Del tónico al sérum: ¿sabrías definir tu rutina de belleza?

Cumplir todos los pasos de belleza que las firmas y dermatólogos recomiendan es agotador y, seamos sinceras, es imposible incluirlo en nuestra agenda. Sí, la infinita rutina de cuidados de la piel es interminable, pero como persona que se ha sometido a los 10 pasos de la rutina coreana, te aseguro que, sí, tienen efecto. El problema es de dónde sacar tiempo para llevarlo a cabo. Y si a mí, como mujer soltera y sin hijos, me cuesta más de una carrera al trabajo cumplir con todos los pasos, en cuanto tengas más responsabilidades, prácticamente estarás jugando al tetris cosmético.

Así que quedas perdonada y puedes saltarte algunos pasos, aunque hay otros que queda rotundamente prohibido obviar. La limpieza, la hidratación y la protección son la santísima trinidad de una piel sana y alerta ante las agresiones externas. Esto se traduce en desmaquillarse a diario, limpiando la piel tanto por la mañana, nada más despertarse, como después del día, ante de comenzar con la rutina nocturna, porque hay que cumplir con los pilares tanto de día como de noche.

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Rien de rien

Si no cumples con alguno de los tres pasos reglamentarios, entras en este grupo. Limpiar la piel es un paso ineludible porque no solo elimina el maquillaje, sino que destierra la suciedad e impurezas del día a día. La hidratación es otro paso que no nos podemos saltar ya que es la clave para prevenir la pérdida de agua y el consecuente envejecimiento de la piel. El tercer punto que se acaba de colar en nuestra lista de deberes es la protección solar.

A pesar de ser un básico, aún nos cuesta incluirlo entre nuestros cosméticos. Va justo después de la hidratante y se trata del último paso antes del maquillaje, pero su peso es importantísimo ya que el sol es el mayor factor de envejecimiento de la piel.

Si te saltas a menudo alguno de estos pasos, sueles sucumbir a los superpoderes de la pereza y pasas de desmaquillarte varios días a la semana o directamente te dejas los restos de máscara de pestañas de un día para otro, no hay escapatoria para ti, perteneces a este grupo. Lo bueno es que hay solución. Limpiarás a diario, exfoliarás dos veces a la semana, utilizarás un sérum con las propiedades que te correspondan -mínimo hidratantes-, la crema hidratante en cualquier de sus formatos cubrirá tu piel antes de apliques el protector y sí, llueva, nieve o truene, usarás un SPF todos los días.

Básica y esencial

Si además de limpiar la piel, la hidratas, la proteges e incluyes tratamientos más intensivos a modo de sérums con los componentes que tu piel necesita, tienes un aprobado holgado. Te preocupas de escuchar a tu piel y eres consciente de la importancia de tener una rutina que cumples a pies juntillas, aunque puede que algún día te dé un pelín de pereza.

Te preocupas por tu piel pero debes ser más constante, incluyendo las mascarillas y los exfoliantes en tu rutina semanal y subiendo un nivel de expertise en tus cosméticos, lanzándote a nuevos ingredientes, previa consulta de tu dermatólogo. Los tratamientos hidratantes con ácido hialurónico serán geniales para retener el agua en tu piel, las cremas con cica la calmarán en los días más sensibles y el contorno de ojos completará tu rutina junto al sérum.

Depende del día (o del momento del día)

Sabes lo que tienes que hacer, cumples con limpieza, tratamiento, hidratación y protección y le sumas un par de tratamientos exclusivos a la semana: la exfoliación y el momento mascarilla. Te importa el cuidado de la piel y conoces ingredientes como ácido hialurónico, retinol, colágeno o vitaminas. Sabes que debes usar a diario cosméticos como el contorno de ojos aunque aún no hayas cumplido los 30 para mejorar la hidratación y retrasar el envejecimiento. Por supuesto, tienes en cuenta las necesidades de tu piel y no le das ni más ni menos de lo que necesita para su edad y tipo.

Para ascender al Olimpo del cuidado de la piel, los pasos que puedes incluir en tu rutina te costarán muy poco. Por un lado, para conseguir una limpieza más profunda y efectiva, incluye un segundo paso.

El primer limpiador eliminará cualquier tipo de maquillaje, hasta el waterproof, al estar formulado con una base aceitosa, el segundo, a modo de espuma, gel o leche, eliminará los restos de protector solar así como la grasa de la piel pero dejándola hidratada. También puedes comenzar a aplicar un tónico justo después de la limpieza y antes del sérum para limpiar por completo la piel y mejorar la absorción del resto de cosméticos.

De pro

Te has empapado a tales niveles de las innovaciones cosméticas que prácticamente los prospectos de tus productos están ilegibles y cuesta tanto doblarlos como aquellos mapas desplegables con los que viajábamos por las inhóspitas carreteras españolas. Eres cuidadosa con tu limpieza facial, tanto que la realizas en dos pasos, el primero con un cosmético oleoso y el segundo con uno de base acuosa.

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Sabes diferenciar perfectamente entre tónico, esencia y loción y los utilizas a diario, aunque su inclusión complique tu milimétrico programa diario. Por supuesto, si tu piel es muy seca como consecuencia del envejecimiento, sabes que debes aplicar aceites faciales, tu hidratante es rica y tu protector solar nunca es inferior de 30SPF.

Aunque tu cuidado es preciso y digno de admiración, siempre se pueden sumar pasos e introducir la visitas regulares a centros estéticos para un peeling, un masajito, etc.

Pero ¿cómo está mi piel?

A pesar de la regularidad y entrega al cuidado de la piel, de la alimentación y de la buenas conductas -cero tabaco y cero sol-, la piel puede necesitar más y algún cuidado se nos puede escapar, es ahí cuando entra en nuestro visor el uso del escáner facial. Capa a capa puede determinar los porcentajes de colágeno de nuestra piel, la falta de agua, las manchas solares...

Un ejemplo es el Skin Scanner de Dior, capaz de detectar los daños en la piel presentes y futuros, fruto de más de 30 años de investigación. Desde hace 9 años Dior utiliza este escáner para ejercer diagnósticos de la piel a nivel profesional.

A través de distintos planos analiza el rostro con tres tipos de luz: natural, ultravioleta y polarizada. Lo que se logra es analizar la piel en diferentes niveles. Por un lado podemos conocer el estado de nuestros poros, la profundidad de nuestras arrugas y la textura de la piel en la capa más superficial y en un tiempo récord, apenas 8 segundos. Para analizar las posibles manchas, analiza a nivel epidérmico el rostro; y para conocer los daños de capas más internas, aquellos que están relacionados con los daños solares, escanea la dermis.

Desde Dior nos explican que la calidad de la piel es analizada en 3 niveles, siguiendo 8 características:

1. En superficie (epidermis superficial): arrugas y finas líneas, textura de la piel, visibilidad de los poros y manchas en superficie.
2. Bajo la superficie de la piel (epidermis profundo y dermis superficial): manchas emergentes y rojeces .
3. En profundidad (dermis): daños UVA y poros obstruidos.

Después de este preciso análisis, un experto observa minuciosamente los distintos planos de nuestra piel hasta dar con el tratamiento más adecuado y así las excusas sobre qué cosmético es el más recomendado para mis necesidades se queda en eso, en una excusa. Por el momento, el servicio de diagnóstico está disponible en El Corte Inglés de Castellana.