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El retoque estético de Iñigo Urkullu: año nuevo, mirada nueva
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Agur bolsas

El retoque estético de Iñigo Urkullu: año nuevo, mirada nueva

La mascarilla se ha convertido en el aliado estrella para tapar los retoques estéticos, y el lendakari Iñigo Urkullu parece haber recurrido a ella para ocultar su nueva mirada

Foto: Iñigo Urkullu, en febrero de 2021. (EFE)
Iñigo Urkullu, en febrero de 2021. (EFE)

La sobreexposición de nuestro rostro al reflejo del espejo durante el confinamiento hizo que, en cuanto se comenzó a volver a salir a la calle, las peticiones estéticas se multiplicaran. A continuación, la reglamentaria mascarilla se convirtió en el disfraz perfecto para ocultar las consecuencias inmediatas de los retoques estéticos, desde los hematomas producidos por inyectables a los puntos o la hinchazón. Todo queda cubierto bajo la mascarilla y cuando llega el momento de dejar el rostro a la vista… ¡Sorpresa! Una nueva imagen ha florecido.

Por otro lado, también hay que hablar de retoques localizados. Ahora que la mirada es la única parte visible del rostro, hilos tensores para levantar los ojos, tratamientos con láser para despigmentar las ojeras o blefaroplastias se han convertido en los retoques estéticos más demandados. Y esta preocupación por la imagen, y sobre todo por la mirada, parece inquietar también a Iñigo Urkullu.

placeholder La nueva imagen de Iñigo Urkullu. (EFE)
La nueva imagen de Iñigo Urkullu. (EFE)

Según ha podido saber Vanitatis, el lendakari se habría sometido el pasado mes de enero a una intervención para reducir las bolsas debajo de sus ojos y realzar sus párpados en una de las clínicas Dermitek, con centros en Bilbao y Barcelona. Estas acumulaciones de grasa terminan por dar de sí la piel, generando no solo una sensación de hinchazón sino también de descolgamiento. El rostro parece mucho más cansado y envejecido.

Foto: Ellos también sucumben a las operaciones estéticas (Gtres)

Ante la imposibilidad de ver correctamente el retoque en la mirada de Iñigo Urkullu, preguntamos al Dr. Ramón Calderón Nájera, cirujano plástico de Clínica FEMM (www.femmcirugiaestetica.com), que nos confirma la intervención: "Claramente se ha retocado los párpados superiores. Este retoque se puede realizar con procedimientos como el generador de plasma Plexr, pero para un grado como el que se aprecia en su caso, creo que ha sido a través de la cirugía plástica (blefaroplastia), un procedimiento relativamente sencillo y de rápida recuperación, que se puede hacer con anestesia local, con o sin sedación y no requiere excesiva inmovilización. Basta con estar 4-5 días apartado de la vida social, y la recuperación es bastante buena. Se realiza mediante una incisión que queda oculta en el pliegue del párpado superior, el que se nos forma cuando tenemos los ojos abiertos, por lo que se disimula muy bien", explica el doctor Calderón, que hace especial hicapié en la existencia de esta piel sobrante en el párpado superior, esas bolsas que, aunque son menos llamativas que las del inferior, también existen.

placeholder Iñigo Urkullu, en octubre de 2020. (EFE)
Iñigo Urkullu, en octubre de 2020. (EFE)

Consultamos también al médico estético Leo Cerrud, que coincide en la blefaroplastia, pero amplía el área: "Se ha quitado 20 años del rostro realizándose una blefaroplastia bilateral tanto en párpado superior como en las bolsas de los párpados inferiores", afirma con rotundidad. Según nos explica el experto, la blefaroplastia es una de las operaciones de cirugía plástica más antigua, además de ser relativamente fácil de realizar y arrojar muy buenos resultados. Esta intervención quirúrgica consiste en retirar la piel sobrante del párpado superior o del párpado inferior. Las bolsas debajo de los ojos que tan fácilmente podemos identificar son en realidad acumulaciones de grasa o simplemente de agua por retención de líquidos, y es habitual que aparezcan con el paso de los años.

placeholder Iñigo Urkullu, en noviembre de 2020 y en febrero de 2021. (EFE)
Iñigo Urkullu, en noviembre de 2020 y en febrero de 2021. (EFE)

"En el caso del político está clarísimo que la alternativa ha sido la quirúrgica porque el resultado es espléndido y, a pesar de la mascarilla, sus ojos lucen liberados de la carga epitelial, esa especie de cortina que tenía en los párpados superiores, que ha desaparecido, y las grandes bolsas que tenía en las primeras fotos prácticamente han desaparecido también", describe Leo Cerrud. El efecto inmediato es el de una mirada más abierta. "Mi enhorabuena a el o los cirujanos puesto que el resultado no puede ser más natural y satisfactorio", confiesa el médico estético.

Esta sencilla intervención tan solo dura unos minutos y tiene un postoperatorio relativamente corto, aspectos clave para su popularidad, que además se ven beneficiados por el uso de la mascarilla. Como curiosidad, “entre los hombres, suele representar el segundo tratamiento quirúrgico más demandado”, apuntaba haces unos meses el doctor Pagano, de la Clínica Golden. Una alternativa a la blefaroplastia es el citado tratamiento con láser Plexr, con resultados más rápidos y sin incisiones, aunque sí con pequeñas costras que se caen a los pocos días. Este electroplasma, según explica Leo Cerrud, es bastante menos invasivo y barato, pero también menos efectivo.

Despejadas las dudas, ahora solo nos queda despejar la mascarilla y ver el resultado final.

La sobreexposición de nuestro rostro al reflejo del espejo durante el confinamiento hizo que, en cuanto se comenzó a volver a salir a la calle, las peticiones estéticas se multiplicaran. A continuación, la reglamentaria mascarilla se convirtió en el disfraz perfecto para ocultar las consecuencias inmediatas de los retoques estéticos, desde los hematomas producidos por inyectables a los puntos o la hinchazón. Todo queda cubierto bajo la mascarilla y cuando llega el momento de dejar el rostro a la vista… ¡Sorpresa! Una nueva imagen ha florecido.

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