Trucos y productos para frenar el envejecimiento capilar, más allá de las canas
El cabello es una parte más de nuestra piel y sufre los efectos del paso del tiempo. Resultan menos evidentes que los de la cara o el cuerpo, pero también se notan
Nuestro rostro refleja el paso de los años, pero no es la única parte de tu cuerpo que lo sufre y que, especialmente, da pistas de en qué década estamos.
Si nos paramos a pensar en cómo afectan los años a la salud y el aspecto de nuestro pelo, la primera idea que nos viene a la mente es una cabeza salpicada de canas, más o menos disimuladas por tintes o mechas. Sin embargo, hay otros muchos síntomas que nos pueden alertar de que nuestra melena se está haciendo mayor. El proceso comienza normalmente más tarde que en el rostro. “A partir de los 40 suelen aparecer los primeros indicios que nos llevan a pensar que nuestro cabello está cambiando. Un color más apagado, un cabello más frágil y quebradizo, un aspecto seco y desnutrido o la perdida de densidad, ya que el núcleo queda expuesto por la pérdida de las fibras capilares, son signos del envejecimiento capilar”, explica el peluquero Isaac Salido.
Además de la edad y los genes, existen otros factores que influyen negativamente en el cabello. Entre ellos destacan “los radicales libres; además, también hay que tener en cuenta que el pelo es una estructura muerta, no puede autorregular por sí mismo la cantidad de oxígeno que llega a las células y esto produce una oxidación, es decir, envejecimiento”, continúa el experto.
Hay varios pequeños hábitos que podemos tener en cuenta para que nuestro pelo se mantenga lo más joven y en forma posible. Para empezar, Isaac aconseja “concienciarnos de cuidar y mimar nuestra salud capilar y sobre todo no maltratar nuestra melena con productos agresivos y el uso constante de herramientas de calor sin un previo protector térmico”. Por supuesto, “tanto el aire frío como el sol afectan directamente al cabello y la mejor manera de protegerlo es usar protectores solares capilares así como sombreros, gorros, etc”.
Y a la hora de lavarlo, “los tratamientos que reestructuran y fortalecen la fibra capilar serán nuestros grandes aliados (champús, mascarillas...), así como utilizar sérums con propiedades antioxidantes y fórmulas de nutrición e hidratación que actúen a nivel interno”.
3. Silver Active Booster Color, de Franck Provost (19,80 €), solo necesita reposar tres minutos sobre el cabello blanco o rubio para nutrirlo y reavivar su color.
8. Mascarilla Anti-Yellow, de La Mota (29 €), evita que las canas amarilleen gracias a unos pigmentos que además aumentan el brillo. Entre sus ingredientes está el jazmín indio, muy apreciado por la blancura de sus pétalos y su agradable olor.
10. Kpilar Plus Energy Shampoo, de Júlia (20,70 €), combina una acción purificante del cuero cabelludo con el refuerzo de la fibra capilar y un aumento del volumen. También hace que sea más fácil desenredar el pelo y que no se dañe al peinarlo.
Nuestro rostro refleja el paso de los años, pero no es la única parte de tu cuerpo que lo sufre y que, especialmente, da pistas de en qué década estamos.