Skin icing: la revolución de Instagram para congelar los signos de la edad sin gastar dinero

Lo que nos gusta una buena tendencia viral... Primero fue TikTok la que comenzó a hablar del skin icing y luego Instagram nos explicó el porqué del milagro. Detrás de entre sencillísimo y casi milenario truco cosmético está Tina Craig, la estadounidense creadora de la marca U Beauty. Atrincherada en su morada en plena cuarentena, la empresaria echaba de menos sus lujosos tratamientos de spa, así que simplemente investigo cómo recrear sus técnicas en casa.

Sin necesidad de productos cosméticos y tomando única y exclusivamente productos que tenía en su despensa, como leche de avena o de coco y otros aliados de belleza como la camomila, Tina desarrolló un sencillo brebaje casero que nutriera, calmara y ayudara a limpiar su piel, y simplemente modificó su estado físico… El resultado fue el sking icing, cuyo vídeo acumula millones de reproducciones en Instagram.

En los originarios spas creados por los romanos, la técnica era muy sencilla: caldarium, tepidarium y frigidarium, o lo que es lo mismo: calor y frío. La mecánica no ha cambiado con el paso de los milenios, pero el resultado sigue siendo efectivo. La empresaria suprimió el paso de la temperatura media y se centró en el calor y el frío. Para ello, lo primero es someter al rostro al vapor generado por el agua caliente. De sobra son conocidas sus propiedades para abrir los poros y favorecer una limpieza más profunda.

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Lo revolucionario del skin icing llega con el paso del frío. En vez de pasar un hielo por todo el rostro, algo que podría incluso llegar a quemar la piel por la brusquedad de su temperatura, Tina Craig ha reinventado el cásico cubito de hielo. El sking icing utiliza una bola de helado -la forma depende de lo apañado que seas o de tus utensilios culinarios-, formulada con ingredientes naturales cuyas propiedades sirvan para tratar nuestra piel. El hielo contrae los capilares, lo que se traduce en una piel suave y luminosa, sin embargo, puede dañarla si se aplica directamente sobre ella, de ahí que Tina Craig probara con distintas alternativas.

“El calor aumenta la circulación y prepara la piel para la absorción del producto, mientras que el hielo actúa como una aspiradora, sella la piel y la deja muy suave y con un acabado de glass skin”, explica Craig. El ingrediente de la bola de hielo será la leche de coco, tiene ácidos grasos que mejoran la hidratación de la piel, retrasan la aparición de los signos de la edad, además de proteínas y una alta concentración de vitamina C, potente antioxidante e iluminador de la piel. La fórmula del skin icing puede variar, incluyendo té u otras leches vegetales, según las necesidades de la piel. Lo importante es dar con una textura más cremosa que la del hielo. Su creadora detalla distintos ingredientes según el tipo de piel o necesidad:

• Leche de almendras o de avena, para mejorar la hidratación
• Té verde, para reducir la inflamación
• Camomila, para calmar y deshinchar
• Leche, para piel con tendencia al acné

Tina Craig asegura que con su skin icing logra no solo los resultados evidentes que se consiguen al utilizar hielo como cerrar los poros o suavizar la piel -similar a la técnica del jamsu- o, por supuesto, reducir la hinchazón. Como si de un roller de jade se tratara o de un intenso masaje facial, el skin icing también logra reafirma la piel, dejándola tonificada y reduciendo las líneas de expresión. Los ingredientes altamente nutritivos como la leches vegetales mejoran notablemente la hidratación, dejando la tez resplandeciente y tan jugosa como con la glass skin.

Para conseguir un mejor resultado, Craig recomienda ejercer un masaje no demasiado fuerte y siempre con movimientos circulares, para que la técnica de icing skin estimule además la circulación y mejore su poder tonificante. Gracias a su fórmula ligeramente grasa, el hielo sobrante se podrá volver a guardar en la nevera y utilizar en otra ocasión.

Tan importante como dar con la fórmula idónea para cada tipo de piel es conseguir un acabado uniforme, fácil de trabajar, así como proteger la piel en el caso de que esta sea especialmente sensible. Para recrear la forma redondeada con la que el skin icing se ha hecho viral, basta con una hielera redonda, encontrarás cientos en Amazon o cualquier tienda de decoración. Si tu piel es sensible, el consejo de Tina Craig es envolver una toalla fina alrededor del hielo para que tu skin icing no se apoye directamente sobre la piel.

Así que si guardas tu contorno de ojos o tu rodillo de jade en la nevera, ¿por qué no crear un tónico natural que te espere en tu congelador?