Ana Rosa Quintana, maquillaje centennial y piel libre de polvos bronceadores

Poco importa la estación en la que nos encontremos porque la piel de Ana Rosa Quintana mantiene siempre un tono homogéneo, sin problemas de pigmentación y con una luminosidad envidiable. El secreto de la presentadora, probablemente, sea mantener una estricta rutina de cuidado de la piel en la que el uso del protector solar sea una constante. Pero no es solo la luminosidad de la piel lo que mantiene ese efecto rejuvenecido en el rostro de Ana Rosa. La fusión entre un maquillaje de ojos muy intenso y el rubor de mejillas justo y preciso componen una imagen congelada en el tiempo.

El uso de los polvos bronceadores o de sol es directamente proporcional a la subida de las temperaturas. El mercurio es un indicador beauty de las pieles morenas. Sin embargo, un uso indiscriminado del cosmético puede sumar años y el riesgo de hacerse un Donatella es real. Ana Rosa, sin embargo, evita este tipo de maquillajes que envejecen al eliminar por completo el sol y los bronceadores de su rostro.

En lugar de marcar sus pómulos o ponerle un toque de color a frente y nariz, emulando las zonas sobre las que el sol incidiría, la presentadora y sus estilistas recurren al rubor. Aplicado sobre las manzanas de una forma muy ligera, la piel se ve aún más iluminada. Para lograrlo, los coloretes en crema o tipo mousse regulan el tono deseado.

Su pigmentación es más tenue, así que con una pasada, las mejillas se ven sonrosadas de una forma muy saludable y sin un trazo marcado. El tono elegido para ponerse frente a las cámaras es un rosa claro, de tonalidad más bien fría, ya que su piel aún no está bronceada, que tiene además un efecto iluminador del rostro. Para conseguir un look más homogéneo, el labial se acomoda también al tono del rubor, con una barra de labios muy nutritiva que deja un acabado jugoso y con un leve color rosado.

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Margarita Velasco

Ojos de centennial

La generación Z parece determinada a hacernos cambiar el paradigma estético en un regreso a los 90-2000 algo arriesgado y el delineado intenso es una de sus firmes apuestas. Tras años de reinado del cat eye, ahora le toca el turno a los foxy eyes. ¿Significa esto que Ana Rosa Quintana está intentando rasgar y levantar su mirada emulando a los ojos de un zorro? No, la presentadora tan solo se beneficia de algunos de los tips para lograr el maquillaje de moda entre los centennials.

Para ello, y basándose en su gusto por llevar los ojos muy oscuros en contraposición con su piel clara, Ana Rosa luce siempre un delineado que enmarca su mirada, desde la línea oscura y fundente a ras de pestañas hasta la línea de agua. Puede que Letizia haya encontrado su maquillaje top en los lápices cremosos de colores, pero AR se mantiene fiel al negro más opaco. Para rematar esa mirada enmarcada, hay que prestar atención al lagrimal de la presentadora donde el delineado continúa formando un pequeño triángulo. Este gesto tan propio de los 2000 es uno de los pilares de los foxy eyes que, para recrear esa mirada animal, marcan mucho el inicio del ojo.

El resultado es una mirada muy oscura y dramática pero en la que se altera visualmente la forma del ojo. Si a este delineado de moda le sumamos la máscara de pestañas, trabajada desde la raíz hasta la punta, tanto en las pestañas de arriba como en las de abajo y las cejas muy marcadas y oscuras, el resultado es una reinterpretación de un maquillaje juvenil al estilo Ana Rosa. Efectivamente, los ojos destacan por encima de cualquier otro rasgo y mantienen un tono muy personal con el que el iris parece incluso marrón claro.

Un delineado tan marcado, arriba y abajo, que delimite tanto la mirada podría terminar redondeando el ojo, sin embargo, al introducir el perfilado geométrico del lagrimal, el efecto cambia al instante. Ana Rosa consigue así rejuvenecer su mirada y subirse a la ola de las tendencias.