Todo lo que debes saber antes de comprar un champú sólido, palabra de experto
Se han convertido en una nueva forma de lavar el cabello y su popularidad se ha disparado, pero ¿qué debe tener en realidad un buen champú sólido?
Uno de los primeros cambios de la industria cosmética en su compromiso con la preservación del medioambiente ha sido la proliferación de los champús sólidos. Reducir el uso de packagings elaborados con plástico y los residuos que generan sus fórmulas al optar por cosméticos biodegradables avalan este cambio. Sin embargo, no todos los champús sólidos que caen en tus manos cumplen con las normas de la cosmética sostenible, del mismo modo que no todos generan los mismos resultados en el cabello.
La multifuncionalidad de los champús sólidos se ha convertido junto a su duración en una de sus características más seductoras, pero conviene hacer matices, de entrada hay que diferenciar entre jabón y champú. Muchos de los champús sólidos a la venta aprovechan el poder de hidratación de su fórmula para crear champús que también son acondicionadores.
Más allá de la sensorialidad, nada como el criterio de un experto en este tipo de cosméticos para elaborar una lista de todo lo que no debe llevar un buen champú sólido. Diego Hoyos Plaza, farmacéutico responsable de Formación de Laboratorios Phergal, nos ayuda a elaborar esa lista de ingredientes prohibidos:
- Agentes de limpieza como SLS (detergente y espumante) o SLES (tensioactivo y humectante y emulsionante).
- Ingredientes potencialmente irritantes.
- El cloruro sódico, utilizado habitualmente para espesar, reseca cabello y cuero cabelludo y/o lo deshidrata.
Otra cualidad que debemos pedirle a un buen champú sólido es, por ejemplo, la cantidad de lavados que nos ofrece. Uno de los grandes beneficios de estas fórmulas es que cunden más, permitiendo una mayor cantidad de lavados, lo que nos hace ahorrar bastante dinero. La mayoría de champús sólidos incluye un apartado en el que cuantifica los lavados o la equivalencia con un champú tradicional. Su poder hidratante también entra dentro de las demandas considerables, de ahí que muchos de ellos cumplan la doble función de champú y acondicionador. El farmacéutico Diego Hoyos recomienda revisar su base dermatológica para asegurar que el champú hidrate el cuero cabelludo.
Los expertos de Phergal añaden una interesante cualidad, su resistencia antirrotura. Las pastillas de champú van perdiendo grosor con los lavados y, si son muy finas, se romperán más temprano que las gruesas. También es importante valorar el perfume del champú sólido: no solo que las notas sean agradables, sino cuánto tiempo durarán.
“Sobre todo se debe tener en cuenta la certificación natural”, explica el farmacéutico, que avisa de la existencia de muchos champús sólidos que dicen ser naturales, pero en realidad no lo son, puesto que contienen ciertos porcentajes químicos para la estabilización de la fórmula y el formato sólido. Es importante que tengan formulación natural certificada por COSMOS ECOCERT. “Da una garantía del porcentaje de ingredientes de origen natural y de la ausencia de ingredientes potencialmente irritantes”, aclara.
Champú Sólido 2 en 1 (Fortaleza) de Dr. Tree (10,95€)
Con una base dermatológica compuesta por manteca de cacao y aceite de semillas de Meadowfoam, toda la línea hidrata intensamente el cabello. En concreto, el champú Fortaleza está compuesto por aceite de salvado de arroz para aportar al cabello los nutrientes necesarios para fortalecer la fibra capilar. Gracias a sus 75 mg, la pastilla no se quiebra.
H05 Champú Sólido de Modesta Cassinello (16€)
Con activos de origen vegetal como aloe vera y aceite de coco, consigue una limpieza suave que deja el cuero cabelludo hidratado, además de mejorar el movimiento del cabello y sin dejar rastro de apelmazamiento. Además, se puede utilizar en todo tipo de cabellos.
Champú de uso frecuente 2 en 1 de Naturtint (9,75€)
Con aceites esenciales de eucalipto y romero, hidrata el cabello, repara las puntas y aporta mucho brillo a la melena. Además, una sola pastilla proporciona 75-90 lavados, lo que equivale a 3 botellas de champú de 300ml.
Champú Original Remedies Revitalizante de Garnier (4,95€)
Están elaborados con 94% de ingredientes de origen natural, y una pastilla equivale a dos botellas de un champú clásico de 250ml. Con un envase 100% reciclable, el compromiso de la firma continúa con su adaptación de sus champús icónicos de la marca en formato sólido. Veganas, eficaces y fáciles de aclarar, no contienen conservantes, sulfatos, detergentes ni siliconas, son 99% biodegradables para no contaminar el agua.
Champú sólido para pelo graso de Banbu (8,25€)
Se puede utilizar a diario y está especialmente recomendado para cabellos con tendencia grasa. Además de ser ecológico y vegano, es totalmente biodegradable, generando cero residuos.
Uno de los primeros cambios de la industria cosmética en su compromiso con la preservación del medioambiente ha sido la proliferación de los champús sólidos. Reducir el uso de packagings elaborados con plástico y los residuos que generan sus fórmulas al optar por cosméticos biodegradables avalan este cambio. Sin embargo, no todos los champús sólidos que caen en tus manos cumplen con las normas de la cosmética sostenible, del mismo modo que no todos generan los mismos resultados en el cabello.