La evolución del maquillaje de Kate Middleton, del abuso a la moderación (con truco)
Duquesa del lápiz de ojos negro, ni siquiera prescindió del cosmético en el día de su boda. Sin embargo, mucho ha cambiado su maquillaje desde entonces
Aunque Kate Middleton es conocida internacionalmente por su elegancia y por cumplir con todas sus obligaciones con pulcritud, cuando se trata de su imagen, la duquesa de Cambridge aplica su criterio estético, al fin y al cabo, estudiar Historia del Arte en Universidad de Saint Andrews deja huella. Desde que en 2003 comenzara su relación sentimental con el príncipe William, con ruptura telefónica y reconciliación incluidas, no solo su forma de vestir ha sufrido un progresivo cambio, su cabello y su maquillaje han evolucionado notablemente. Solo queda algo de la antigua Kate en la Kate de 2021, el lápiz khol negro, aunque ahora usado con mucha más precisión.
Khol Middleton
Más allá de las tendencias, cuando se trata de maquillaje, si algo te funciona no sueles cambiarlo, y este es el ejemplo de la duquesa de Cambridge. En sus tiernos años universitarios, cuando comenzaba su relación sentimental con William, Kate tenía un maquillaje para todo. Su foco era muy sencillo: enmarcar los ojos.
Aunque los ojos de la duquesa son grandes y redondeados, Kate, inspirada en las tendencias de los inicios del 2000, acostumbraba a remarcar en un intenso lápiz de ojos negro su mirada. Párpado inferior, párpado superior, línea de agua… Lo importante era no dejar ninguna zona sin maquillar. Sin embargo, en esta intención por oscurecer los ojos y lograr así destacar el azul de su pupila, Kate apenas utilizaba máscara de pestañas.
Desde aquel día en el que el lápiz de ojos cremoso cayó en sus manos, su idilio con el cosmético se ha mantenido con mayor firmeza que su relación con William, pero con un importante cambio. Poco a poco, Kate dejó de aplicar el lápiz en la línea de agua del párpado inferior, potenciando aún más el contraste entre la esclerótica -la parte blanca del globo ocular- y el negro del delineado. Este, muy marcado a ras de pestañas, con precisión y un trazo muy fino, es el único elemento beauty que no ha cambiado desde entonces.
Si bien es cierto que Kate también delinea su párpado superior, nunca la hemos visto con un eyeliner fino y trazado con un producto líquido o en gel. La duquesa prefiere el acabado de un lápiz de ojos y rara vez remata el delineado con una punta. Con este tipo de maquillaje, Kate Middleton logra que sus ojos parezcan más redondeados y grandes, además de oscurecer su mirada y potenciar el azul de sus ojos.
El día que Kate conoció la base de maquillaje
Sin duda, uno de los cambios más radicales en la imagen de Kate, aunque haya podido pasar desapercibido, es el de la base de maquillaje. En sus primeros años frente a los objetivos de la prensa, eran innumerables las fotografías de Kate con la piel desnuda y las mejillas muy sonrojadas, de forma natural, como si estuviera acalorada, acabara de hacer deporte o hubiera bebido algo de alcohol.
Pero conforme su relación con William se iba afianzando y sus actos públicos se multiplicaban, su tono de piel se homogeneizó y sus alegres mejillas pasaron de ese tono rosado al melocotón o a los rubores de un rosa más frío. Es importante destacar que, mientras su hermana Pippa tiene un tono de piel más oscuro y pecas, Kate por el contrario tiene la piel más clara y sus mejillas se ruborizan con mayor facilidad. Prácticamente, desde que Kate Middleton pasó a ser la prometida del heredero, la base de maquillaje más natural, poco cubriente y aterciopelada se apoderó de su rostro, creando esa imagen de la Kate perfecta que ahora tenemos en mente.
Menos mejillas, rostro estilizado
La sombra de una rinoplastia siempre ha volado sobre Kate, sin embargo, un detalle que sí parece más que evidente en su rostro, haciendo una retrospectiva a su veintena, es la forma de este. Kate siempre ha tenido una cara redondeada y sus mejillas parecen resaltar por encima de otros rasgos, pero en realidad, esta se ha ido afilando como consecuencia de una bajada de peso. El óvalo facial, la mandíbula o la barbilla están ahora mucho más perfilados, también a causa de la pérdida del llamado ‘baby fat’. Con el paso de los años, perdemos esa redondez de la juventud.
Frente a este rostro más afilado, las mejillas de Kate Middleton se mantienen llenas y altas, razón por la que la duquesa acostumbra a maquillarlas, emulando aquel rubor natural de su etapa universitaria, pero de una forma mucho más natural.
Las cejas de Kate, el gran pequeño cambio
Puede que las cejas correspondan a ese terreno que solo observas si cuidas las tuyas. La forma, el grosor, el largo, el color o la frondosidad de este funcional objeto decorativo de la mirada son fundamentales en un rostro, de ahí que haya tantísimos montajes en internet en los que se borran las cejas de los famosos. El resultado es dramático.
Kate, como muchas mujeres que hayan sobrevivido a las tendencias de la primera década de los 2000, padeció el triunfo de las cejas finas y arqueadas. Igual que le ocurriera a su cuñada Meghan Markle, las cejas de Kate eran estrechas, muy poco pobladas y en un tono bastante más claro de lo que son en la actualidad. Aunque, a diferencia de aquellas adictas a las pinzas, la duquesa no abusó de la depilación, al menos en el inicio de las cejas.
La cola de sus cejas era quizá la parte menos poblada, pero con tiempo, paciencia y sérums específicos para estimular el crecimiento del pelo, Kate Middleton luce ahora unas cejas más gruesas y con una forma muy natural, no hay una degradación. El tono del cabello también es, cuando menos, llamativo. Kate ha pasado de unas cejas castañas a unas cejas casi negras, que le dan a su rostro un toque de sobriedad y madurez que encaja mucho más con su estética actual. Su forma de peinarlas, siguiendo su forma y sin adscribirse a ninguna tendencia concreta, aporta naturalidad a su mirada.
Nada en la estética de Kate Middleton ha evolucionado por casualidad. Un experto equipo de estilistas cincela a diario su puesta en escena, potenciando los puntos fuertes de la duquesa y respetando sus gustos; el maquillaje de sus ojos es un ejemplo. Por supuesto, el pelazo de Kate, esa media melena, llena de volumen y estratégicas mechas, cortado al bies y peinado con bucles que más parecen volutas jónicas que rizos, merece un capítulo aparte.
Aunque Kate Middleton es conocida internacionalmente por su elegancia y por cumplir con todas sus obligaciones con pulcritud, cuando se trata de su imagen, la duquesa de Cambridge aplica su criterio estético, al fin y al cabo, estudiar Historia del Arte en Universidad de Saint Andrews deja huella. Desde que en 2003 comenzara su relación sentimental con el príncipe William, con ruptura telefónica y reconciliación incluidas, no solo su forma de vestir ha sufrido un progresivo cambio, su cabello y su maquillaje han evolucionado notablemente. Solo queda algo de la antigua Kate en la Kate de 2021, el lápiz khol negro, aunque ahora usado con mucha más precisión.
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