Por qué es especialmente importante que cuides la barrera cutánea ahora
Si este invierno quieres evitar que tu piel esté seca, tirante, irritada y enrojecida, préstale atención al cuidado de su barrera cutánea. Aprende por qué tienes que mimarla y cómo hacerlo
El coronavirus ha cambiado nuestra vida de arriba abajo, también en cuestión de belleza. Si antes del confinamiento estábamos ávidos de nuevas tendencias beauty, miles de trucos con los que conseguir hacernos el eyeliner gráfico perfecto o saber cuáles eran los ácidos exfoliantes más eficaces, ahora intentamos mimar nuestra piel a diario, con cosméticos menos agresivos que incluyan en su formulación ingredientes calmantes para evitar así la sequedad, rojeces e irritación, y proteger, de paso, nuestra barrera cutánea.
El uso obligatorio de la mascarilla ha provocado, primero, la aparición del maskné. Después, la bajada de las temperaturas ha causado el maskstress, el nuevo enemigo de la piel que hace que sufra sequedad, rojeces, tirantez e irritación. “Al usar la mascarilla protectora se crea un microambiente en el rostro en el que aumentan la humedad, los niveles de CO2, la temperatura y el número de bacterias y microorganismos procedentes de la boca y el sistema respiratorio. Y este mix altera mucho la piel”, explica Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty. Además, este problema se agrava en invierno, ya que ahora “cambiamos constantemente de ese microambiente húmedo que se ha generado bajo la mascarilla al calor seco de la calefacción cuando la retiramos al llegar a casa”, añade. Resultado: la barrera cutánea, que es la capa protectora de la piel, no está funcionando como debería, con las consecuencias negativas que ello conlleva.
¿Qué es la barrera cutánea?
“Es la capa superficial de la piel. La cubre y le ofrece protección para evitar que se sensibilice o pierda la hidratación. Esta barrera se compone de agua, lípidos y sudor, y su labor es defender a la piel de diferentes agresores medioambientales, de los cambios de temperatura o de bacterias”, aclara Valeria Navarro, directora técnica de Boutijour. Está compuesta por ceramidas, ácidos grasos y lípidos, y funciona como un escudo protector que absorbe y mantiene la humedad para prevenir la deshidratación. Cuando esta hace su trabajo habitual todo está ok, pero cuando la barrera cutánea se rompe la piel intenta regularizar su hidratación interior constantemente, acción que puede tener dos desencadenamientos opuestos: producción excesiva de sebo o sequedad extrema.
¿Qué la altera?
La mayor parte del daño se produce cuando le arrebatas a la piel sus aceites naturales y, tal y como enumera Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza, esto sucede “si te aplicas sustancias abrasivas, si te sobreexfolias la piel, te limpias con jabones no aptos para el rostro, cuando abusas del sol, o también en épocas de estrés o sensibilidad, como proceso de somatización”. A estos hay que añadir frotar el rostro con fuerza, exfoliarte con demasiada frecuencia o usar varios cosméticos exfoliantes (limpiador, tónico y sérum), y recurrir a ingredientes de despensa, como limón o bicarbonato. Todos estos gestos la dañan, generando “agujeros o fugas” que permiten que diferentes agresores puedan comprometer la piel, dejando que pierda humedad, que entren bacterias, se produzca hipersensibilidad…
¿Cómo repararla y protegerla?
Si las rojeces, la sequedad y la irritación ya han aparecido en tu piel tendrás que tener paciencia porque si te alteras será aún peor. Deja que se recupere por sí misma reduciendo tu rutina de belleza diaria a la mínima expresión: limpiador, tónico y crema hidratante acompañada de un protector solar; todos ellos suaves. También es importante que añadas cosméticos oclusivos que ayuden a mantener la humedad y la hidratación, y que evites usar maquillaje por un tiempo.
Entre los ingredientes que debes tener en cuenta, ficha el CBD y la niacinamida, dúo que ahora está de moda gracias a las propiedades calmantes y antiinflamatorias que poseen ambos. Y también es esencial que prestes atención “al aporte de lípidos con aceites no comedogénicos (jojoba, por ejemplo), el pantenol o las ceramidas, que favorecen esa película protectora”, advierte Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.
Por último, aparte de los cuidados diarios que le proporciones a tu piel, un tratamiento en cabina con infiltraciones de mesoterapia (a partir de 200 €) también puede ayudarla. Para ello hace falta que la formulación esté especialmente indicada para pieles desvitalizadas, con deficiencias en su barrera hidrolipídica, carentes de hidratación, con falta de elasticidad y de luminosidad. Este cóctel “incluye vitaminas antioxidantes (B y C), aminoácidos y minerales (protegen la piel de los radicales libres) y coenzimas y ácidos nucleicos (revitalizantes de las células dérmicas)”, enumera la Dra. Mar Mira, médico estético y codirectora de Mira+Cueto. Además, incorpora “péptidos biomiméticos, que son cadenas cortas de aminoácidos que emulan las propias funciones celulares con el fin de incrementar la elasticidad cutánea, engrosar la barrera hidrolipídica y mejorar el tono cutáneo”, concluye.
El coronavirus ha cambiado nuestra vida de arriba abajo, también en cuestión de belleza. Si antes del confinamiento estábamos ávidos de nuevas tendencias beauty, miles de trucos con los que conseguir hacernos el eyeliner gráfico perfecto o saber cuáles eran los ácidos exfoliantes más eficaces, ahora intentamos mimar nuestra piel a diario, con cosméticos menos agresivos que incluyan en su formulación ingredientes calmantes para evitar así la sequedad, rojeces e irritación, y proteger, de paso, nuestra barrera cutánea.