que realizamos a diario favorecen esa sequedad, resultado de la pérdida de agua a diario.
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