Breve guía de las vitaminas para tu piel: ¿cuál elegir?
Las vitaminas están a la orden del día, pero seguro que te surgen mil dudas. Te las vamos a resolver de la mano de dos expertos
Seguro que estos días con el tiempo que tienes estás cuidando tu piel más que nunca, haces bien. Y recuerda que si se acaban los productos en tu farmacia de confianza (o en otra), pueden aconsejarte qué fórmulas utilizar en las condiciones que vives ahora.
Hemos consultado a dos expertos, el Dr. José Luis Ramírez Bellver, dermatólogo de la Clínica Dermatológica Internacional, y Ana Gallego, farmacéutica y creadora de la firma cosmética Sileä (silea.es), para darle vida a tu piel con unos activos que pueden mejorarla y además de una forma más rápida y eficiente. Esos activos son las vitaminas A, B, C, E, H y K. Seguro que has oído que hay personas que se las inyectan, pero su uso tópico es muy efectivo y verás muy pronto los resultados en tu rostro. La experta nos pide que tengamos en consideración el siguiente dato: "Aportarlas mediante tratamientos cosméticos a nuestra piel, siempre que se asegure su biodisponibilidad, es sin duda un apoyo importante, máxime cuando con la edad, nuestro organismo va perdiendo su capacidad de respuesta".
Vitamina A. "También llamada retinol (porque produce los pigmentos de la retina). El retinol y derivados (ácido retinoico) aceleran la renovación celular de la epidermis, produciendo un efecto 'peeling' que contribuye a mejorar y atenuar arrugas y líneas de expresión, eliminar o atenuar manchas superficiales, y mejorar globalmente la calidad de la piel. Los productos con estas sustancias se deben usar durante varios meses (o años) para lograr todos sus beneficios. Hay que usar poca cantidad, bien extendido, a noches alternas o 2-3 noches a la semana, según la concentración y capacidad de 'pelar' que tenga el producto en cuestión. La piel se va acostumbrando y cada vez nos pelaremos menos. Imprescindible protección solar durante el día para evitar hiperpigmentaciones", analiza el experto. Ana Gallego nos acerca a sus usos prácticos: "Favorece la regeneración y cicatrización de la piel, favoreciendo un aspecto más joven y saludable. Es la vitamina antiedad. Su déficit provoca que se active una respuesta inflamatoria. Se encuentra en forma de retinol en alimentos de origen animal como huevos, lácteos, pescado azul y carne. Y puede sintetizarse a partir de carotenoides como provitamina A, en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras y hortalizas".
Vitamina B. "Dentro del grupo de las vitaminas B, destacamos la vitamina B3 o niacinamida, potente antioxidante, ayuda a reparar las células y mejora la hidratación y aporta un brillo saludable a nuestra piel", nos cuentan desde Sileä.
Vitamina C. "Otro de los principios activos más recomendados en dermatología, por su efecto iluminador, antimanchas y unificador del tono. Estimula también la producción de colágeno. Su efecto se ve disminuido por la radiación ultravioleta, por lo que se recomienda aplicar por las mañanas y posteriormente aplicar protección solar, o bien por la noche", explican desde CDI. A lo que Gallego añade: Es un potente antioxidante, por lo que ayuda a frenar el envejecimiento, especialmente el causado por los rayos UV solares. Ayuda a prevenir y reparar las hiperpigmentaciones. Lo podemos encontrar en cítricos, tomates, brócoli…".
Vitamina D. Ana nos habla de una que nos preocupa especialmente en estos días de encierro: "La cantidad de vitamina D que el cuerpo produce depende de muchos factores, entre ellos, el momento del día, la estación, la latitud y la pigmentación de la piel. El cuerpo produce vitamina D cuando la luz solar directa convierte una sustancia química de la piel en una forma activa de la vitamina (calciferol). Según donde vivas y tu estilo de vida, la producción de vitamina D puede disminuir o desaparecer por completo durante los meses de invierno. El protector solar, aunque sea importante usarlo, también puede disminuir la producción de vitamina D. La vitamina D no se encuentra en muchos alimentos, pero puedes obtenerla de la leche, los cereales y los pescados grasos, como el salmón, la caballa y las sardinas". El Dr. Jose Luis Ramírez acuña un detalle importante: "Se puede adquirir a través de la dieta, pero la fuente principal de organismo es su activación en la piel gracias a la radiación ultravioleta".
Vitamina E. "Suele incorporarse a cremas y fórmulas magistrales por su poder antioxidante, protegiendo a las células de los radicales libres", explica el dermatólogo.
Vitamina H. "Dentro de su espectro de beneficios para la piel, destacamos su función para mejorar la fortaleza de la piel y el cabello, favoreciendo su regeneración. Se aisló por primera vez en la yema de huevo. Se conoce también como biotina (B8), y está implicada en el metabolismo de proteínas, grasas y sobre todo carbohidratos", explica la experta.
Vitamina K. Es la que usan los profesionales después de las intervenciones, nos cuenta el dermatólogo: "Generalmente se utiliza de manera tópica tras tratamientos estéticos que puedan producir hematomas (tratamientos inyectables principalmente o tras algunos tipos de láser), o cuando estos ya se han producido para hacer que se atenúen con mayor rapidez. También se utiliza en contornos de ojos para mejorar las ojeras muy oscuras (por marcado componente vascular)". Gallego añade: "Está ligada a procesos relacionados con la coagulación y el flujo sanguíneo, favoreciendo la cicatrización y la resistencia de los vasos y capilares. Está presente en verduras de hoja verde y también en brócoli, coles".
¿Cómo se aplican?
Pero antes de que sigas es importante que te hagas un esquema con estos datos importantes que nos cuenta el Dr. Ramírez: "El retinol -o derivados- sería de aplicación nocturna y no todos los días; la vitamina C, por las mañanas (seguidamente aplicar protector solar), y la vitamina K, si tenemos algún hematoma, ojeras muy vasculares (coloración violácea) o tras tratamientos estéticos. Las vitaminas D y E puede formar parte de cremas hidratantes o reparadoras que utilicemos de manera habitual"
Seguro que estos días con el tiempo que tienes estás cuidando tu piel más que nunca, haces bien. Y recuerda que si se acaban los productos en tu farmacia de confianza (o en otra), pueden aconsejarte qué fórmulas utilizar en las condiciones que vives ahora.