Guía para controlar el acné adulto y los dramas asociados al maskné

Es posible que aunque en tu adolescencia mantuvieses a raya las imperfecciones propias de la edad, la vida adulta te haya sorprendido con unos inesperados brotes de acné que te recuerdan mucho a los típicos de la pubertad. Las características entre ambas dolencias, separadas por la cifra de tu edad, sostienen grandes diferencias pero mantienen unos principios comunes.

Anne-Charlotte Jakubczak, responsable de Formación de Redes Comerciales del grupo Pierre Fabre Dermocosmética, reconoce que “la prevalencia del acné adulto es siempre más alta en Europa, y hasta un 40% más frecuente en la mujer que en el hombre”. Afirma que puede tratarse de una consecuencia y prolongación del adolescente (80% de los casos) o un inicio tardío (20% de los casos). El gran dilema llega ahora ya que, aunque fueses una de las afortunadas que seguía presumiendo de un rostro sin espinillas, en los últimos meses, y gracias al uso de la mascarilla, pocos cutis escapan de ellas. Son las que los expertos denominan como “pieles enfadadas, es decir, cutis que o bien tienen brotes o focos de hipersensibilidad, cuando no ambas cosas juntas”, afirma Valeria Navarro, directora técnica de Boutijour.

Características del acné adulto

Se define como “un proceso inflamatorio que se produce por una infección en nuestro folículo pilosebáceo”, apunta Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8. La experta identifica que está muy vinculado con los cambios hormonales, cuando se altera la producción de sebo. Eso lo convierte en una dolencia habitual en pieles 'teens', pero siempre que haya una alianza entre sebo y bacterias, puede aparecer. Y algunos factores habituales que lo provocan son el estrés (desequilibra el tejido), una alimentación inadecuada (prooxidante e inflamatoria, rica en azúcares, hidratos de carbono…), cambios hormonales o el propio uso de la mascarilla.

“En líneas generales, mientras que un acné juvenil es permanente y continuado, uno adulto suele ser puntual y con causas fácilmente identificables”, apunta Elisabeth San Gregorio. Por otro lado, Anne-Charlotte Jakubczak recuerda que mientras que el primero se desarrolla, sobre todo, en la zona T del rostro, el segundo suele ser leve y se localiza en la llamada zona U, que comprende las mejillas, la mandíbula y la zona perioral.

El temido maskné

Desde Pierre Fabre lo definen como “la aparición de espinillas y granos causada por el roce continuo de la mascarilla con la piel, y al cúmulo de humedad, secreciones sebáceas y bacterias de la zona”. Reconocen que, aunque no existe una relación directa en un empeoramiento del acné adulto por el uso de la mascarilla, las dermis mixtas, grasas o sensibles son más propensas a padecerlo.

Así, a esa acumulación de microorganismos y a la microexfoliación constante por el contacto, Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza, añade otros factores como la ansiedad derivada de la situación que estamos viviendo (las pieles están muy reactivas) y un uso incorrecto de cosméticos. "Al inicio de la pandemia todo el mundo se aventuró a las mascarillas, muchas con ácidos como el glicólico y el salicílico, quizás sin necesitarlas. Estamos viendo muchos casos que tienen la función barrera alterada por un abuso de estos principios”, apunta.

Pautas e ingredientes contra el acné adulto... y el maskné

Los expertos coinciden en que es esencial realizar una doble limpieza (primero con base oleosa y después con un gel o espuma), echar mano de las exfoliaciones suaves y adaptadas, y, por supuesto, mantener la tez tonificada e hidratada. “Muchos casos de acné surgen porque la piel genera más sebo del adecuado para compensar una falta de hidratación”, afirma Estefanía Nieto.

Respecto a los ingredientes, Raquel González, directora de educación de Perricone MD, afirma que al acné hay que abordarlo, de forma personalizada, con tres tipos de principios: “renovadores, antibacterianos y calmantes”. Entre los aliados, los expertos destacan:

• Las exfoliaciones moderadas con ácido salicílico, o los ácidos de frutas como el ácido glicólico y el láctico que tienen una acción de peeling químico para acelerar la renovación celular, mejorar las imperfecciones y aportar luminosidad a la piel. Entre los polihidroxiácidos destaca la gluconolactona.
• Ingredientes estimulantes del metabolismo como la vitamina A, en forma de retinoides y, sobre todo, de retinaldehído. Además de renovar y seborregular, controla la proliferación de bacterias.
• Activos despigmentantes, como el resorcinol o el ácido azelaico, con el fin de prevenir imperfecciones.
• Con la misión de calmar, se postulan componentes como la niacinamida o los cannabinoides, que tienen un gran efecto antiinflamatorio.
• Otros de los activos amigos son los prebióticos y probióticos, que son precursores de mantener un microbioma correcto de la piel.
• Los complejos de cobre o zinc son muy frecuentes en estos tratamientos ya que desinflaman y regeneran, así como la plata coloidal, que tiene propiedades antibacterianas.

Shopping de referencias antiacné:

Sébium Agua Micelar de Bioderma

Sébium Agua Micelar, de Bioderma (desde 6,34 €), es un limpiador y desmaquillante que incluye activos purificantes como el sulfato de cobre y el gluconato de zinc. Junto a un complejo sebocorrector patentado, limitan la secreción de grasa y aportan frescor sin dejar una sensación de sequedad.

Sebiaclear Gel Moussant de SVR

Se trata de un gel purificante sin jabón que ayuda a desobstruir los poros y a desinfectar el cutis respetando su equilibrio. Lo mejor de Sebiaclear Gel Moussant, de SVR (13,90 €), es que incluye ingredientes purificantes, como la gluconolactona, en una espuma cremosa.

Intensive Pore Minimizing Toner de Perricone MD

Es un tónico exfoliante que contiene ácido salicílico y un complejo de cobre con la misión de exfoliar suavemente, reafirmar, hidratar y aportar energía a la tez. ¿El plus? Intensive Pore Minimizing Toner, de Perricone MD (45 €), matifica y minimiza el aspecto de los poros.

Keracnyl Sérum de Ducray

Con ácido glicólico, ácido azelaico y myrtacine (un activo antibacteriano), entre otros componentes, Keracnyl Sérum, de Ducray (18 €), es un suero multiusos que no solo actúa contra las imperfecciones y las marcas de los cutis adultos acneicos, también mantiene una acción antiedad.

Balance Moisturiser & Glycolic Acid Activator de Medik8

En su misión de equilibrar el microbioma de la piel, Balance Moisturiser & Glycolic Acid Activator, de Medik8 (55 €), combina probóticos y prebióticos específicos con ácido glicólico. Su misión es la de equilibrar e hidratar con un acabado matificante y un aspecto suavizado.

Cleanance Comedomed de Avène

Cleanance Comedomed, de Avène (19 €), es un concentrado de acción inmediata pero que, con el uso continuado, mantiene sus resultados a largo plazo. Combina la calmante agua termal de la firma con un activo vegetal, que ayuda a reducir granos y puntos negros, mientras trabaja por minimizar la aparición de nuevas imperfecciones.

Hyséac Mascarilla Purificante Peel-Off de Uriage

De uso semanal, Hyséac Mascarilla Purificante Peel-Off, de Uriage (11,20 €), está formulada con una base de arcilla blanca gracias a su efecto secante. El producto se completa con matificante zinc, un extracto vegetal derivado del ácido málico y agua termal para absorber el exceso de sebo, limpiar los poros y calmar.

Exfoliante Árbol del Té y Cáñamo de Varanski Naturals

Se trata de una fórmula 100% vegana que, además de incluir cáñamo y aceite del árbol de té, contiene un cóctel de óleos vegetales que dan un plus de sensorialidad al producto. El Exfoliante Árbol del Té y Cáñamo, de Varanski Naturals (23,90 €), elimina las células muertas de forma suave y efectiva, sin provocar irritaciones.

Maskné Repair Biofilm Protector de Camaleon Cosmetics

Maskné Repair, de Camaleon Cosmetics, se ha creado exclusivamente para las amenazas que vive el cutis ahora. Se trata de una gama completa con prebióticos, árbol del té, aceites vegetales, extracto de aloe vera (calmante), bisabolol (cicatriza), centella asiática (repara y regenera)… Su referencia Biofilm Protector (12,50 €) crea una película protectora que previene el equilibrio de la microbiota y la aparición de rozaduras por la mascarilla.