Siete tendencias de belleza de los 90 que sí vas a querer rescatar
El regreso a los 90 es una realidad contra la que no podemos luchar, así que lo mejor es elegir aquellas tendencias de maquillaje y peluquería que sí salvaríamos de los excesos noventeros
Los 90 fueron una de las décadas más horteras de la historia de la humanidad, eso es así, se ponga la moda como se ponga. Pendientes extragrandes de colores llamativos, riñoneras con estampado de tienda de campaña, peinados llenos de pasadores y con mechones imitando el relieve de la Estatua de la Libertad… Lo llevamos, creímos que nos favorecía y finalmente lo enterramos en un baúl -no el de los recuerdos precisamente-, en uno de esos recovecos de la mente que se mueren y desaparecen, justo al lado de la lista de los reyes godos.
Sin embargo, la moda es traicionera y cíclica, como la historia, así que todo vuelve y ahora los 90 están en la cima de la inspiración. Nota: dentro de unos años volveremos a los inicios de los 2000 y recuperaremos los tops plateados y los vestidos con capucha a lo Kylie Minogue, he dicho.
1. Delinearse los ojos... A fuego
Y cuando nos referimos a fuego no queremos decir delinear con colores, sino hacerlo por arriba, por abajo y hasta en la línea de agua. Los maquillajes ultradefinidos, sin caer en lo gótico pero enmarcando la mirada a más no poder como Angelina hacía en los 90, serán de nuevo tendencia.
La diferencia es que, mientras en la década de nuestra juventud valía con pasar el lápiz kohl negro por la línea de agua, ahora hay que acompañar el movimiento con un poco de sombra arriba y abajo, pero sin caer en un maquillaje panda. Emily lo domina y así es como sella sus looks más sexis. Pero la actriz no solo se ha entregado a esa moda de los 90, en sus looks se cuelan varias tendencias a la vez, algo que solo Bella Hadid y ella pueden hacer sin caer en el mamarrachismo… ¿O no?
2. El gloss ha vuelto
El gloss lleva entre nosotros varios años y, mientras el año pasado se convertía en tan solo un tímido acabado jugoso, a partir de ahora lo va a hacer en su versión más intensa, buscando recrear efectos gelatinosos.
3. Labial chocolate, dos raciones por favor
Sandra Bullock o Drew Barrymore solían llevar los labios en tonos tierra, ciruela o incluso beis, tanto en acabados mate como en gloss, pero lo importante era que los labios fueran varios tonos más oscuros que el color de su piel. Así se recreaba un look muy años 20 -de nuevo la moda volviendo al pasado- propio de las flappers, una boquita de piñón muy definida que resaltaba frente al maquillaje ultraclaro y de acabado empolvado que triunfaba en la década.
4. Influencia marina
Y con marina no nos referimos a las sirenas que triunfaron hace un par de años, sino al color azul. Sí, llevarás sombras azules y te encantará porque son la única forma de llevar un maquillaje ahumado con color sin parecer una aspirante a reina del carnaval.
En los 90 las sombras azul bebé -que volvieron el año pasado y aún pueden seguir llevándose sin riesgo de invocar a Priscilla Presley- eran lo más para iluminar la mirada, pero si quieres reinventar la tendencia, lo suyo es hacerlo con sombras azul muy oscuro.
El look no queda exagerado ni dramático, sino discreto y elegante en sus versiones más minimalistas, perfecto para looks nocturnos o incluso para ser una invitada de noche. En su versión más exagerada, aquella que nos encontrarnos en pasarelas o alfombras rojas, la sombra puede salirse de los límites del párpado móvil, llevar glitter e incluso convertirse en un ahumado.
5. La reinvención de la manicura francesa
Después de verla en las Hadid y comprender que ahora la manicura francesa era cosa ya no de millennials sino de generación Z, con longitudes nivel Rosalía y diseños en los que perfectamente se podía colar un tribal, llegó Scarlett Johansson para demostrar que también hay hueco para la manicura francesa tradicional, la minimalista, sin uña larga y usando esmaltes con los colores más similares a los de la lámina natural.
6. El moño que enamoró a todas
Y otra tendencia directa desde la red carpet, a la cual hemos bautizado como el moño Hollywood, es ese recogido a la altura de la coronilla en la que se deja volumen arriba, sin llegar a cardar y el flequillo se coloca a un lado. Vamos un moño fácil de toda la vida, pero aquí el arte está en lograr que esté los suficientemente ‘desordenado’ para que parezca chic.
Por supuesto, si le sumas un accesorio capilar noventero del tipo horquilla color blanco, serás la más retro chic del lugar, aunque a lo mejor luego sientas vergüenza al verte en un espejo y pienses: “Pero si esto ya lo tenía superado”.
Pero si consigues recoger el moño a una altura considerable y, en vez de sacar dos mechones tan finos como los de la Tomb Raider original, liberas del moño dos mechones más grandes y los peinas con una onda ligera, estarás más cerca del moño Meghan, una reinvención acorde a nuestros tiempos.
7. Glitter 'around the world'
Y por último, no nos podíamos olvidar de lo brillante de aquella no tan lejana década de los 90. El brilli-brilli es sinónimo de alegría, pero cuando nos referimos a él como tendencia de maquillaje no es solo como una sombra satinada. El glitter se va a colar en iluminador y cuanto más se vean las partículas brillantes, mejor. Las sombras con purpurina también serán tendencia noventera y en general el poder de la piel iluminada.
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Glass, cream, sumpling, cualquiera de estos términos seguido de la palabra skin significa piel ultrailuminada y jugosa, aunque ninguna de ellas acepta el brillo a base de glitter, pero pueden ser una forma de adaptar una tendencia de los 90 sin caer en excesos incómodos… ¿Te apuntas?
Los 90 fueron una de las décadas más horteras de la historia de la humanidad, eso es así, se ponga la moda como se ponga. Pendientes extragrandes de colores llamativos, riñoneras con estampado de tienda de campaña, peinados llenos de pasadores y con mechones imitando el relieve de la Estatua de la Libertad… Lo llevamos, creímos que nos favorecía y finalmente lo enterramos en un baúl -no el de los recuerdos precisamente-, en uno de esos recovecos de la mente que se mueren y desaparecen, justo al lado de la lista de los reyes godos.